—¡SID! —le chilló James a su teléfono móvil— ¡¿EN QUÉ COÑO ESTABAS PENSANDO?!
—Perdón, no me acordaba de que había quitado aquellos muebles y los había tirado. —se excusó, sereno.
—¡YA, CLARO, INTENTA ENGAÑAR A OTRO! —se quejó James.
—Dadme las gracias por daros un techo por lo menos —se quejó Sid—. Además, no sé por qué os ponéis así, por dormir juntos una noche no pasará nada... ¿O sí?
Supe que Sid estaba sonriendo al otro lado de la línea.
—Sí, tienes razón —dije—. No pasará nada, gracias, Sid.
James colgó sin dejar que Sid se despidiera y dejó ir un gruñido de rabia hacia el de gafas, con razón.
—Bien, pues dormiré en el sofá. —dijo James.
—No, ni de coña vas a dormir ahí. —le regañé.
Pese a que la casa de Sid era impresionante y estaba bien decorada, el sofá era de dos personas máximo y al estar su función de sofá-cama rota era imposible que James pudiera dormir bien ahí sin quedar baldado al día siguiente.
—Dormiré yo en el sofá. Me ofrezco como tributo. —declaré.
—Ni de coña, tienes que descansar bien. —sacudió su cabeza.
—¿Te puedes callar y aceptar? —me enfadé.
—Eso también te lo puedes aplicar para ti misma, ¿sabes?
—Cállate.
—Atrévete a callarme, pobre de ti.
—Lo haré pegándote con un zapato en la boca.
—Atrévete.
—Será mejor dejar de discutir y decidir lo importante: dónde vamos a dormir. —dije.
—Cierto. —soltó— Para evitar discusiones, pues no sé... Los dos en la misma cama. —me dijo, resoplando.
No podía hacer eso, aunque no pasara nada entre nosotros por la noche, yo debía pensar en Emma y cómo se sentiría. Aunque a mí no me importara porque no iba a hacer nada con él, a la vez sí me importaba.
Me importaba porque yo no soy como Charlie ni Effy.
—No, no puedo hacer eso. —dije.
—¿Qué? —me preguntó, descolocado.
—Emma —respondí—. Por eso no puedo hacerlo.
—Pero si no va a pasar nada.
—Lo sé, pero... A mí no me gustaría saber que mi novio ha dormido con una chica que... Bueno, con una chica.
Se quedó empanado mirando al suelo durante varios segundos.
—Quédate con la cama. —le dije.
—Ni hablar, quédate tú con la cama y no hagas que te lo repita porque podemos acabar mal.
—Como lo desees entonces.
Ambos entramos a la habitación de Sid a dejar nuestras cosas, el suelo de madera oscura y paredes grises oscuras le daban un toque industrial. Dejé mi bolsa en la alfombra negra y me quité los tacones con urgencia, los dejé al lado de una cómoda que había al lado de la puerta. James se sentó en la cama y se tiró de espaldas, rendido.
Oh, la cama... Era espaciosa y cómoda, las sábanas blancas y edredones negros la hacían parecer como si fuera muy costosa, sobre todo porque el mueble es de un material bastante caro.
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Shifting Skins | El diario de Nessie Ayers
FanficUna chica llamada Nessie Ayers decide probar el famoso "shifting" en el que las chicas adolescentes dicen poder cambiar de realidades y entrar en sus películas, series o sagas de libros favoritos. Entró con el propósito de cambiar a una de las perso...