Maylin Xing:
» Inari.
No pensar en otra cosa que en él. Me siento mareada ante mis dudas revoltosas.
Siento un leve apretón en el pecho que me deja sin respiración, encierro mis manos con fuerza y trato de evadir esas dudas.
» Inari es el único que a pesar de todo ha estado para mí, no me habrá protegido con su poder o fuerza, sin embargo, me ha escuchado cuando realmente necesitaba desahogarme sin que tener que ser juzgado.
Adriano ingresa a la habitación con demasiada lentitud, retrocedo unos cuantos pasos, mis piernas rozan con la cama. Levanto la mirada para verlo a los ojos.
—No estés preocupada. —dice con un tono muy áspero que me hiela por completo. —Él aun vive, Maylin.
» Esta siendo frío conmigo.
Trago saliva y cojo una gran bocanada de aire.
—Lo tienen ¿verdad? —pregunto, pero Adriano lo niega al instante.
Frunzo el ceño.
—No soy tan idiota para tenerlo en la casa, Maylin. —me dice y alza mi mentón. —Lo traslade unos días antes a otro lugar.
—Lo sabes. —contesto con una naturalidad.
Mi estómago revolotea y la sensación de botar todo, crece con demasiada rapidez. Me llevo la mano a mi boca y trago saliva.
—¿Piensas que te dejaré desprotegida?
Su voz me causa escalofríos y empieza a picarme los brazos. Me siento con lentitud sobre la cama.
—Ya me cansé de pensar. Solo quiero dormir. —lo digo de manera tranquila.
Llevo una mano a mi estómago e intento calmar los revoloteos provocados por la angustia. Siento como esa sensación aterradora sube por mi garganta con demasiada rapidez, pongo los pies sobre el piso, recorro la habitación y busco el cuarto del baño.
Adriano me señala la dirección del baño y yo apresuro mis pasos hasta llegar. Siento los dedos fríos de él, estos se deslizan y cogen mi cabello en una coleta.
—Realmente tienes serios problemas. —susurra con una voz más tranquila, ya no es tan distante.
Enjuago mi boca y me apoyo en la pared.
—Las ganas de vomitar cuando estoy metida en líos me desconcentran por completo de todo el mundo. Ser Xing es una mierda. —contesto y dirijo mi mirada al piso.
—Tú vida es un caos total.
Siento una pesadez sobre mis hombros, también un punzón en mi pecho que me deja con una necesidad de abrir la boca para poder respirar.
Mis piernas tiemblan cada vez que doy un paso.
Suelto un gemido de dolor al sentir que mis rodillas tocan el piso con fuerza. Apoyo mis codos para no ir con todo y terminar golpeándome la cara.
Escucho la voz de Adriano como si fuera un eco.
Cuando lo veo a los ojos, me asechan las ganas de llorar.
Él es la única persona que esta conmigo. Adriano me protege.
—Estarás bien, Maylin. No pasa nada, estoy aquí. —lo escucho decir.
Me ayuda a levantarme hasta poder llegar a la cama.
—Lo siento mucho, realmente lo siento... —mis palabras salen de manera entrecortada.
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La Emperatriz Del Bárbaro |+21
ActionCompulsivos, iracundos, desafiantes y efusivos. Bandos totalmente distintos: Un líder sangriento de la mafia italiana y una joven destinada a ser la heredera de la mafia china. Son enemigos en todas sus letras, la tríada y la mafia italiana nunca h...