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"En este momento en realidad no estoy aquí. Debería haberme ido ayer y aquí no soy más que mi propio retraso".
Milan Kundera
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The Palace – Barrio Georgetown (lunes 28 de julio – 07:00 am):
La señora Polly, con su vestido amarillo con bordados de múltiples colores, su tocado en espiral en seda y encajes en la cabeza, y las pulseras y cuentas de piedras de colores en sus muñecas y cuello, se acercó con una gran sonrisa con dos platos equilibrando las "torres de fantasía", algo que no era otra cosa que muchos panqueques con crema, miel de maple y frutos rojos sobre sí, un desayuno sustancioso que, acompañado de un buen vaso con leche, todos los hijos de Ian disfrutaban a mil, aún más los pequeños Calleigh y Nolan, de hecho, aquellos últimos que traía, eran para esos dos pilluelos.
—¡Ese es mío! —exclamó la niña.
—¡No, este es el mío! ¡Es bastante obvio! —repuso Nolan—. Es el más grande.
—¡¿Por qué el más grande es el tuyo?!
—Hoy tengo educación física, necesito más energía —argumentó el niño apartando su desayuno.
Calleigh frunció la boca y, alzando las manos, intentó coger la Torre de fantasía que deseaba, pero Nolan fue más rápido y la apartó corriéndola a su derecha, tras eso él se giró hacia ella y estiró una mano para apoyarla en el rostro de la niña y empujarla para ganar distancia, pero ella, a su vez alzó las manos y le cogió el cabello.
—¡Papá! —gritaron al unísono ya ambos cogidos de los cabellos.
—Entonces —dijo Ian en ese momento, introduciendo una cucharada de las gachas con leche y fruta en la boca a Jethro, sentado en su sillita a su lado, de inmediato se hizo un silencio sepulcral, y mientras la señora Polly volvía a la cocina con una sonrisa, siempre entera y alegre, Jethro volvía a abrir la boca esperando otra cucharada de su desayuno, los días en que papá le consentía eran los mejores, por su parte, dejando la cuchara a un lado, Ian miraba al frente con una mirada de hielo, expresión causante de aquel silencio repentino y, por supuesto, el detenimiento automático de la pelea entre Nolan y Calleigh, los cuales, soltándose en el acto, se concentraron en sus desayunos atiborrándose las bocas con comida—. ¿No pensabas discutirlo conmigo antes?
En fila al otro lado de la mesa del comedor, Paula miró a Travis —una vez a la semana ella iba a desayunar con todos en el The Palace, no quería que su decisión de vivir afuera mientras Nadir Saadi estuviera suelto les alejara, solo que no se había imaginado que aquella mañana ocurriría eso—, al mismo tiempo, Ophelia, apretando los labios, miró también a su hermano, así también Leon y Alphonse sentados ante los anteriores dos contendientes, y así mismo, en la otra cabecera de la mesa, Eowyn alzó los ojos hacia el joven mousai, ahora comprendía a su vez el texto que había recibido la noche anterior.
"Querida Eowyn, si todos los dioses y los astros lo permiten sé que serás en la legalidad nuestra futura madre, así que... ¿sería mucho pedir que adelantes tus funciones viniendo a desayunar con nosotros mañana...? Siento que si no estás seré asesinado"...
—Bueno... eso es... —murmuró Travis bajando la mirada hasta su café con leche.
—Siempre los he impulsado a que sigan sus caminos aún a costa de lo que podría esperar dentro de mis propios deseos personales —dijo Ian cruzándose de brazos—. ¿Pero cómo es que soy siempre el último que se entera de las decisiones que toman?
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La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]
Fanfiction“Si el tiempo se va en otra dirección ¿qué sucederá en el futuro…? Con todo lo que he hecho… personas que no debían morir lo hicieron y otras que no se han salvado. ¿Crees que… esto pueda terminar en un desastre?” El pasado y el presente se fusionan...