Capítulo 42.

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Draco Malfoy

Todo estaba oscuro. No había ningún ruido aparte del de unos pasos. Entonces, se abrió una puerta frente a mí y la figura de mi madre no tardó en hacer presencia.

—Draco, cariño, ¿no estabas ya dormido? —me preguntó dulcemente, mientras prendía la luz y se sentaba a mi lado.

—No puedo dormir —le respondí.

—Puedo decirle a Dobby que te haga un poco de leche caliente —me ofreció ella, sonriendo—. Eso suele relajarme cuando no puedo dormir, ¿sabes?

Me quedé en silencio. Había algo quemándome internamente, quería preguntárselo desde hace tiempo, pero tenía miedo de que se burlara de mí por lo patética que era aquella pregunta.

—Mamá, si te pregunto algo, ¿no te vas a burlar de mí? —le pregunté cuidadosamente.

—Nunca me burlaría de ti, corazón —dijo ella, acariciándome la cabeza.

—¿Qué le pasó a Jade?

Su expresión se volvió seria por un momento, pero luego volvió a sonreír.

—¿Por qué lo preguntas?

—Hace meses que no viene a la casa —le expliqué, frunciendo el ceño—. Le he enviado cartas y no responde ninguna... ¿ya no me quiere?

—Claro que te quiere, Draco.

—¿Entonces es que no quiere ser más mi amiga?

—No, cariño, no es eso... Lo que sucede es que Jade y sus padres se mudaron.

—¿Y tan lejos está para no visitarnos? —pregunté—. ¿No podemos visitarlos nosotros?

Mamá soltó un suspiro pesado.

—Bueno... esto debe ser muy confuso para un niño pequeño, pero haré mi mejor intento porque comprendas. Jade... ella ya no te recuerda. Quiero decir, para ella, es como si nunca hubieses existido en su vida. Esto es porque los Brown sufrieron un ataque de mortífagos, el cual resultó muy traumatizante para Jade, así que su padre le borró algunas cosas de su mente. Algo resultó mal y ahora no te recuerda a ti tampoco... No es que te haya dejado de querer, es que no recuerda haberlo hecho.

Eso me dejó con la boca abierta. Mis ojos se cristalizaron al preguntarle:

—¿Eso significa que no volveré a verla más nunca?

Ella asintió lentamente con la cabeza.

Mordí la manzana en mi mano mientras pensaba en el sueño que había tenido esa noche. Nunca me había parado a pensar en eso, ¿por qué de pronto soñaba nuevamente con esa etapa de mi vida?

Observé a la castaña de reojo. Estaba conversando con Blaise mientras comían unas papas fritas y las compartían entre ambos.

No vale la pena pensar en ese tiempo me dije a mí mismo, mordiendo nuevamente mi manzana ahora ella está aquí, junto a mí.

Potter pasó por al frente de nosotros. Jade lo saludó con la mano, y él le sonrió. Entrecerré los ojos, y le hice una seña a Blaise.

—Jade, acabo de recordar que tenía una cita con el Calamar Gigante en el Lago Negro —se excusó, levantándose—. Hablamos luego.

—¡Dale un beso de mi parte! —le gritó ella mientras nosotros salíamos de los jardines de Hogwarts.

—¿Qué pasa, oxigenada? —me preguntó Zabini cuando ya estábamos lejos de ella.

Monamour. |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora