La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]

Especial de Halloween: Mal hábito.

•• <<────≪•◦✧❁✧◦•≫────>> ••

"Las cadenas de los hábitos son demasiado ligeros para sentirse hasta que son demasiado pesadas para ronperse"

Warren Buffett

•• <<────≪•◦✧❁✧◦•≫────>> ••

Con una mascarilla, gorro aislante, delantal, plumero y un escobillón con trapero y balde con productos de limpieza, Dewei Zhou le sonrió poniendo la mejor sonrisa que pudo, no obstante, Ángelo Raymonde torció la boca en una mueca al tiempo que sentía que un ojo le palpitaba, y antes de sumar un segundo más en ese lugar, dio la media vuelta con la intensión de salir corriendo, en ese viernes 23 de octubre en la tarde, lo último que quería era estar en medio de una gigantesca bodega repleta de cachivaches, chucherías y cosas extrañas procedentes de lugares desconocidos...

—¡Si no me ayudas le diré a Midori de tus actividades de espionaje! —exclamó Dewei.

Con la mano puesta en el pomo de la puerta, Ángelo se giró y dirigió una mirada asesina a su interlocutor, al instante una aura oscura le rodeó y unas cadenas aparecieron ondulando en su espalda, Hayate se materializó a su lado en el tamaño colosal semejante a un rinoceronte con el pelaje erizado y los ojos ardiendo... Por su parte, cruzándose de brazos, Dewei también liberó su aura y en su espalda se materializó una enorme flor en capullo que, al abrirse, reveló un reluciente loto dorado, flotando sobre él, había una bella joven de largo cabello ondulante y celeste que, con los ojos cerrados, estaba en posición de meditación.

—"Yo me rindo" —dijo Hayate volviendo a su forma humanoide y alzando las manos a los costados, cuando Ángelo se giró hacia él con expresión escandalizada, aquel agregó—. "No puedo pelear con la bella Mantra".

Arrugando el entrecejo, sin abrir sus ojos siempre cerrados, aquella manifestación tras Dewei chasqueó los dedos de la mano derecha, uno de los pétalos de la flor salió disparada atravesando el pecho de Hayate haciéndolo desaparecer en el acto, al segundo ella misma se desvaneció en el aire... Tras eso las auras de los dos muchachos volvió a la normalidad.

—Usar a Mantra es un golpe bajo... —refunfuñó Ángelo cruzándose de brazos.

—No es mi culpa que Hayate esté encaprichado con mi soporte espiritual —repuso Dewei acercándose al chico y entregándole el trapero y el balde—. Ahora ayúdame, jamás terminaré de limpiar si lo hago solo.

Ángelo suspiró y, resignado, avanzó por aquella enorme bodega y miró en rededor... la bodega de artículos extraños de la familia Roullie claramente era mucho más caótico que la bodega de archivos de la familia Hashimoto, así que aún si por su orgullo no quería admitirlo, de verdad sentía lástima por Dewei por tener que encargarse de este tipo de trabajos al tener como benefactores a esa poderosa y antigua familia Maorí... por su parte, su familia benefactora, los Hashimoto, un antiguo chan de chamanes japoneses, solo tenía como representante a Midori Hashimoto quién aún en ese momento se encontraba en Alemania... sin embargo, ahora que lo pensaba, el ciclo de los cinco años parecía estar a punto de comenzar, así que era muy probable que pronto estaría igual que Dewei limpiando la bodega de archivos... en ese momento le cobraría ese favor.

—¡¿Pero cómo es que una bodega tan importante llegó a este estado?! —exclamó entonces Ángelo apoyándose unos momentos en el trapero y mirando a Dewei que en ese momento tocía después de sacudir un enorme jarrón de arcilla negra.

—Todos los años me hago la misma pregunta... —murmuró Dewei—. ¿Cómo puede acumularse tanta suciedad?

—Además, ¿por qué hay artículos de cocina en medio de los libros? —replicó Ángelo cogiendo aquel grupo de batería y cambiándola de lugar.