Capítulo 10: Sacado de contexto.

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—Cometí un error y ahora estoy viviendo con las consecuencias. —explicó Cook, con seriedad— Lo lamento, de verdad, y lo siento. Te he decepcionado, sé que lo he hecho, y quería disculparme.

Volvía a apoyar mi cuerpo en la pared, seguía acorralada hasta que al deshacerme de nuestra proximidad él se alejó. Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón, sus pies apuntaban en mi dirección, su atención e interés estaban fijos en todo mi ser. Se notaba que estaba realmente arrepentido.

—Odio defraudar a alguien y, sobre todo me ha dolido decepcionarte a ti porque me he portado fatal con lo que te dije. —confesó, seguía inexpresivo.

Asentí con lentitud, sin decir nada porque supe que tenía algo más que contar y no quería cortarle. Quería que escupiera todo lo posible, recibir una disculpa suya era como ver una película surrealista, solo me faltaban las palomitas.

—Y eso... —habló— Quería que supieras que lo siento mucho.

De nuevo, solo asentí.

—No me importa lo complicado que se vuelva todo esto de que me perdones, todavía quiero hacer las cosas bien y que vuelva a ser como antes. Ya sabes, no hablábamos, pero tampoco es necesario hacerlo, simplemente no hablarnos y ya. —explicó— Por el bien del grupo, nos llevamos mal y a veces tenemos que...

—Tenemos que cortarnos un poco, sí, lo entiendo. —interrumpí.

Una sonrisa ladeada se formó en su rostro, consiguió ocultarla casi al momento.

—No volverá a ser exactamente como antes, pero podemos seguir con nuestra rivalidad en silencio. —opté— Nos odiamos, lo sabemos y todos lo saben. —confesé— Y acepto tus disculpas, has sido sincero.

Erguí mi columna, poniéndome en pie cómo es debido. Mis finos y delicados dedos se levantaron, curiosos, hasta tocar su rostro. No sé muy bien por qué hice eso, sin embargo, él decidió cerrar los ojos y dejarse llevar por la breve caricia. Pese a ser solo un par de segundos de contacto físico, quiso quedarse curioseando la sensación como yo. Supongo que hice eso para reconfortarle, no había otra explicación.

Antes de la fiesta yo le odiaba de una forma distinta, ahora le odiaba con más frialdad y seriedad, la cosa era más fría y complicada que antes. No sé muy bien si él también me odiaba porque realmente nunca lo había expresado con esas palabras tanto como yo lo hacía.

—Aunque... —manifesté, maliciosa.

Sus ojos se abrieron ipso facto, su rostro mostraba un rastro de esperanza por obtener un perdón completo y olvidar la situación.

—Si logras vender mi parte, puede que te perdone más rápido. —reí, quitando hierro al asunto.

—Mira que eres malvada cuando quieres. —añadió— Bien, lo haré.

Con una de sus manos cogió mi muñeca de un rápido movimiento y con la otra que le quedaba pasó sus dedos con delicadeza y velocidad por la piel de mi extremidad hasta poder arrebatarme mi parte.

—Pero con una condición. —expuso.

—A ver, dime. —rodé los ojos, dispuesta a llegar a un acuerdo.

Un grupo de hombres que pasaban detrás de él le dieron un empujón accidental, logrando que Cook estuviera más cerca de mí, inclinado sobre mi cuerpo. Aprovechando que  estaba a la altura de mi oreja, acercó sus labios que la rozaban. Su aliento impactaba contra mi cuello, mi piel se sintió provocada y se convirtió en la de una gallina.

—Si lo hago, me debes un baile. —susurró— Así tendré oportunidad para reírme un rato.

Se apartó de mí completamente para luego alzar y bajar sus cejas repetidas veces. Suspiré, descontenta, pero debía aceptar si no quería arreglármelas por mi misma en la soledad inexperta. No lo hice por nada en especial ¿Vale? Mucha gente no comprendería la gravedad de la situación...

Shifting Skins | El diario de Nessie AyersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora