La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]

Capítulo 39: Más que un día cualquiera.

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"El camino marca una dirección. Y una dirección es mucho más que un resultado".

Jorge Bucay

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The Palace – Barrio Georgetown (jueves 23 de abril – 07:00 a.m.):

Girando para dejar la toalla usada en una silla, Ian alzó aquella pequeña prenda interior con estampados de ositos y dio un respingo al ver la cama vacía, dándose vuelta, vio a Jethro correr desnudo hacia la puerta a una velocidad sorprendente, tal como si tuviera sus propios impulsores jet en las plantas de los pies.

—¡Jethro, ven aquí! —alcanzó a exclamar antes de escuchar a los chicos reír en el salón.

Contagiándose también, Ian meneó la cabeza de un lado para otro y salió de la habitación en busca del pilluelo, ahí lo vio pronto corriendo por la sala, saltando por los sillones y esquivando a Travis, Alphonse y Leon que intentaban atraparlo.

—¡Si va a la escaleras no lo encontraremos al menos en media hora! —exclamó Ian.

Ophelia que ayudaba a la señora Poly en la cocina en medio de carcajadas por la situación, corrió y se interpuso en los peldaños para hacer de barrera, deteniéndose en seco, Jethro le miró con sus grandes ojos azules y su amplia sonrisa de travieso, pero con la misma energía con la cual había estado escapando de sus hermanos, se giró y se subió al borde de uno de los sillones mostrando todos sus atributos cual estatua de David.

—¡Cielos, nosotros no hacíamos eso! ¿Verdad? —preguntó Travis mientras su gemela se cubría los ojos sin poder contener del todo las carcajadas.

—Al menos lo hacían una vez a la semana... los dos —replicó Ian logrando atrapar al pequeño kitsune y alzándolo como un paquete bajo el brazo derecho—. Una vez se escaparon de la casa y corrieron dos cuadras agitando sus calzoncillos como banderas.

Alphonse y Ophelia se miraron y soltaron una carcajada haciendo que Leon y Travis se pusieran tan rojos como tomates.

—¡Señor Ian! ¡Calleigh me jaló el cabello! —exclamó Nolan ingresando a la sala a la carrera.

—¡No es cierto! —repuso la niña apareciendo tras él.

—¡Claro que sí!

—¡Tú también jalaste mi coleta! —chilló Calleigh apuntándose su desordenada cabellera.

—¡Porque tú me pegaste primero!

—¡Papi, Nolan miente!

—¡No soy un mentiroso!

Los dos niños se arrojaron el uno sobre el otro y se cogieron de los cabellos, al mismo tiempo, Jethro que había estado agitándose entre los brazos de Ian para ser liberado, terminó por explotar y estallar en llanto, Leon y Alphonse intentaron separar a los niños mientras que Opehlia y Travis les hablaban queriendo persuadirlos, Snowy comenzó a maullar desde lo alto de la escalera y el burbujeo del hervidor de agua se unió a todo... Respirando hondo, Ian cerró los ojos por unos segundos y, al final, abrió los párpados abriendo la boca en un potente grito.

—¡Silencio! —en el acto todo quedó paralizado, en medio de la pelea de Calleigh y Nolan, Leon, Travis, Alphonse y Ophelia habían terminado enredándose en la disputa sin saber cómo, por su parte, Jethro habría inflado las mejillas y contenía las lágrimas con expresión estoica—. Quiero que terminen de alistarse para ir a la escuela y la universidad, Travis al trabajo. Terminaré de vestir a Jethro y cuando vuelva los quiero ver ya desayunando, ¿entendido?