La Emperatriz Del Bárbaro |+21

Epílogo (I)

Adriano Greco:

Un año después:

Muevo el anillo que llevo en el dedo anular y lo hago repetidas veces para calmar las ansias que tengo.

Hace un año, el autobús en el que fuimos transportados explotó con nosotros supuestamente dentro. Sin embargo, al despertar lo hicimos en mitad de una maldita carretera en países bajos.

Aún siento dudas sobre lo que pasó y no entiendo por qué perdonar nuestras vidas. No me parece de lo más agradable estar vivo y ver como Andreas es el líder de Italia y está llevándolo a la cúspide, después de yo haber hecho posible eso. ¡Mierda!

El enfado se disipa al ver la silueta femenina acercarse, sin embargo, arrugo la nariz al ver que está acompañada de un hombre, bajo la mirada hacia su mano izquierda en la que trae un anillo igual al mío.

—Señor Dagger, su esposa, me dijo que deseaba hablar conmigo, aclaro que es un honor —dice con una sonrisa cordial, Maylin lo mira seria y se acomoda el cabello.

Me vale una mierda, lo único importante es conseguir un acceso directo a ese evento en el cual Camille Greco será partícipe.

—¿Cómo es que no figuramos en la lista de invitados? —pregunta Maylin y esta vez su mirada refleja confusión, ese rasgo angelical destaca en ella al mirar a ese hombre, el cual se queda cegado ante su pregunta.

—Asegúrate de corregir el error y consigue el acceso —Estiro la mano con dirección a Maylin y ella sonríe como si supiera leer mis intenciones, dejo escapar el aliento al ver que el hombre sigue mirándola.

—No puedo hacerlo, no figuran en la lista...

—El error es imperdonable, deberíamos hablar con su gerente encargado. —El hombre palidece al escuchar a Maylin y niega.

—Voy a encargarme de tener todo listo.

Ella asiente y le brinda un movimiento de cabeza que hace que se derrita. Es solo una acción que lo vuelve esclavo de sus encantos. Maylin gira y suelta un suspiro al verme.

—Dime, esposo. ¿Estás celoso de ese hombre? —señala al muchacho que ya va de regreso al hotel, tiene la ceja alzada y la expresión confusa.

—No.

—Ya veo —asiente sin creerme nada y me deja atrás, mientras se dispone a irse al hotel, se detiene de forma abrupta y habla: —, debemos regresar mañana de inmediato.

—Están bien —aseguro.

—Mañana regresamos —dice y esta vez camina dirigiéndose a mí con los brazos abiertos, siento la calidez de su abrazo y bajo la mirada para ver su sonrisa, apega su oreja a mi pecho como si quisiera escuchar los latidos de mi corazón.

—Te hubieras quedado con ellos —digo y ella eleva la mirada con ese ceño fruncido.

—¿Qué clase de respuesta es esa...? —espeta abrazándome fuerte —, sabes que necesitamos estar juntos en esta situación y más cuando vas a reunirte con tu tía traidora.

—Estoy en el borde del colapso y aun así quieres caer conmigo... ¿No deberías considerar huir? —comento haciendo que ella pegue la frente en mi pecho y luego me golpea con su cabeza en el abdomen dejándome sin aliento. Maylin se aleja con las manos puestas en su cintura.

—¿Sabes lo que significa "trabajo en equipo"?

—Ahora no estamos en posición de que los dos deban caer, uno debe resistir, sabes que ya no es posible... —respondo y ella se rasca la punta de su nariz con delicadeza.