Monamour. |Draco Malfoy|

Capítulo 6.

—Francamente, chicos...

—Cállate Brown —me gritó Zabini.

—No arruines la sorpresa con tus palabras —le siguió Pansy.

—Porque, juro que abriré la ventana —me amenazó Nott.

—Tú definitivamente nos quieres matar a todos —dijo Goyle.

—No miento, si pudiera, lo haría —admitió Theo.

—¿Dónde está la comida? —cuestionó ansiosamente Crabbe.

—Contrólate un poco —replicó Malfoy.

—Chicos, no debían...

—¡CÁLLATE! —me gritaron todos al mismo tiempo.

—Aquí ni libertad de expresión hay —suspiré dramáticamente.

—Pero, ¿te gusta o no? —preguntó Draco.

—¡Claro que me gusta! Es un gran gesto de parte de los seis que se queden en Navidad aquí conmigo.

—¡Perfecto! Ahora, si nos disculpan, Theodore y yo debemos hablar algo en el cuarto —exclamó Pansy.

—Uuuuyyyyyy —comenzó Blaise.

—Juro que no miento cuando digo que abriré la ventana y te mataré —replicó Nott mientras era arrastrado por Pansy al cuarto de él.

—A veces me pongo a pensar —comenzó a decir Goyle.

—¿Tú piensas? —lo interrumpí y él me miró mal.

—Que graciosa eres, cuéntame otro chiste —dijo sarcásticamente—. Bueno en fin, me puse a pensar, ¿qué se habrá fumado el que hizo las Salas Comunes? Es decir, ¿ventanas que se pueden abrir? Estamos debajo del agua.

—El tipo tenía tendencias suicidas, déjalo —dijo Blaise comiéndose una galleta.

Después de un rato conversando con los chicos me decidí ir a caminar un rato por los pasillos de Hogwarts para despejarme un rato.

Miraba el cielo a través de las ventanas, cuando sentí que choqué con alguien.

—Disculpa —dijimos ambos al mismo tiempo.

Le ofrecí una sonrisa amable al chico y pasé por un lado.

—¡Oye! —me gritó cuando ya me había alejado.

Me volteé a verlo confundida.

—Eres Jade Brown... ¿no? Hermione me ha hablado de ti.

—Sí, soy yo.

—S-soy Harry Potter.

—Un gusto —dije amablemente.

Él frunció el ceño.

—Que extraña eres.

—¿Disculpa?

—Todos se emocionan siempre de conocerme —dijo él— tú no.

—Perdona, es que no te conozco. Tal vez Draco habrá mencionado tu nombre unas cuantas veces, pero no me llamas tanto la atención como para ponerme a investigar de ti.

Harry se me quedó viendo, perplejo.

—Soy famoso —replicó.

—Que bueno —respondí.

—Y-yo... eh...

—Me tengo que ir, Harry Potter. Saluda a Hermione de mi parte.

—¡Sí, sí!