La Emperatriz Del Bárbaro |+21

C A P (56)

Adriano Greco:

Veo a Maylin desde afuera de su habitación, descansa. El doctor a cargo no soltó más información que solo el que está deshidrata y la infección en su pierna pudo empeorar y acarrear problemas relacionados con el... a la semilla.

—La infección no llego a mayores, sin embargo, el feto no se vio afectado, es fuerte, lo suficiente para que ella tome una decisión... —suelta Andreas haciendo que voltee al instante, el doctor no hablo en frente de él, pero lo sabe y es ahí donde recuerdo que Maylin lo apuntaba.

Miro a Andreas, tiene una postura despreocupada ahora que ella duerme, sin embargo, al rato empieza a moverse.

«Michelle, tal vez piense en ella, pero no tengo el poder suficiente para detener a mi hermana».

Me concentro en ver a Maylin, la cual suele despertar en cortos tiempo y al rato vuelve a dormirse, se levanta para comer o ir al baño, pero ya despertó, así que entro a la habitación y cierra los ojos al percatarse que ingreso, luego se pasa las manos por la cara para soltar un suspiro.

—¿Cuánto tiempo de reposo debo tomar?

—Dos semanas.

Hace una mueca al escucharlo, asiente. Me conmociona el hecho de que se muestre obediente ante el descanso en ella no es normal que esté sentada sin mover un dedo, pero en estos momentos se muestra accesible a esa orden médica y sus manos apartan la manta que le cubre y alcanza a tocar la venda en su pierna.

—Creí que sería suficiente con la inyección de Camille... —reniega.

—Hubiera servido si descansaras lo suficiente, pero parece que te picara los pies y no parabas de ir a la cocina para agarrar esa lata de melocotón —comento y Maylin me ve con una expresión seria.

—Fue el individuo... —dice —, pero hablemos del tema que me trajo acá. ¿Infección?

Asiento y hace una mueca, pone las manos encima de su abdomen de forma aleatoria, sin embargo, este momento se queda en mi cabeza, por muy simple que parezca.

—¿Cómo es posible que siga aquí? —pregunta con la mirada sobre su abdomen y mi atención se despega de ella, al escuchar un ruido fuera de la habitación. El sentido de estar en alerta no me deja descansar en paz, sin embargo, cuando eso pasa vuelvo a Maylin quien también tiene los ojos en la puerta.

—¿Te refieres a la semilla? —Deja escapar un suspiro de cansancio al decirle el apodo que no le gusta y me rindo, es que se siente como si le gustará, pero a la vez lo detesta. Parece estar hecha de piedra, aunque solo es una armadura para protegerse.

Cruza los brazos y se niega a escuchar porque saca sus propias conclusiones.

—Entonces sigue con vida —dice con la mirada puesta sobre la pared —, me sorprende que sobreviva con tantos momentos atroces que hemos pasado.

Maylin podría hablarme en temas científicos del embarazo, sin embargo, lo hace de una forma más suave como si cuidara su tono para que no se arrepienta después, pero todo eso se desvanece al percatarse que la estoy mirando cuando se pasa por unos segundos la mano por su abdomen, de manera inusual y extraña.

—Ayer, hablamos sobre el tema de los agentes —dice, haciendo que traigamos de vuelta el asunto que va a encargarse mi hermana menor.

—Fue hace dos días.

Se acomoda mejor, pero le ayudo a colocarse una almohada para que repose su cabeza, me toca el brazo para hacer contacto visual y su ceño está fruncido.

«Ni siquiera noto cuando estuvo despierta.»

—¿Por qué no dijiste eso antes? —Intenta pararse, pero coloca ambas manos sobre sus hombros para detenerla —. Debemos irnos.