La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]

Especial de Halloween: Asuntos pendientes. Parte IV.

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"Ante lo reiterado, y a falta de quien contradiga, todos creen, lo que no significa saber".

Fernando de la Rúa

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Club de Investigación paranormal:

Por la mañana, Anya ingresó al lugar con una amplia sonrisa, sabía que por el horario los demás miembros del club no estarían, pero sí Alphonse cuya jornada de la mañana estaba libre de conferencias, y como ya se había hecho costumbre esos días de la semana, ese lugar por lo usual silencioso, se había convertido en su escondite.

Llevaba el collar que había recibido de Aphonse el día ayer, por supuesto. Y sin poderlo evitar, quería ver cómo reaccionaría al verle. Dicho eso, el accesorio que conectaba la cadena del collar que había llevado a casa se había roto, por lo que no podía usarlo como estaba, frente a eso, simplemente lo había cambiado por un cordón de cuero de otro collar que tenía en casa, y ante el resultado pensaba que coincidían bastante bien.

Alphonse estaba sentado en la silla que siempre usaba con la cabeza reclinada en el lecho del mueble con los ojos soñolientos, en cuanto la había visto ingresar, terminó hablando como una bebida gaseosa que se había desinflado.

—¿Otra vez?

No fueron solo sus palabras, ni siquiera su expresión cambió, ni siquiera pareció darse cuenta del cambio aun cuando ella se acomodó el cabello pasando a rozar intencionalmente el collar.

—Te ves con sueño... ¿Los pequeños hermanos fueron exigentes anoche?

Aunque se sintió decepcionada, Anya se sentó frente a Alphonse dando inicio a esa acostumbrada interacción.

—Estoy ocupado —dijo entonces el muroni cogiendo mecánicamente un libro de anatomía.

—No puedo decirlo, pues no lo parece.

—Hay un lugar al que tengo que ir después de esto.

—¿De Verdad? Entonces podría hacerte compañía dado que estás libre.

—Es todo lo contrario —dijo Alphonse en el mismo tono de voz calmo, luego se levantó lentamente.

—"Entonces él realmente estaba saliendo" —se dijo Anya viendo como él se colocaba el abrigo y la bufanda, cuando al coger su mochila y girarse hacia la puerta, Alphonse se volteó y la llamó.

—¿Vas a ir también?

—¿Ir a dónde?

Anya le preguntó aquello aunque la verdad era que no importaba dónde, puesto que como Alphonse se había tomado la molestia de invitarla, por supuesto que iría.

—La continuación del caso. Hay algo que debo investigar. Estuve hablando con Leon y él me recomendó esto.

—Ah, entonces eso es lo que era... —dijo ella apresurando el paso para así caminar a la par de aquel muroni—. Entonces por supuesto que iré.

Alphonse asintió y reanudó el camino en silencio, ese caso no estaba terminado todavía, y dado que el padre de Kiara Regal les había confiado el diario, sentía que tenía el deber de ver el caso hasta el final.

Caminaron desde la universidad hasta la estación, tomaron un taxi y caminaron otros quince minutos tras eso. Cuando llegaron al departamento que buscaban, Anya estaba cubierta con suficiente agua nieve como para justificar una muda de ropa... Alphonse había logrado convencer al gerente para que anulara el autobloqueo y les prestara la llave del techo del apartamento. Luego, tomaron el ascensor hasta el séptimo piso y subieron las escaleras desde allí hasta el techo.