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—¡SID! —grité.

Lo último que necesitaba era que Sid saliera magullado de una pelea que, posiblemente, iba a perder con tan solo empezar. No pude quedarme como una tonta mirando, tampoco quería verme ridícula soltando "¡Para, no, por favor, mírame!", así que mi mente me jugó una mala pasada y decidí meterme en la pelea. Cuando estuve a punto de hacerlo, Jonathan agarró mi brazo con fuera y me apartó de la situación que realmente no iba del todo conmigo, parecía una pelea de egos.

—Si yo fuera tú, no me metería ahí si no quieres que te rompan esa cara bonita. —me aconsejó.

—Gracias, hoy estás muy caballeroso. —bufé, zafándome de su agarre.

—No te acostumbres. —resopló.

Después de forcejeos exagerados por esos dos, Sid logró darle un empujón a Cook y así poder tomar algo de distancia entre ambos.

—Mira, esperpento —dijo Cook—. Cállate la puta boca antes de que te la rompa.

—Ya te gustaría, yo solo estoy defendiendo a Nessie, no paras de hacerle llorar.

—¿Crees que a mí ella no me ha hecho llorar? —preguntó furioso.

Jonathan me pasó unos aperitivos que había por ahí, aparté el plato, no era un espectáculo como tal.

—¿Yo a ti? —pregunté irritada.

—Sí, tú. —respondió.

—Anda, Cook, vámonos que necesito estar a tu ladito. —dijo Effy haciendo pucheros yendo hacia él con los brazos extendidos.

¿En serio iba a sabotear esta conversación también? Sin duda era algo pendiente entre ambos, ella no debía meterse. No era su momento, parece que todas mis experiencias deban girar en torno a ella desde su punto de vista.

—Quita, anda. —dijo Cook.

La apartó con una sola mano y volvió a girarse hacia mí, acercándose a mi rostro.

—Mira Nessie, voy a dejarte algo claro. —dijo Cook tomando mi cintura con firmeza y espachurrando mis mejillas.

Su respiración pesada y acelerada me intimidaba, al igual que su mirada que se clavaba en mí como cuchillas.

—¡SEÑORA WILSON TIENE QUE CREERME, LE HE VISTO ROBAR COSAS Y MIRA, HA CAUSADO TODO ESTO ELLA SOLA, LES HA MANIPULADO PARA QUE SE PEGARAN ENTRE ELLOS, YA HE LLAMADO A LA POLICÍA Y VIENEN AHORA MISMO! —formaba un estruendo Pandora.

Cook y yo nos separamos al instante.

¿Qué basura tiene Pandora en la cabeza para tramar semejantes problemas hacia mi persona? Todo parecía estar saliendo de una película dramática de comedia. La rubia no había mentido, la policía entró en el baile en menos de lo que canta un gallo.

—Hola, nos han llamado porque alguien ha robado y tiene sustancias tóxicas encima —dijo un policía—. Lo decimos así porque ya estamos hartos de ir a fiestas como esta, así que bueno, ya sabéis como va la cosa.

Cook agarró mi mano con disimulo para poder alejarnos del círculo de estudiantes mirones que se había formado por la pelea. Parecía el patio de una escuela primaria.

—Tenemos que irnos como sea. —susurró, mirando hacia los lados.

—¿Pero si no he hecho nada por qué debería huir? —pregunté, susurrando de vuelta.

—Coincido con ella. —dijeron Sid y Jonathan.

Nos habían seguido.

—Deberíamos volver al círculo para no generar sospechas. —dijo Jonathan.

Shifting Skins | El diario de Nessie AyersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora