El desayuno del día de la tercera prueba fue muy bullicioso. Todos leían el profeta, y algunas personas de la mesa en la que comía —específicamente Draco, Crabbe, Goyle, y otros— voltearon hacia Harry.
—¡Eh, Potter! ¿Qué tal te encuentras? ¿Te sientes bien? ¿Estás seguro de que no te vas a poner furioso con nosotros? —le gritó Draco.
Fruncí el ceño, al ver que Potter se volteaba y se ponía a leer el periódico.
—¿Qué demonios hiciste ahora? —le cuestioné a Draco, y él sonrió maliciosamente.
—Nada. ¿Por qué?
—Pásame ese periódico —pedí, y él me entregó el que tenía en la mano.
"HARRY POTTER, «TRASTORNADO Y
PELIGROSO»"
Mientras más leía el artículo de Rita Skeeter, más me enojaba.
—¡Que divertido eres, Malfoy! —le dije, y él rodó los ojos—. Dejar mal a un chico frente a miles de personas que leen esta cochinada, ¡muy astuto!
—Que Potter sea tu noviecito no significa que no me pueda reír un rato de él.
—Ojalá nadie se ría de ti en público.
—Ay, ya. Deberías estarte riendo, eres mi mejor amiga.
—Que sea tu mejor amiga no implica que me reiré de las cagadas como estas en las que participas.
—¡Solo dije la verdad! Él habla pársel, ¿qué no sabías? —los estudiantes que estaban a nuestro alrededor en la mesa de Slytherin miraban nuestra pelea bastante interesados—. Es peligroso. Y yo quería demostrarle al público lo mucho que me preocupo por la sociedad mágica. Podría matarnos a todos, si lo piensas bien.
—Tú nunca piensas madurar, ¿no es así? —escupí enojada— ¿querías tus cinco minutos de fama? Ahí están. A ver si así dejas de ahogarte en un vaso de agua por querer que te presten tanta atención como se la dan a Potter.
Él me miró muy enojado e iba a replicar, pero la profesora McGonagall lo interrumpió.
—Malfoy, Brown, después de desayunar los campeones tienen que ir a la sala de al lado —nos dijo.
—Pero, ¡la prueba es hasta la noche! —dijo Blaise a mi lado. Malfoy y yo no hablábamos: nos dedicamos a fulminarnos con la mirada el uno al otro.
—Ya lo sé, Zabini. Las familias de los campeones están invitadas a la última prueba, ya sabes. Ahora tienen la oportunidad de saludarlos.
Dejé de mirar a Malfoy para dirigir mi vista a la profesora con pánico. ¿Las familias de los campeones? Eso significa que mi madre y mi padre están acá.
Mis manos se tornaron sudorosas y se me quitó por completo el hambre. Mi estómago dolía y mi corazón latía desenfrenado. Es una reacción estúpida, pero siempre me pasaba cuando anunciaban que ellos estaban acá.
No quería ir. Malfoy se veía muy serio, y lo entendí: lo había tomado completamente desprevenido también.
El Gran Comedor se fue vaciando poco a poco y ambos nos levantamos al mismo tiempo. Nos miramos por un momento, y luego salimos sin decirnos ni una palabra. Podía sentir la incómoda tensión en el aire.
Al entrar, estaba Fleur Delacour hablando con su madre en francés y su hermanita menor. Viktor Krum se encontraba en otra esquina, hablando velozmente búlgaro con su madre y su padre. Un chico mayor, que supuse yo era uno de los hermanos de Ron Weasley junto a otra mujer que parecía ser su madre, estaban hablando animadamente con Harry. En un lado estaban los padres de Draco, Lucius y Narcissa, esperándolo. Por el otro, estaban los míos, hablando a susurros entre ellos.
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Monamour. |Draco Malfoy|
Fanfiction-Yo me enamoré de sus demonios, ella de mi oscuridad. Éramos el infierno perfecto.