Las manos de Elliot capturan mis tobillos, sus manos calientes me escuecen. Están cocinando mi piel, quemándola, con el fuego infernal que caracteriza al chico. Traté de zafarme, mas fue imposible porque unas manos de otro individuo me tomaron por los hombros y me echaron hacia atrás, sentándome en el sofá.
Cuando subí mi cabeza para ver quién era, identifiqué a Luke. Me habían tendido una trampa, una auténtica encerrona maquiavélica. Elliot soló mis tobillos y de un rápido y escurridizo movimiento, lo tenía ante mí. Luke soltó mis hombros y me levanté de un golpe. No me importó lo mareada que pude haberme quedado por levantarme de sopetón.
—Hola, Nessie. —dijo Elliot, sus ojos estaban tan abiertos que el blanco de sus ojos impregnaba su esencia terrorífica— ¿Cómo estás?
—Ya basta, Elliot, deja de jugar a estos jueguecitos raros. —espeté, temblando, aunque trataba de no hacerlo.
—¿C-Cómo dices? —se ofendió, su sonrisa seguía plasmada en su rostro; sin embargo, sus cejas se fruncieron en expresión de tristeza.
—Ya me has oído, cortad esto de raíz. Voy a llamar a mi padre al final. —solté.
—¿Tu padre? —empezó a reír Luke— No creo que pueda hacer mucho. —señaló al pasillo, justo en la esquina que daba a un pequeño callejón y la escalera estaba al lado.
Me acerqué dónde Luke había señalado, no había ni rastro de él.
«¿Pero qué dicen estos dos chiflados?», pensé.
Una gota de sangre manchó la palma de mi mano izquierda y esta vez a quien se le abrieron los ojos como si se le fueran a salir fue a mí. Con pequeños golpes de cabeza, como si no estuviera preparada para contemplar la escena, alcé mi rostro para ver como el cuerpo ensangrentado de mi padre colgaba del techo, de una cuerda. Era como si hubiera cometido el acto del suicidio, pero era obvio que no era así.
Nadie podría abrirse el abdomen en canal y luego hacer eso. No era posible, habían sido esos dos asesinos locos a matar.
Tapé mi boca con mis manos, que iban manchándose de sangre por los goterones que el cuerpo sin vida de Augusto Ayers dejaba caer. Mi rostro empezaba a mancharse también. Volteé mi cabeza para observar a los dos asesinos, que se mostraron impasibles.
—Así no podrá molestarte nunca más, te hemos hecho un favor. Siempre deseaste que dejara de respirar a tu alrededor. Me lo he tomado en serio por ti, Nessie. —anunció Elliot, acto seguido tomó mis muñecas y me tiró al suelo junto a él, quedando sobre mí— Mi Nessie. —ahí supe que lo peor podía pasarme.
No podía decir nada, estaba en shock y mis intentos por zafarme eran pobres. No podía superar lo que acababa de ver.
—Déjame en paz, loco de mierda. —susurré.
—¿Q-Qué? —volvió a ofenderse Elliot— Pero si acabo de hacerte un favor, —se alarmó— ¡UN FAVOR POR AMOR! —chilló, su voz hizo eco por toda la casa— ¡NO SEAS DESAGRADECIDA!
—Eso, no seas desagradecida. —se reía Luke.
El cuchillo jamonero con el que al parecer habían abierto a mi padre en canal estaba en el primer escalón.
—Ahora —Elliot tomó mi rostro entre una de sus manos, apretando y clavando sus uñas— Serás mía, como tiene que ser. —su voz temblaba de la emoción y yo tenía ganas de vomitar por el miedo.
Lo aparté de un empujón que no vio venir y Luke, furioso, se abalanzó sobre mí junto a Elliot, que recobró fuerzas demasiado rápido.
—Serás nuestra, te guste o no. —gruñía Luke.
De mis ojos salía lágrimas rabiosas y desesperadas, mientras el rostro muero de mi padre, sumergido en el horror, contemplaba la escena. Parecía enfadado aunque no pudiera moverse, le horrorizaba lo que veía.
Las manos de los chicos acariciaban mi cuerpo y Luke tapó mi boca cuando traté de pedir auxilio.
—Espera... —dijo Elliot, buscó a mi padre con la mirada y cuando lo encontró sus ojos se abrieron de horror esta vez— No somos buenos, Luke —se llevó las manos a la cabeza— ¡YA ME ACUERDO, ME HAS QUITADO LAS PASTILLAS DURANTE UN MES! —empezó a llorar— ¡NO, NO, NO! —se hizo una bola y se alejó de nosotros.
—¿Te vas a rajar? —preguntó Luke— ¿Ahora que has matado a un hombre inocente y tienes a la chica que te gusta ante ti?
—¡NO, HAS UTILIZADO MIS CRISIS! —lloraba Elliot, gruñía en desesperación tapándose las orejas.
—No hay vuelta atrás, has matado a alguien, Elliot. —le dijo Luke, sonriendo— Venga, no te rajes ahora.
—¡NO, PARA YA!
—Asesino, eso es lo que eres ahora.
—¡CÁLLATE ANTES DE QUE TE MATE A TI! —le amenazó Elliot tomando el cuchillo entre sus manos— ¡NO TE TENGO MIEDO, ES CIERTO: ESTOY LOCO! —le miró, sus ojos estaban rojos— ¡PERO TÚ ME HAS UTILIZADO PARA MATAR A AUGUSTO, ME HAS ESTADO DANDO OTRAS PASTILLAS QUE DECÍAS QUE ERAN MEJORES Y ME HAS VUELTO LOCO! —Luke se asustó al ver el cuchillo y me soltó— ¡ALÉJATE DE NESSIE!
—¡Elliot! —le reñía el de ojos azules— ¿No te das cuenta? Se te ha pasado el efecto de las pastillas, toma anda. —le pasó un bote.
Elliot analizó el bote, como si no lo hubiera hecho antes. Sí que confiaba en Luke entonces.
—¡¿ÉXTASIS?! —vociferó Elliot, estaba en medio de un ataque de pánico— ¡¿LSD?! ¡¿AYAHUASCA?! ¡YA DECÍA YO QUE ESTABA QUEDÁNDOME DEMACRADO Y CADA VEZ PEDÍA MÁS Y MÁS PASTILLAS! —me miró asustado— ¡¿ME HAS ESTADO DROGADO PARA HACER ESTO?! —se acercó a mí— ¡Lo siento mucho! —se tumbó a mi lado— ¡MÁTAME, POR FAVOR! —imploró.
—Sí, de hecho a ti te mataré antes, Elliot. —Luke le arrebató el cuchillo— Y luego mataré a Nessie, después de hacer algo. —sonreía de lado, maléfico.
—¡¿NESSIE?! —chillaba John desde la puerta principal.
—¡JOHN! —chillamos Elliot y yo al unísono.
Luke alzó el cuchillo para que nos calláramos.
—Ya veo, queréis morir, eh. —susurró, furioso.
El chico armado se distrajo un momento viendo como Malik rompía el cristal de la puerta principal, aproveché para pegarle una patada y mandarlo varios metros lejos de nosotros. Malik consiguió victoriosamente abrir de una vez por todas la puerta casi tirándola abajo, y acompañado de John y de varios agentes de la policía entraron escopeteados.
Se quedaron perplejos ante la escena que nos caracterizaba, como si no fuera real lo que estaban viendo. Yo también deseaba que fuera un sueño o algo por el estilo, pero no fue así.
☆☆☆
Al llegar a la comisaría me tomé un momento para ir al baño y decidí escuchar el mensaje de voz que mi padre me había mandado. Me costó hacerlo, pero mi moral me obligaba a tomar esa decisión.
—Hola, hija —suspiró—. Lorraine me ha puesto al corriente de todo y... Me da igual el tema de John y todo eso, no voy a suicidarme. Soy tu padre y por primera vez en la vida estoy actuando como tal, de modo que por muchas cosas que pueda aconsejarte no puedo obligarte a nada —dejó escapar una risa triste—. Estoy orgulloso de ti, has dejado a un tóxico y espero que por un tiempo no estés con ningún chico por el momento. Tómate un tiempo para sanar y recuerda que tu padre siempre va a estar a tu lado, ¿Si? No tengas miedo de contarme nada. Oh, se me acaba el tiempo, quiero que sepas que te quiero mucho. Estoy agradecido de haberte tenido, hija. —el sonido del timbre se oyó, su muerte ya estaba llamando a la puerta— Voy a abrir la puerta, seguro que es propaganda, en fin... Hasta ahora, tengo ganas de que veamos uno de esos documentales de animales juntos.
Y en aquel momento supe que estaría sola físicamente, pero con él a mi lado, cuidándome.
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Shifting Skins | El diario de Nessie Ayers
FanfictionUna chica llamada Nessie Ayers decide probar el famoso "shifting" en el que las chicas adolescentes dicen poder cambiar de realidades y entrar en sus películas, series o sagas de libros favoritos. Entró con el propósito de cambiar a una de las perso...