—Juro que si sigues así de pálida le diré a Zabini que te lleve a la enfermería.
Giré mi cabeza de forma que pudiera mirarlo directo a la cara.
—Malfoy, así es mi color natural —repliqué elevando una ceja.
—No. Eres un poco pálida, sí, pero no tanto. Además —objetó, luego alzó su mano y señaló mis ojos—, tienes ojeras y tus ojos se ven irritados. ¿Estuviste llorando?
Miré sorprendida a Draco y dije:
—Eres observador. Sin embargo, te equivocas: no estaba llorando; sólo me quedé despierta toda la noche.
—¿Por qué? —preguntó él de inmediato con un tono de voz que me dejaba deducir que estaba muy interesado en la razón de mi desvelo.
Dejó su mochila a un lado y se acostó sobre su vientre.
—No es de tu incumbencia. No seas como Zabini.
—Oh, vamos, todos sabemos que Zabini es la persona más chismosa que pueda existir en Hogwarts, no le llego ni a los talones.
—¿Ah, sí? Pues lo dudo, Malfoy.
Él elevó sus dos cejas.
Rodé los ojos— tuve un mal sueño, eso fue todo.
—¿De qué trataba?
—Dios mío, ¿por qué lo quieres saber todo?
Él simplemente se encogió de hombros.
—Como sea. No lo sé, todo es muy borroso. Era yo, con un niño... parecía que éramos amigos o algo así; sólo recuerdo una flor de cerezo —le conté a Draco. Su semblante se volvió completamente serio y unió sus manos.
—¿Cómo era el escenario?
—Te lo digo, Malfoy, no recuerdo nada más que eso.
Él apretó sus manos con fuerza y luego las soltó.
—Se hace tarde —comentó él después de unos minutos de silencio—. Deberíamos volver a la Sala Común.
—Sí, claro —dije un poco distraída—. Te veo allá.
—Bien. Adiós —se despidió con frialdad y se fue por el bosque.
Miré el lago con frustración. ¿Qué podría significar ese sueño? Era la primera vez que lo tenía. Quizás no significara nada, pero se sentía tan lúcido y cercano que hasta parecía un recuerdo.
—Tonterías —le dije a mi reflejo del agua.
Después de cruzar por el bosque me adentré en el castillo. La clase de DCLAO de hoy había estado entretenida, me agradaba el profesor Lupin y su clase era la más divertida de todas. Aunque prefería Adivinación. No porque fuese más informativa o me enseñara grandes cosas, más que todo era porque la profesora me daba demasiada risa. Por supuesto, hacía todo mi esfuerzo por no reírme en medio de la clase, pero era una tarea muy complicada considerando las caras de Crabbe y Goyle cuando la profesora les decía que morirían ese mismo día.
Seguí caminando por el corredor hasta que casi me caigo de cara frente a unos estudiantes de 6to a causa de un libro en el piso.
Agarré con irritación el libro y procuré mirarlo únicamente a él mientras terminaba de cruzar el pasillo para ahorrarme la vergüenza de ver cómo los chicos se reían de mí.
Abrí el libro en un desesperado intento de desviar mi atención de las risas de los de 6to. En la parte interna de la tapa dura había un trozo chiquito de pergamino que citaba "Hermione Granger"
Ojeé un poco las páginas y me di cuenta de inmediato de que era un libro de Estudios Muggles. Sin embargo, esto no fue lo que llamó mi atención. Un horario estaba prendido entre unas páginas del medio, pero no era como los otros: tenía prácticamente dos clases al mismo tiempo, un montón de exámenes y parecía ser que estaba inscrita en todas las asignaturas de la escuela.
Era de 3er año, como yo, pero supuse (por las asignaturas en diferentes horas de las mías) que era o Ravenclaw o Gryffindor, pues compartía algunas clases conmigo.
Al parecer mañana iría a la biblioteca a las 3 de la tarde. Perfecto, le devolveré el libro y listo. No le haré preguntas. Nada de preguntas.
(...)
—Hola, ¿eres Hermione Granger?
Le pregunté a una chica muy guapa que estaba rodeada de muchísimos libros. Se veía un poco estresada.
—Sí, soy yo —afirmó rápidamente sin mirarme— si vienes a molestar te comento que estoy lo suficientemente ocupada como para atenderte, así que por favor, retírate.
—¡Que forma más educada de decir que me largue! —exclamé—. Sólo venía a entregarte este libro, por su culpa casi me rompo toda la cara ayer.
Ella levantó la cabeza del pergamino con el ceño fruncido y miró el libro en mi mano, abrió la boca en una perfecta "o" y me lo arrancó de la mano.
—Muchas gracias, pensé que lo había perdido. No lo rayaste, ¿no?
Fruncí el entrecejo por la pregunta.
—Nunca le haría eso a un libro.
—Oh, perfecto —dijo ella con voz dulce. De repente pareció caer en cuenta de mi uniforme—. Si eso era todo, ya te puedes ir.
—De hecho, —comenté, sentándome en la silla. Ella me vio incrédula— me dio curiosidad tu horario. ¿Cómo es que estás en dos clases a la vez?
—Eso no tiene ni por qué importarte —declaró con voz hostil—. Lárgate, Slytherin.
—Que agresiva eres, Gryffindor. Dime, ¿acaso tu casa no era la más caballerosa?
—Dime, ¿acaso tu casa no era la más orgullosa? —me devolvió ella con el mismo tono irónico— ¿Qué haces aquí, entonces, hablando con alguien que no es de tu casa y claramente te está tratando mal?
Abrí la boca sorprendida.
—Touché.
Ella esbozó una sonrisa y estiró su mano.
—Hermione Granger.
Yo estiré mi mano también y estreché la suya.
—Jade Brown.
—Oh, eres la amiga de Malfoy.
—¿Disculpa?
—En Gryffindor te conocen así —confesó— a nadie le cae bien Malfoy. Así que supusieron que tú eres igual a él por ser su amiga.
—No soy su amiga, apenas lo conozco hace dos meses —le corregí— y, no te ofendas, pero tus compañeros de casa son unos idiotas.
—Lo sé, en ocasiones lo son —admitió Hermione en un suspiro.
—Y entonces, ¿me dirás sobre tu horario?
Ella me miró ansiosa— no le he dicho ni a mis mejores amigos, ¿qué te hace creer que te lo diré a ti?
—Soy muy buena guardando secretos. Te juro que no se lo diré a nadie —dije con voz suave.
Hermione entrecerró los ojos.
—¿Acaso me estás persuadiendo de que te lo diga?
—Si tú lo tomas de esa manera, no puedo hacer nada.
Ella soltó un suspiro y se inclinó sobre la mesa.
—Tengo un giratiempo —susurró mirándome a los ojos— con él puedo llegar a dos clases al mismo tiempo.
—Para estudiar todas las materias del colegio y aprender mucho más, ¿no es así? —susurré yo también.
—Así es. Por favor, no le digas a nadie. Le prometí a la profesora McGonagall que nadie se enteraría, pero necesitaba decirlo en voz alta.
Hice como si mi boca fuese un cierre y boté una llave, para luego susurrar: —Tu secreto está a salvo conmigo.
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Monamour. |Draco Malfoy|
Fanfiction-Yo me enamoré de sus demonios, ella de mi oscuridad. Éramos el infierno perfecto.