La Uchiha Y El Uzumaki

ESPECIAL ² 1/1

Estilo como The Last en Naruto. Todos con 18/19.
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Corría lo más rápido que podía, después de un año fuera volvería a la aldea, y ahora el iba directo a la entrada para ser el primero en verla.

–¡Sayuri-chan!– grito al ver a alguien acercarse.

Pero cuando se acercó solo era un viajero, se disculpo y espero otro rato.
Fueron segundos, minutos, hasta horas, ella no llegaba, el sol ya se estaba ocultando. Lo había calculado todo bien, ella si llegaba hoy.

–No pude.. haberme equivocado.

–¿Equivocado en que?.

Al escuchar su voz supo de inmediato que era ella, lentamente alzo su cabeza y la vio.

Estaba frente a él, para él, ella estaba más hermosa que antes, tenía una sonrisa en su rostro que lo hizo sonreír.

–Hola, Boruto. Cuánto tiempo.

–¡Sayuri-chan!– el uzumaki salto a sus brazos tirándola al suelo en el proceso.

–Sabes. Ya me esperaba está bienvenida– comento ella rodeándolo con sus brazos.

(...)

–Creí que me había equivocado. Que no llegabas hoy.

–Solo me atrase un poco, tuve que dormir unas horas. Estaba cansada.

–¿Y como te fue?.

Ambos caminaban directo a la oficina del hokage para que la uchiha se reportara.

–Todo salió bien. Complicado pero bien, las pruebas fueron algo aburridas para mí.

–Pero...

–Las pase a todas. Desde hoy ya soy chunnin.

–Yo creo que te hicieran toda esas pruebas en las demás aldeas fue excesivo. Debiste haber sido chunnin aquí y rápido.

–Boruto. Recuerda todo lo que hice antes del tema de Kara. Huí de la aldea, traicione a mí gente y los lastime. Aún si luego cambie, derrote a Ishiki y todo eso algunos aún desconfiaban de mí.

–Pero, Sayuri-chan.

–No me molestó para nada, lo entiendo. Pero lo que importa ahora no es eso– ella lo tomo desprevenido y se sujeto de su brazo con ambas manos sin dejar de caminar –Mas bien dime dónde dormiré hoy.

–¿D-Dónde?.

–Claro. ¿Sigues durmiendo en la casa de tus padres o ya tienes tu propio apartamento?.

–Es que...

–Ya tienes 19. Yo ya tendría mí propio lugar.

–¡Si!. Mí departamento, ahora mismo no tengo mis cosas allí y duermo en mí vieja casa.

–No importa. Al menos quiero verla.

–Verla. Claro. Somos pareja, tienes derecho a ver mí departamento, sin problemas. Si, si...

–¿Boruto?.

–¡Si!.

–Si no tienes tu propio espacio puedo entenderlo, no debes fingir que si para impresionarme. Tu ya me impresionas siempre– lo hizo sonrojar.