La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]

Capítulo 41: Lo siento.

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"Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede creer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes".

Jorge Bucay

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Mansión Blackfield – Barrio Georgetown norte (viernes 24 de abril – 10:45 pm.):

Acomodándose en uno de los sillones de la sala de estar, Jackson le dio una mirada a su rededor y, cruzándose de piernas, apoyó los brazos en el respaldo del mueble, dirigiendo luego la mirada hacia los ventanales, Ian le daba la espalda y, con las manos en los bolsillos, se mantenía observando el jardín. Tras lo que había sucedido hacía unas horas frente a aquel restaurante no se sorprendía que le hubiera citado, sobre todo en un lugar donde no estuvieran sus hijos, después de todo así había sido Ian desde siempre, desde el momento uno en que se había hecho padre, le había mantenido alejado de su familia...

—¿Qué pasa? Me sorprende que pidieras verme primero —dijo entonces Jackson haciéndose el desentendido.

Unos segundos después, cruzándose ahora de brazos, Ian se giró y le miró fijamente.

—¿Qué es lo que quieres?

—Nada —respondió su interlocutor—. Solo quería ayudar a la compañía, es eso.

—¿Qué?

—La señorita Ivanovica dijo que mi participación será muy beneficiosa para la compañía —él se inclinó hacia adelante poyando los codos en sus rodillas, la mirada de Ian era cada vez más dura y fría—. ¿Qué pasa con esa cara? ¿Tienes miedo? ¿Crees que la alejaré de ti?

—Por supuesto que no —respondió Ian en tono profundo.

—Pero pareces asustado —insistió Jackson en un evidente tono burlón—. ¿Debo hacerlo si tienes tanto miedo?

Ian respiró hondo y, hundiendo ahora las manos en los bolsillos de su pantalón, miró por una fracción de segundo en otra dirección.

—No, está bien, si quieres hazlo.

—¿Qué...?

—No me importa... ya sea que lo hagas o no. Si pensabas que tendrías alguna influencia en ella o la compañía te sobreestimaste a ti mismo —la expresión de Jackson se fue endureciendo hasta que todo dejo burlón desapareció—. De todas formas no puedes hacer nada, siempre fuiste así.

Y dicho eso Ian se encaminó fuera del salón a grandes zancadas, subió al segundo nivel de la mansión e ingresó en su vieja habitación, volver así no sería bueno, no podía dejar que sus hijos le vieran en ese estado, así que esperando lograr calmarse, se paró ante las ventanas mirando el jardín exterior... Por otra parte, tal como lo había estado haciendo desde que habían dejado el restaurante, el Último Muro se mantuvo a distancia, notando como, tras mirarse las propias manos, el flujo de poder aumentaba cada vez más... el poder de Ian estaba demasiado alterado...

Sábado 25 de abril – 07:00 a.m.

Por primera vez desde que había comenzado con esa rutina Ian tuvo que disculparse con Yennefer, con una noche en vela a cuestas y un ánimo por el suelo, al final no había vuelto al The Palace, había dejado las cosas a cargo de la señora Poly y, consciente de que solo preocuparía a todos si le vieran en ese estado, había optado también por no ir en busca de Yennefer y Jared, por suerte aquellos muchachos se habían mostrado muy comprensivos, Yennefer no le había preguntado los motivos y, quizás, imaginó que la joven ya sabía... Por tanto, al final, ahí se encontraba sentado en un borde de la cama mirando su celular entre las manos, en ese momento solo había una cosa dando vueltas en su mente...