Capítulo 17: El asesino del último deseo.

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"La muerte es una amarga pirueta de la que no guardan recuerdo los muertos, sino los vivos".

 Camilo José Cela

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Sala de interrogatorios 1 – sede de Sion (martes 18 de marzo – 15:45 horas)

Aquel hombre que había estado en el edificio Miracle en donde se había hallado el cuerpo de Zafira Ren calcinado por completo, estaba sentado en la silla frente a la mesa en actitud arrogante, se había reclinado mientras ladeaba la cabeza y al tiempo que su abogado, un joven alto y apuesto, se mantenía a su lado con la espalda muy recta. Phillipe Zachinni le miró sintiendo frustración, cuando lo habían conocido se había mostrado incluso humilde en su calidad de ejecutivo y representante de la empresa, ahora mostraba el reflejo que su record criminal decía impreso en las hojas que el líder de equipo tenía en la carpeta. Siendo así, Phillipe cerró las tapas del archivo y se inclinó hacia adelante, tras él Lukyan se cruzó de brazos mientras se apoyaba en el vidrio de visión unilateral.

—Señor Green, cuando se fue esta mañana de los departamentos Miracle, ¿adónde fue?

—Fui directo a una reunión —respondió el aludido—. Pregunte a mi gerente general.

Phillipe asintió, cogió otra carpeta y la abrió ante el hombre, mostrando unas fotografías, una correspondía a la escena del crimen y la otra era la de una huella en una camisa.

—Hallamos sus huellas en la casa de Gonzalo Pinett. ¿Cómo explica eso?

La expresión arrogante del aludido se volvió incómoda e insultante, no obstante, actuado a favor de su cliente, el abogado le tocó un hombro y le habló con suavidad.

—No tiene que responder —tras eso, el abogado Calvin Flourens, volvió a mirar al policía ante ellos.

—Fue a buscar algo, ¿tengo razón? —preguntó ahora Phillipe, pero al ver que tanto el citado como el abogado no decían nada, añadió mientras comenzaba a mover los dedos en un intento de mantenerse calmado—. Le haré otra pregunta, ¿cuándo vio a Gonzalo Pinett por ultima vez?

—Déjeme pensar... —respondió Raúl Green—. No lo recuerdo... —añadió mientras Lukyan resoplaba con irritación—. Debió ser cuando renunció. Tras eso no hubo más contacto.

Phillipe asintió con lentitud, después, entrelazando las manos sobre la mesa, añadió con una expresión sumamente calmada y confiada.

—Sé de las discusiones que tuvo la empresa con Gonzalo Pinett. También tiene que ver con usted.

—No tenemos que responder a sus preguntas —habló de inmediato el abogado.

—Entiendo, entiendo... —dijo el líder de equipo de la brigada 2—. Señor Green, debería cooperar.

—Lo siento —sonrió el aludido simulando expresión desilusionada—. Lo siento de verdad, pero no tengo nada más que decir.

La puerta se abrió en ese momento y Fiorella ingresó, mirando a sus dos superiores en el interior, añadió:

—Jefe... le necesitamos aquí... —dijo la joven—. Llamó la legisladora Jenna Pelosi... preguntó por Raúl Green y quería hablar con usted...

Phillipe se reclinó en la silla aguantando una maldición y miró al hombre aludido y luego al abogado, la seguridad en el rostro de ambos era insultante, así que sin muchas alternativas, el superintendente Zachinni se puso de pie y abandonó la sala de interrogatorios en compañía de Lukyan, al otro lado del espejo de visión unilateral Akihiko tuvo que suspirar con frustración, aunque se lo esperaba, estos tipos nunca estaban solos... después de todo el flujo de dinero bajo la mesa era enorme...

La legión del Caos (Temporada 4) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora