C A P (31) II

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Maylin Xing:

Una y otra vez repaso el plan en mi cabeza, para no cometer errores que tal vez nos deje en la total intemperie.

«El primer paso de todo el trayecto planeado: es secuestrar a la nieta de los Radovich y también meterle un tiro en la cabeza a Amato, todo sea por desequilibrar a los poderes del sur y el poderío del norte se vaya expandiendo hasta que Flavio consiga a un nuevo "suplente sureño"»

» ¿Qué gano yo de todo esto? —Si Adriano confía lo suficientemente en mí y su avaricia no lo ciega, podíamos crear algo tan indestructible e impenetrable. Apoyar a Adriano hasta que llegue a la cúspide y controle cada parte de Italia, es de gran importancia para mí beneficio.

Adriano es un monstruo hambriento por provocar dolor y hacer mares de sangre, sin embargo, no posee el cien por ciento de fortaleza territorial. No obstante, cuando ya hayamos ganado, podré usar el poder que desprende Greco contra mi máximo opositor que intenta matarme a cada minuto de mi existencia.

«Zimo Wang»

» Si las cosas no marchan como quiero, lo mejor será que pase el filo de un cuchillo por el cuello de Greco. Un paso en falso del italiano y podría quedarme con todo si se atreve a traicionarme. No vine a Italia a crear maripositas sobre mi estómago.

Muevo la cabeza y saco todos esos pensamientos penumbrosos que me dificultan repasar el plan, suelto un largo suspiro al ver a Nanette ingresar a la iglesia, apenas y puede sujetar el ramo de flores y las facciones que presenta su rostro es demasiado deprimente.

—Esta mierda es totalmente aburrida. —susurro y veo de reojo a Adriano.

—Silencio, Maylin. No se maldice en una iglesia. —alza levemente la ceja y su tono de voz suena tan irónico. 

Su mano desciende hasta mi estómago y aprieta para tocar el bulto.

—Yo te creería si me dijeras que estás embarazada. —dice en voz baja, poso mi mano sobre la suya y dibujo una sonrisa al notar que una mujer nos observa sin disimulo.

Me quedo en silencio y observo cada uno de sus movimientos y capto el hecho de que no ha escuchado nada. Dirijo la mirada hacia a Adriano y aprieto su mano.

—El bebé ya esta muy grande, Greco. —trago saliva y abro más los ojos, él logra captar lo que trato de decirle y se da la vuelta para mirar a la mujer.

—Dirija la mirada hacia la novia, ella no es la protagonista de esta boda. —le dice Adriano con el gesto muy marcado, los ojos de ella se desvían al instante en que escucha la voz de este.

La ceremonia es un acto totalmente desesperante porque el sacerdote se toma su tiempo de contar "anécdotas" y hacer "bromas" que son totalmente degradantes. «¿Quién carajos es ese payaso que habla sobre el himen de una mujer, como si esa mierda fuera un tesoro para el marido?»

Suelto un largo suspiro.

Agradezco que Adriano me sujete del brazo ya que tengo muchas ganas de rodear el cuello de ese hombre.

—Esta mierda me esta volviendo loca.

Volteo hacia atrás y mis ojos captan a la madre de sus hijos del hombre que está casándose ahora mismo con otra mujer. «Eleanor Dawson»

—Concéntrate. —Adriano mueve mi brazo para tener mi atención.

—Estoy muy concentrada.

Cuando vuelvo a dirigir la mirada hacia el frente en donde están la pareja y el sacerdote, se me revuelve el estómago al observar el beso, giro mi rostro hacia atrás para mirar a los invitados y todos aplauden con efusividad y una larga sonrisa.

La Emperatriz Del Bárbaro |+21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora