Capítulo 18.

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—Hay baile. El que sepa bailar, bien, el que no, ni se moleste en ir.

Después de decir estas palabras muy amargamente, Snape se fue de la Sala Común, y todos los Slytherin comenzaron a hablar entre ellos.

—No entendí nada —dijo Theodore, mirándonos con el ceño fruncido.

—Dijo que habrá un baile, sordo —replicó Pansy—. ¡Qué emoción! Me tienes que acompañar a buscar un vestido —me advirtió apuntándome con el dedo.

—¿Creen que debamos llevar pareja? —preguntó Blaise.

—Es un baile, es obvio que tendremos que llevar pareja —repuso Draco.

—Oh, esto se volverá un desastre hormonal —musité.

Dicho y hecho. Al día siguiente, más de medio colegio se había apuntado para quedarse las Navidades en Hogwarts, y por todos lados se veían a niños y niñas pidiéndose ser pareja de baile.

Aunque era un poco patético, ¡se asustaban como si estuvieran pidiendo matrimonio!

Y en ese fin de semana fue increíble la cantidad de propuestas que le llegaron a Draco.

—No comprendo, ¡ni siquiera eres guapo! —exclamé a modo de queja cuando estábamos conversando en el Sauce Llorón.

Él se carcajeó —que a ti no te parezca guapo no significa que no lo sea. ¡Si soy precioso!

—Sí, preciosamente horroroso —me burlé.

—Al menos a mí las chicas me han invitado ir al baile con ellas. ¿A ti quién te ha invitado?

—No tengo planeado que alguien me invite —aclaré, arrugando la nariz—. Estoy bien así.

—Con alguien debes ir —insistió.

De pronto se me ocurrió una idea

—Ya. Entonces iré contigo.

Él frunció el ceño y pareció muy desorientado de repente.

—¿Q-qué? —tartamudeó.

—Que iré contigo. Vayamos juntos al baile. —repetí, arqueando una ceja.

—Yo... no... no puedo.

—¿Por qué? —pregunté.

—Los dos somos campeones, no creo que se pueda.

—Nunca dijeron que no se podía.

—Ah, bueno, mmhm, le preguntaré primero a mi novia —remarcó la palabra novia, mirando a todos lados menos a mí—. Después tal vez pueda pensarlo.

—Ay no, lo decía para ahorita, no te esperaré toda la vida —dije, un poco disgustada.

—Lo siento.

—No pasa nada —dije, sonriendo forzadamente—. Además, lo más lógico es que vayas con tu novia... y yo no soy tu novia —reí.

El ambiente se volvió muy incómodo después de eso, y no hablamos sin tener que fingir nuestras sonrisas hasta el lunes. Aunque bueno, fue gracias a Theo.

—Creo que está todo listo... —susurró él, revisando que todo estuviera impecable—, sí, está perfecto. Draco, Jade, busquen el cartel en mi cuarto. Crabbe, Goyle, dejen los chocolates en su sitio... me ponen nervioso. Blaise, ¿tienes la guitarra?

—¡Claro que sí, mi omigo! —exclamó él, en lo que se supone era "español"

—Perfecto. El cartel está sobre mi cama —nos indicó.

Monamour. |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora