Capítulo 14: ¿Qué hay al final del destino modificado?

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“Lo inevitable rara vez sucede, es lo inesperado lo que suele ocurrir.”

John Maynard Keynes

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Comisaría de Sion del barrio Anacostia (viernes 13 – 11:45 p.m.):

El policía a cargo de la fianza se asomó por sobre el mesón y, con una pluma en manos, apuntó la planilla que mantenía sujeta en una base de madera, Paula, dejando a Dewei y Sorin en las sillas de espera, se acercó al mesón y se inclinó para ver aquella fórmula, el policía procedió a explicarle brevemente lo que tenía que hacer mientras que su compañero seguía teniendo a su lado a Ethan.

—Aquí es donde escribe su número de identidad nacional y aquí es donde escribe su dirección actual.

—¿Será que deberemos dejarlo así como así? —dijo entonces ese otro policía mirando a Ethan que permanecía en silencio y mirando fijamente un punto en el suelo—. Actuó como un verdadero criminal.

—No es un criminal, solo un muchacho emocional con mucha energía —replicó Paula mientras escribía sus datos en la planilla.

—¿Tiene una relación suficientemente creíble como para dar fe de su carácter? —preguntó aquel oficial con expresión incrédula.

En las sillas Sorin resopló y se puso de pie, no obstante, Dewei le cogió de una muñeca y lo hizo retroceder.

—Ya olvidaste lo que nos dijo Paula —le susurró—, no sería conveniente que los Dascălu se vieran envueltos en una situación así, aún si sea menor...

—Pero soy responsable de Ethan en ausencia de mi hermano... —le respondió también en un susurro el kresnik.

—Sí, pero los ministros de los tzimisce están sobre Velkan, si el apellido Dascălu aparece relacionado en esto por Ethan podrían tener problemas... Paula entiende eso y por eso se está haciendo responsable... déjala tomar control de esto.

Sorin se mordió el labio inferior y asintió, después de todo su amigo tenía la razón, por lo que volviendo a sentarse, dirigió los ojos hacia el mesón en donde Paula aún escribía su información con una sorprendente calma... ya no reconocía a la chica nerviosa que antes les había ido a golpear la puerta...

—Señorita —insistió aquel policía—, usted no es su maestra ni su familia, así que, ¿cómo puede avalar su responsabilidad sobre él?

—Lo conozco desde hace unos 20 años, puede considerarlo mi hermano menor —respondió Paula.

—Bueno, aquí dice que es una curupira —dijo el otro policía—, así que no puede estar mintiendo.

Al escuchar eso, Ethan torció imperceptiblemente el labio inferior... "hermano menor" sus pantalones...

—Pero las curupiras también pueden mentir —dijo el otro oficial—. Lo hacen cuando se creen sus mentiras.

Esta vez no solo Ethan torció la boca molesto, sino que también lo hicieron Dewei y Sorin los cuales clavaron sus ojos condenatorios en aquel policía, no obstante, el que salió a la defensa de Paula fue alguien diferente y con un argumento inesperado.

—¡Por supuesto que no está mintiendo! —dijo el patrullero que había consultado la base de datos—. Yo fui el que atendió la denuncia del celular, y ellos dos estaban juntos, incluso parecía que vivían en la misma casa.

La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora