Capítulo 15.

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—Odio las fotos. —murmuré para mí misma mientras me adentraba a la pequeña habitación, donde ya se encontraban Viktor Krum y Fleur Delacour.

Ludo Bagman apenas vio a Harry fue corriendo donde él estaba, y antes de que pudiera abrir la boca, me fui a un rincón alejado de la habitación.

Vi cómo una mujer rubia se llevó a Harry a algún cuarto más pequeño y privado. Miré hacia Fleur, y me di cuenta de que estaba conversando muy plácidamente con Draco.

El nombrado volteó a verme, me dirigió una sonrisa como la que pone cada que ve a Harry, y siguió conversando con Delacour.

—Hola, chica.

Dirigí mi mirada a Viktor Krum, que se había acercado a mí con una pequeña sonrisa.

—Hola, Krum.

—¿Cómo te llamas? —me preguntó.

—Soy Jade Brown.

—Ah, qué lindo nombrre. Tu nombrre me hace pensarr en piedrras prreciosas.

—Gracias —sonreí ampliamente—, nunca me habían dicho eso.

Él sonrió con suficiencia, y me preguntó: —Oye, según lo que escuché tienes sólo 15 años... ¿porr qué estás parrticipando en el Torrneo entonces?

Suspiré —no lo sé, alguien puso mi nombre en el cáliz... yo no fui.

Él entrecerró los ojos —supongo que te crreo... —Harry salió del armario, luciendo muy contento de librarse de la señora rubia. Dumbledore salió detrás de él, y detrás de Dumbledore, salió la rubia—. Crreo que va a empezarr la comprrobación de las varritas... —Krum agarró mi mano y plantó un suave y casto beso en ella, cosa que me hizo abrir mucho los ojos y verlo sumamente sorprendida. Nadie nunca había besado mi mano—. Hablarremos después, Jade Brrown.

Lo vi irse hacia las sillas y me sentí un poco mal por haberme burlado de él con Blaise por su (casi nulo) cabello.

Inconscientemente, miré en dirección a Draco, que parecía echar chispas por los ojos.

Elevé una ceja hacia él, y rápidamente Malfoy bajó la mirada.

Todos los campeones se sentaron en las sillas y me fui a sentar rápidamente con ellos. Quedé entre Harry y Draco, para mi muy mala suerte.

—Permítanme presentarles al señor Ollivander —dijo Dumbledore, ocupando su sitio en la mesa del tribunal y dirigiéndose a nosotros cinco—. Se encargará de comprobar sus varitas para asegurarse de que se hallan en buenas condiciones antes del Torneo.

El señor Ollivander nos llamó uno por uno para comprobar nuestras varitas, empezando por Fleur, luego yo, seguidamente Draco, luego Viktor y por último Harry.

Ollivander se veía especialmente interesado en la varita de Harry.

Potter y yo nos levantamos al mismo tiempo para irnos, pero un hombre con una cámara de fotos negra se levantó de un salto y se aclaró la garganta.

—¡Las fotos, Dumbledore, las fotos! —gritó Bagman—. Todos los campeones y los miembros del tribunal. ¿Qué te parece, Rita?

—Eh... sí, ésas primero —dijo la rubia, poniendo los ojos de nuevo en Harry—. Y luego tal vez podríamos sacar unas individuales.

Las fotos tomaron mucho tiempo, cosa que no me agradó para nada. Primero una todos juntos, luego los jueces, luego nosotros, fotos cada uno de nosotros solos, Viktor con Karkarov, Fleur con Madame Maxime, Dumbledore con Harry, Draco y conmigo; cuando por fin terminamos tenía las mejillas entumecidas de tanto sonreír.

Monamour. |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora