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INTENTO MOVER sus manos pero era algo imposible por las dobles esposas, apoyo su espalda contra la pared y suspiró.

–¡¿Eran necesarias las dos esposas?!.

Miro las cámaras con el ceño fruncido, volvió a suspirar.
Giro al escuchar la puerta abrirse y suspiro por tercera vez.

–Hola de nuevo, Hokage.

–Sayuri.

–Le ofrecería algo de tomar pero como vera...– alzo sus manos con las esposas –No estoy para hacerlo.

–Todos te extrañaron en la aldea.

–Me importa muy poco ese lugar.

–Boruto estuvo llorando mucho, aunque no lo creas. Te extraño demaciado.

–¿Tengo cara que me importe?. Límite hacer sus preguntar rápido. El tiempo corre... Tic... Tac...

Naruto apoyo su cuerpo del otro lado de la habitación y se cruzó de brazos, ya no tenía esa sonrisa que traía siempre como su hijo.

–Tienes... cuatro preguntas. Puede empezar ahora.

–¿Por qué?.

–Haga sus preguntas bien, parece a Boruto con sus preguntas sin sentido. Le dejo pasar esa.

–¿Por qué te fuiste?.

–Porque quiero, puedo y debo– cerro sus ojos al darse cuenta de la última palabra.

–¿Debes?. ¿Que quieres decir?.

–...

–¡Responde, Sayuri!.

–¡Porque debía hacerlo!. ¡¿Bien?!.

Desvió su mirada hacia sus manos, acaricio sus nudillos y suspiro.

–No soy buena mintiendo. Lo admito...

–Dime porque te fuiste en realidad.

Se acercó a ella y se arrodilló.

–Dime. Que te fueras causo el llanto de muchas personas, de tus amigos, de Sarada y Sakura. Incluso Sasuke no podía creerlo...

–¿Él que tiene que ver?. Estaría orgullo de lo que hice, no crea que no supe que él también se fue de la aldea a mí edad.

–¿Donde escuchaste eso?– frunció el ceño.

–La gente habla, yo tengo derecho a preguntar. No es mí culpa que ellos no sepan que debían guardar silencio...

–Sasuke, él-

–Hizo lo mismo que yo, si la gente me veía como mí padre entonces ahora más.

–¿Eres parte de Kara, como tu amigo?.

–Mas o menos.

–¿Cómo rayos entraste a ese lugar?. ¿Cómo llegaste allí?. Eso fue muy peligroso, Sayuri.

–¡Oiga!. No me puede sermonear. Usted no es mí padre para hacerlo, ni siquiera mí padre puede hacerlo. Cuide sus palabras.

El uzumaki suspiro, paso sus manos por si cara frustrado, volvió a mirarla y frunció el ceño.

–Lo que hiciste fue muy peligroso. Irte como si nada sin decir nada, como.. como Sasuke. Creí que no te gustaba que te compararán con él.

–No me gusta...

–¡¿Entonces?!. Dime el verdadero motivo de irte, porque por ti casi pierdo mí puesto de Hokage tratando que no te pongan en el libro bingo como traidora de la aldea. Así que habla.

La Uchiha Y El UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora