Capítulo 13: La página 111

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A la mañana siguiente, los cuatro ancianos me habían citado para ir a desayunar con ellos, así que me preparé y salí un buen rato antes de mi casa para poder caminar despejando mi mente. Lo primero que hice fue ir por el camino contrario, dando una pedazo de vuelta por todo Bristol.

Anduve observando cada rincón de la ciudad, me estaba acostumbrando a ella y la verdad es que me parecía bonita y no lo digo por peloteo. Quería aclarar mi mente porque en el fondo sabía que Effy y Freddie tenían algo entre ellos, se dedican miradas criminales algunas veces. Los ojos de Freddie nos ven a cada una de forma diferente, aunque supongo que al fin y al cabo ningún chico puede resistirse a Effy y a sus locuras.

Perdí algo de consciencia si puede decirse así, porque cuando caminaba iba pensando absorta en mis dilemas existenciales y cuando me quise dar cuenta estaba frente a la casa de Pandora. La figura de Effy estaba plantada frente a la puerta, curioseando lo que decían unas voces.

—¿Effy? —pregunté.

La chica se giró poniendo su dedo índice en sus labios para que guardara silencio y yo le hice caso. Acto seguido, vino corriendo hacia mí para tomar mi mano y escondernos tras unos arbustos. Al principio, no comprendía lo que pasaba, pero tras ver como Cook salía de la casa de Pandora junto a la rubia, supe que entre ellos esa noche había pasado algo. Yo fui a dormir pensando que él no había vuelto a la casa de Pandora, sin embargo, me equivoqué.

Pandora le dio un beso en los labios a Cook, este chico nunca se cansa de usar a las chicas para lo mismo, siempre tiene una nueva.

—Te veo luego. —soltó Cook.

Dicho eso, dejó de fingir una sonrisa y se puso serio. Eso nos confundió a la tres chicas y para cuando creí tener una hipótesis, el chico ya se estaba yendo. Effy se levantó y anduvo hasta quedarse frente a Pandora, yo hice lo mismo y la rubia se giró, sonriente. Esa sonrisita se esfumó cuando nos vio: sabía que la había cagado.

—¿Pandora? —pregunté, negué con la cabeza mostrando que estaba decepcionada.

—¿Ha estado bien? —preguntó Effy, seria.

—No os entiendo. —respondió Pandora, se hacía la tonta.

—Lo que quiero decir es que Cook es una sensación explosiva, ¿Verdad? —espetó Effy— Un auténtico polvazo que te hace ver las estrellas.

—Hay muchas cosas que no sabéis de mí. Solo porque sea una inútil no significa que no sea nada. —respondió Pandora, estaba casi llorando.

—Es que nosotras no te estamos diciendo que seas inútil ni que no seas nada. —dije, me estaba enfadando.

—Dijiste que éramos amigas porque tú no tendrías surf and turf  con mis hombres, LO DIJISTE. —aseguró Effy, estaba muy furiosa.

—Él no es tuyo, Effy, él no le pertenece a nadie. —se encaró Pandora.

—Calla. —dijo Effy.

—No es al que verdaderamente quieres, Effy.

—Cállate ya. —la interrumpí, no necesitábamos tanto drama por su parte para resolver esto.

—Es que sé que no es el que tú quieres porque eres mi amiga, Effy. —dijo Pandora— Y aunque quisieras a Cook, no haces el suficiente esfuerzo.

—¿Y tú crees que haces esfuerzo? —pregunté, empecé a reír— Pandora, te ha usado para un polvo y ya. No significas nada para Cook que no sea un polvo fácil, tú no haces ningún esfuerzo.

—Lo que sé es que yo siempre estoy con vosotras y me siento mal, solo estoy ahí para reírme y ya. —respondió Pandora.

—Pues trata de interactuar de verdad, no tienes por qué bailarnos el agua, joder. —dije.

Shifting Skins | El diario de Nessie AyersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora