Esta vez, no había vuelto a ser como las anteriores. No había desaparecido en absoluto, había continuado mi vida como una vez pensé hacerlo. Me dediqué a mi carrera, al parecer, estaba en el mundo de la actuación y modelaje, sobre todo porque Michelle me tenía como imagen principal de su marca de ropa. Ella se había hecho muy famosa y verdaderamente tenía un futuro brillante y, lo más importante, es que lo tenía sin Tony. Parecía haber aprendido la lección porque, claro, supongo que me tenía a mí para darle consejos del corazón y de vida en general.
Ambas vivimos en un loft ático en Nueva York, no esperaba que nos encontráramos juntas ahí. Lo que me esperaba era estar viviendo las dos en Manchester o algo parecido, sin embargo, no es algo de lo que podría quejarme, es el sueño que tenía junto a ella.
Como tendría que haber sido.
Desperté en mi espaciosa cama de matrimonio, entre las sábanas de seda beige que me rodeaban como si fuera un retoño de nuevo. Un chico rubio estaba durmiendo a mi lado, al pensar en la posibilidad de que fuera Cook se me revolvió algo por dentro, no fue agradable, sobre todo porque no acabamos muy bien la última vez. No obstante, el chico en cuestión no llevaría un peinado como el del que se encontraba durmiendo a mi lado, su cabello era rizado sin llegar a serlo del todo, más bien, ondulado. Su pálida y pulcra piel relucía por los rayos del sol que nos esperaban para amanecer juntos.
No sabía quién era, tal vez se trataba de mi novio. Quedarme con las dudas no es lo mío, rebusqué en la mesita de noche hasta encontrar mi preciado diario en el que todas mis cuestiones serían resueltas como si fuera por arte de magia. Descubrí que el apuesto chico que tenía al lado se llamaba Pierre Lefebvre, ejercía la profesión de modelo y llevábamos un tiempo viéndonos. Nos conocíamos gracias a John, que según el diario se había convertido en mi mejor amigo, al igual que Malik.
¿Y qué pasa con Sid?
Me pareció algo violento eso de estar viéndome con el amigo de mi exnovio, pero si las cosas son así es por algo. Solo espero no estar atrapada en una relación tóxica de nuevo.
—Mhm... —soltó el rubio, algo molesto.
Guardé el diario en su sitio al instante, me había tomado por sorpresa. Parecía que estaba algo malhumorado.
—Buenos días, Pierre... —sonreí, nerviosa.
Se sentó en la cama para luego darse la vuelta, su espalda no tenía ni un lunar, era lisa como su personalidad estaba siendo. Revolvió su cabello y volteó para mirarme, con el ceño fruncido. Sus ojos teñidos entre el verde y el gris me analizaban sin parar, relamió sus labios con lentitud para inclinarse sobre sus fuertes brazos hasta besar mis labios culminando en un potente beso, jamás había sentido esa energía pasional sobre mis labios.
Los suyos no eran como los de John, no eran tan tiernos y dulces. Ceder me costó un poco, pestañeé al vivir semejante espectáculo. Después de eso, se levantó, sus labios estaban llenos de pintalabios y emitía un aroma digno a ser comparado con el de coco.
Lo cierto, es que es guapísimo, increíblemente hemroso, pero no tanto como Jonathan Brown, de hecho sí, pero no... Son bellezas diferentes.
—Buenos días. —soltó, mientras se vestía a toda prisa— Ayer nos lo pasamos tan bien que me he olvidado de ir a la sesión de fotos. —espetó.
Toda la parte inferior de su cuerpo hasta la cintura estaba vestida, buscaba con fervor su camiseta negra de manga corta. Me percaté de que yo la llevaba puesta, por lo que me la quité y se la tendí, tampoco se había dado cuenta.
—Gracias. —dijo, arrebatándola como si me fuera a arrancar el brazo.
No veía que se preocupara mucho por mi afecto, estaba enfadado y punto. Decidí levantarme, rodando los ojos por su actitud, para plantarme frente al armario y ponerme unos leggings negros con efecto campana y una chaqueta deportiva color azul marino, como lo hacía antaño. Lo combiné con unas deportivas blancas y, para cuando estuve lista, Pierre me tomó entre sus brazos para abrazarme por detrás. Repartió besos en mi cabeza.
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Shifting Skins | El diario de Nessie Ayers
FanficUna chica llamada Nessie Ayers decide probar el famoso "shifting" en el que las chicas adolescentes dicen poder cambiar de realidades y entrar en sus películas, series o sagas de libros favoritos. Entró con el propósito de cambiar a una de las perso...