Y Jade tuvo la razón.
Harry, Ron y Hermione hablaban en una esquina de la habitación, a susurros. Harry parecía muy enojado, Hermione a punto de llorar y Ron algo sorprendido.
Jade estaba incómoda. MUY incómoda. Se encontraba recostada en una de las camas, escribiéndole a Pansy una carta.
"...¿Y cómo está Theo? Supongo que se habrán visto en las vacaciones. Blaise me envió una carta y sí, fue de nuevo a ese lugar de Oceanía.
Hizo una pausa. ¿Debería...? No estaba segura de si preguntarle o no, pero las ganas de hacerlo la carcomían por dentro. Decidió que le preguntaría casualmente, solo por las dudas.
Oh, y, ¿has tenido noticias de Malfoy?
"Perfecto" pensó Jade, con una mini sonrisa en los labios "Corto y preciso"
Un tremendo salto en su cama la distrajo. Elevó la mirada, y se encontró con los brillantes ojos de Fred.
—Hola, agua.
—¿Qué tal, fuego?
—¿Por qué se dicen así? —preguntó Ginny, la hermana menor de los gemelos, sentándose también en la cama.
—La comenzamos a llamar agua por sus ojos —dijo George, sentándose al lado de Jade y estirando sus piernas por encima de las suyas.
—Y yo los bauticé a ambos como fuego por sus greñas —dijo Jade con una sonrisa.
Harry, Ron y Hermione se sentaron en la otra cama. Y todos (a excepción de Jade, que se volvió a incomodar y terminó de escribir la carta de Pansy) comenzaron a conversar.
Hablaban sobre uno de los hermanos de Ron y una pelea que tuvo con su familia, sobre El Profeta, algo sobre unas orejas y más. Todos parecían estar temerosos de que Harry empezara a gritar o se enojara. A Jade eso la hacía enojar un poco.
Ella se sentía un poco culpable, pues entendía que Harry había pasado por demasiadas cosas que ella no, y que debía soportar cosas como la muerte de sus padres, un viejo loco que lo quería asesinar, vivir con sus insoportables tíos, entre otras cosas que ella no podía ni imaginar. Sin embargo, ese sentimiento de enojo porque le tomaran en cuenta y le prestaran mucha más atención a él le pudría los intestinos. Ella también había estado en el cementerio, ella también había visto cómo Voldemort retornaba, ella casi presenció la muerte de su mejor amigo y su novio, ella tuvo que ver a su padre mortífago estar de rodillas ante el Señor Tenebroso sin preocuparse por si la mataban ante sus propios ojos o no, su nombre también apareció en el cáliz de fuego para guiarla a su destino final. Si ella también sufrió todo eso, ¿por qué no la tratan como si fuera especial? ¿Por qué no recibe la misma atención que él recibe? ¿Es porque no tiene una maldita cicatriz en su frente? ¿Era por eso?
Jade lo intentaba, joder, claro que lo hacía, pero cada vez que se veía envuelta en una situación como esta, no podía evitar sentir la ira quemar su corazón y querer gritar "HARRY POTTER NO ES EL ÚNICO SER HUMANO EN ESTA TIERRA"
Y luego se sentía tremendamente mal, porque estaba siendo egoísta al querer toda la atención que él no se buscó. Atención que le dieron únicamente por sobrevivir al ataque que le arrancó a sus padres de su lado. "¿Por qué era tan inmadura? Simple, una adolescente caprichosamente egoísta." Se decía cruelmente a sí misma en las noches silenciosas que los demonios gritaban.
—¿Jade? —la ojiazul escuchó la lejana voz de su novio llamarla, pero no le hizo caso.
Harry le dio un empujoncito en el hombro, sacándola de su transe, y la miró un poco preocupado —¿estás bien?
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Monamour. |Draco Malfoy|
Fanfiction-Yo me enamoré de sus demonios, ella de mi oscuridad. Éramos el infierno perfecto.