Capítulo 67: El pasado se puede cambiar.

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"Hay momentos en los que la vida te coloca a la misma distancia de huir o quedarte para siempre".

Elvira Sastre

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Departamentos Silver Place – Barrio Georgetown (lunes 03 de agosto – 07:30 a.m.):

Acomodándose la corbata mientras avanzaba hacia la cocina, Velkan repasó en su mente los destinos de aquel día y a las personas que debería conocer. Después de una larga estadía en Sion, retomar su trabajo había sido algo extraño.

Él, después de todo, por auspicio de la madre de Bogdan, se había convertido en abogado, en una sociedad cada vez más cambiante y motivado por alejarse en lo más posible tanto de la vida familiar como en cuanto a negocios de su padre, había aceptado ese camino, aún más que, en su búsqueda de saber quién era realmente, había dado con su familia materna... De ahí en adelante, su camino había sido difícil, sobre todo considerando que su improbable hermano, aquel que seguro nadie imaginaría, le mantenía a raya, alzando un muro que, en el último tiempo, había intentado escalar... Y a decir verdad, no le culpaba, después de todo Luciano, aquel que todos conocían como Flavio, había crecido en circunstancias no menos favorables... y las veces en que había pedido ayuda, él, como hermano mayor, no había estado... incluso cuando la madre de ambos había sido asesinada...

Velkan suspiró y se rascó el cabello de la nuca, había regresado a la ciudad tras haber descubierto cosas que... no había esperado, y sabía que no podía esperar que Luciano le recibiera con los brazos abiertos y con la actitud de "hagamos esto juntos, hermano", pero a esas alturas, la situación era mucho más grande de lo que pensaba y, a su pesar, quizás habían muchos más involucrados de los que había pronosticado en un inicio... A esas alturas, se sentía en jaque...

—¡Buenos días!

El kresnik dio un brinco y se giró hacia la cocina, Nícolas estaba al otro lado de la isla de cuarzo con la cafetera en manos y una sonrisa... deslumbrante... Velkan contuvo el aliento, ¿qué rayos...? Miró a su derecha y vio como Ethan, Paula y Sorin se giraban al mismo tiempo, tenían la boca llena y un emparedado entre las manos... Nícolas parecía haber realizado un desayuno el doble de contundente que de costumbre...

—Siéntate, hice los emparedados que te gustan y tengo lista la ración de sangre a la temperatura que siempre bebes —dijo Nícolas acercando el vaso con la bebida declarada.

Velkan alzó una ceja sutilmente y, con lentitud, se acercó a la isla acomodándose en un banquillo, al segundo de eso dio un brinco cuando Nícolas estaba a su lado nuevamente.

—Tienes la corbata torcida... —comentó aquel inclinándose sobre el vampiro.

—¿Qué estás haciendo...? —murmuró entonces Velkan en cuanto las manos de Nícolas tocaron su corbata.

—¿Qué quieres decir? ¿Estoy siendo amable? —respondió Nícolas con una sonrisa mecánica.

—No sueles ser amable conmigo —dijo Velkan también con una sonrisa rígida.

—Yo siempre soy amable —añadió el humano apretando el nudo de la corbata hasta el punto de hacer toser a Velkan.

Y con eso, los tres muchachos intercambiaron una mirada, tras eso volvieron a centrarse en sus desayunos.

Una hora después, habiéndose separado de Sorin que había cogido el autobús para dirigirse a la universidad, Ethan y Paula avanzaron por la acera de la avenida del Capitol Hill, el clima estaba agradable y, dado que tenían tiempo, habían decidido bajarse una parada antes para así caminar por el sendero flaqueado por la arboleda, mientras que él miraba las ramas y la luz del sol que se filtraba entre las hojas, Paula caminaba a su lado mientras repasaba las líneas del caso que llevaba actualmente en la defensoría, pero ya habiendo llegado a una cuadra del tribunal imperial, ella bajó la carpeta y miró al joven kresnik a su lado, al cabo de unos segundos él le devolvió la mirada.

La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora