La Uchiha Y El Uzumaki

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AMBAS MIRABAN el libro que su sensei les entrego, Sayuri miro a Saiko esperando una propuesta, pero alguien la interrumpió.

–Oigan– ambas voltearon viendo a una chica castaña –¿Les gustaría estar en mí equipo?

–¿Quien eres?– pregunto la Yamanaka.

–Me llamo Kin.. Inuzuka Kin. Un placer.

–¿Y cual es tu sugerencia, Kin?– hablo Sayuri.

–Bueno...– la castaña bajo su mirada al libro con las mejillas rojas.

(...)

–Te digo la verdad, ya me lo esperaba– comento Saiko.

Las tres chicas estaban paseando dos perros cada una, Kin dio la idea de trabajar como paseadoras de perros en una veterinaria.

Muy predecible...

–Espero no les haya molestado, ¡la próxima pueden elegir ustedes!.

–Esta bien, no pasa nada– interrumpió Sayuri –Al menos no es peor que trabajar en una fábrica aburrida.

–Te divertirá saber que el dueño de este perrito trabaja en algo aburrido– dijo Saiko leyendo los papeles –Y que debe verlo una hora o se pone nervioso.

–No me digas...

–O si.

(...)

–Tuve suerte de que Kin llevará ese perro, porque no iba a quedarme una hora parada viendo al dueño acariciar su perro.

–¿Que clase de dueños tienen estos perros que debemos ir a un parque específico?– Saiko seguía leyendo la hoja en sus manos.

–El parque Senju es importante, estos dueños quieren que sus perros sean perros bien.

–Si tuviera uno lo dejaría correr dónde quiera– respondió la Yamanaka.

–Ese perro terminaría como tu.

–¡¿Cómo?!– grito ofendida.

–Olvídalo. Ven, quiero sentarme...– ambas caminaron hacia una banca –Disculpe, ¿está ocupado?.

Vieron al hombre esperando una respuesta, pero solo miraba el suelo, Sayuri estuvo por tocar su hombro cuando él grito de la nada.

Algo andaba mal...

–¡Saca a la gente de aquí!– grito al poder sentir una gran cantidad de Chackra.

Saiko tomo a los perros y corrió lejos avisando a la gente que se alejara, la uchiha esquivo un golpe del hombre.
Alzo a los dos perros en sus brazos alejándose del lugar, pero él la estaba siguiendo.

–Rayos– pensé al no tener escapatoria.

El hombre apareció a su lado sorprendiendo la, abrazo a los perros evitando que los golpee, al no sentir nada abrió sus ojos y el hombre estaba en el suelo.

Lo vio ponerse de pie y dio tres pasos atrás.

–¿Estás bien?– le pregunto él.

–¿Eh?– volteo al no entender, y Saiko uso su transferencia de mente en él –¿Cómo...?

–Pude usarlo cuando estaba por golpearte, pero-

Se asustó al verlo sujetar su cabeza y gritar como loco de nuevo, volteo al escuchar las quejas de su amiga.
El hombre se había liberado del Jutsu de Saiko, los ladridos de los perros la hizo girar.

Logro agacharse cuando él iba a golpearla, empezó a correr hacia los juegos cuando ya no había gente.
Pero aún la seguía, golpeaba los columpios para llegar a ella, Sayuri abrazo más los canes al sentirlos temblar, paso al lado de Saiko y dejo los perros a ella.

Se detuvo y volteo a verlo, saco de su porta armas un Kunai para enfrentarlo, pero no estaba.

–¡Sayuri cuidado!– ante el grito levantó la mirada.

Tres tubos de metal iban hacia ella, por suerte giro sobre su cuerpo esquivandolos, levantó la mirada y él estaba frente suyo.
Con su brazo detuvo su golpe, intento atacarlo pero él sujeto su brazo.

–¡Shannarō!

Cerro sus ojos acumulando el Chackra en sus manos para poder tirarlo al suelo.
El hombre rodó por el suelo unos metros hasta chocar con una banca.

Sayuri regulo su respiración ante tanto correr, camino hacia el hombro aún con el Kunai en manos.
Acercó su mano a su muñeca sintiendo el pulso, soltó un suspiro al saber que solo estaba inconsciente.

–¡¿Estas bien, Sayuri?!

Saiko apareció a su lado con la correa de los perros en su mano.

–Estoy.. bien. Pero debemos buscar ayuda para este señor...

(...)

–¡Sayuri-chan!

Las tres chicas voltearon al escuchar el grito de cierto rubio, la uchiha chasqueo la lengua.

–Sayuri-chan, ¿Que sucedió?.

–Oh claro, preocúpate por lo que pasó aquí, nosotras estamos perfectas– contesto Saiko.

–¿Eh?.

–Dime algo Boruto– la de ojos verdes se puso frente al Uzumaki –¿Cómo sabias que algo paso aquí? ¿Porque llegaste tan rápido? ¿Que sabes?

Sus preguntas pusieron nervioso al de ojos celestes, tragó saliva y volteo hacia sus amigos esperando su ayuda, pero lo ignoraron.

–Somos amigos, ¿cierto?.

–¡C-Claro que si!

–Entonces dime qué sucede, siempre estás dónde las personas se vuelven locas, ¿cómo? ¿porque?.

–Yo...

–Si no me dices asumiré que no confías en mí– dijo ella.

–¡Yo-!. No puedo...– desvió la mirada –Sayuri-chan de verdad yo-

–Vamonos– la uchiha volteo hacia su equipo –Es obvio que no confías en mí... Adiós Uzumaki.

–¡Sayuri-chan espera!– las tres chicas habían desaparecido –Si confío en ti...

–No te preocupes, Boruto. De todas formas las mujeres son complicadas, se le pasara pronto– hablo Shikadai dándole apoyo.

–Pero Sayuri-chan no es cualquier mujer, es mí amiga.

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Uhhh...

Sayuri ya no confía en Boruto? Esto se arreglará? O su amistad se acabará...?

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Dattebayo!