La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]

Capítulo 16: ¿Muerte intercambiada?

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“La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos.”

Antonio Machado

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Barrio Pier at The Wharf noroeste (viernes 13 de marzo – 08:55 p.m.):

Distinguiendo las luces de una grúa en la lejanía, el sonido de algún buque y la extensión de la calle de la pescadería, Tiffany Cooper estacionó el vehículo a un lado del cruce y dirigió la mirada hacia el inicio de la zona de bodegas, tras eso sacó su celular y discó uno de sus números de contactos.

—¿Hola? ¿Señora Queen? —ella sacó su libreta mientras tanto y sacó la punta de su bolígrafo—. Sí, estoy bien... Sí... Solo quería preguntarle algo. ¿No estaba trabajando en el caso de Zafira Ren? Me preguntaba si me podía dar el número de su madre... Claro... La espero.

Tiffany sonrió dando una exclamación de victoria muda y, esperando unos segundos, finalmente anotó el número indicado en su agenda, solo unos minutos más tarde ella avanzó por el sector de bodegas, se hizo en el anaranjado cabello una cola y avanzó sosteniendo un paquete con pasteles individuales que había logrado comprar en una tienda de 24 horas, llegado a su lugar objetivo, sacó un pañuelo desechable y se quitó el labial, por último de su cartera extrajo unas gotitas para los ojos para combatir la irritación y sequedad y, ya lista, miró la puerta ante ella.

—Señora Rowena Ren... ¿señora Rowena Ren...? —llamó ella simulando un tono de voz acongojada—. Señora Rowena... soy una admiradora de Zafira... la llamé hace unos minutos... señora... —mientras ella seguía simulando sollozar, finalmente la puerta se abrió—. Hola, señora Rowena... —dijo Tiffany cuando vio el rostro de una anciana en el espacio que dejó la puerta y el marco—. Lamento mucho la muerte de Zafira... —añadió con una voz temblorosa y los ojos vidriosos gracias a las gotas—. Sé que eran muy unidas... así que quise venir a verla... —la anciana bajó la mirada y Tiffany, al instante, alzó el paquete y se lo ofreció—. Traje esto para usted... espero que le guste...

—Pasa... —dijo finalmente la anciana abriendo por completo la puerta y girando hacia el interior.

Tiffany Cooper lo agradeció e ingresó lentamente en aquella precaria casa, y mientras la anciana iba por un vaso con jugo, disimuladamente la reportera sacó el celular y comenzó a grabar en rededor... todo era muy humilde, no había nada de lujo y había muchos periódicos acumulados en un rincón, al parecer la mujer vivía del reciclaje, fuera de eso, lo único de calidad, era un mini componente de CD pasado de moda y una pila de CD's en cuya portada se veía una fotografía de Zafira Ren en un vestido de lentejuelas rosas...

El sonido de unos pasos hizo que ella se girara, la anciana volvía con dos vasos con jugo de naranja y, ofreciéndole uno, se sentó en el sofá ante la joven, Tiffany lo agradeció y sentó también manteniendo la grabación en curso entre sus manos.

—Señora, ¿este es el último disco de Zafira...? —preguntó Tiffany apuntando uno de los CD.

—Sí... —respondió la mujer cogiendo una de las muestras y acariciándolo entre las manos—. Ella al fin había dejado las drogas... y se había centrado en hacer este disco. ¿Sabes cuánto se esforzó? Zafira escribió cada una de estas canciones.

—Qué lástima... ya no podremos escucharla... —murmuró Tiffany—. Señora Rowena, debe cuidarse...

—Desde que era pequeña... obtuve préstamos para ayudar a alimentar su talento... pero... ella... —la anciana comenzó a temblar mientras veía fijamente el disco—, ¿por qué...? Ella... ¡¿por qué...?! ¡¿por qué me hizo esto?! —exclamó dejando caer el disco en la mesa de centro—. ¡¿Por qué después de todo me hizo esto?!