Ella, es su guardaespaldas.
Él, es un tonto al que le deben salvar el trasero.
Ambos, se meten en problemas por diversión.
Pero ella tiene otra razón para seguirlo a todos lados y meterse en problemas con él.
Descubre cual es esa razón...
ABRIÓ SUS ojos con dificultad, todo su cuerpo pesaba, giro su cabeza hacia la ventana donde el sol entraba.
–¿Que...?.
–¡Sayuri-chan!– Boruto salto sobre ella sin lastimarla.
–¿Boruto?. ¿Que sucedió?.
–En el festival. Saliste herida cuando salvaste a la maestra de Himawari.
–¿La... maestra?. ¡La maestra!– intento ponerse de pie pero el uzumaki la detuvo –¿Que haces?.
–No puedes ponerte de pie. Estás herida.
Bajo la mirada y su pierna estaba enyesada por completo, dejo atrás sus intentos y suspiro.
Por eso sentía su pierna dormida.
–Cuando Kawaki te encontró tenías tu pierna rota. ¿Por qué no me dijiste?.
–¿Decir que?.
–La conexión de los papeles bomba. ¿En qué pensabas cuando te lanzaste al cielo con eso?. Pudiste morir.
–Lo siento... Solo quería ayudar.
–Olvídalo. Solo me alegra que estés bien, Sayuri-chan– sujeto sus manos acariciando sus nudillos –Pero no vuelvas a hacer una cosa como esa. Al menos que tengas otra salida que no sea morir.
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Movió lentamente su pierna intentando hacer desaparecer la comezón, no podía seguir soportando el yeso.
–¡Sayuri-chan!.
–Boruto. ¿Que haces por aquí?.
–Vine a visitarte. Es obvio. Mira, te traje flores– dejo el jarrón al lado de la ventana –¿Cómo te sientes?.
–Tengo comezón. Estar en cama es aburrido.
–Pero debes cuidar tu pierna.
–¡Pero estoy bien!. Ya no me duele, es mamá que exagera de más– cruzo sus brazos.
–Te rompiste la pierna, Sakura no exagera en mantenerte en cama– Boruto sacudió su cabello –Tuve suerte de tener tiempo libre. Pero no me dijiste que hacías allí.
–¿Yo?. Bueno... Es que...
–Espera. Ya se.
–¿En serio?.
–Cuando nos separamos fuiste al baño por un gran dolor de estómago que tuviste que ir a-
–¡Eso no, Borubaka!– golpeó su cabeza –¡No fui al baño!.
–Ay... ¿Entonces?.
–Solo... ¡Eran cosas de chicas!. ¡No tengo porque contarte!.
El alzo sus manos tratando de calmarla, la sujeto de sus brazos y sonrió.
–¿Por qué me miras así?– pregunto confundida.
–Solo... me alegra que estés bien. Cuando papá me dijo que tuviste un accidente y te trajeron me preocupe mucho. Me asusté mucho.
–N-No era para tanto.
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Golpes en la puerta la despertaron.
–Adelante.
Kawaki entro con una bolsa en manos.
–¡Kawaki!. ¿Que te trae por aquí?.
–Te traje Taiyaki– Sayuri río –Supuse que tendrías hambre, se que la comida de aquí es aburrida.
–Gracias– recibió la bolsa –¿Cómo están los demás?. ¿Y la profesora?.
–Todos están bien. La profesora ya volvió a dar clases. Dice que agradece a la ninja que la salvo.
–Es cierto, ella no sabe mí verdadera identidad. Fue bueno que me viera así, sino estaría preocupada por Aika.
–Igual pregunta por ti. Tuve que decirle que descansaba porque seguía asustada.
–Pues vaya, gracias– hablo con sarcasmo.
–No me agradezcas en ese tono, tonta.
–Ahora pensará que soy débil, Kawaki. Mí papel de ruda se fue.
–¿Tu papel de ruda?. Si, claro.
–¿Y Kae?. ¿Ella está bien?.
–Si. Por suerte nos perdono por mentirle. El sujeto que quería matarla murió, pero...
–Pero crees que hay algo más. Yo también, no pude creerlo cuando me lo dijiste. Pero no podemos hacer nada, nuestra misión termino.
–De todas formas volví a la Academia.
–¿En serio?. Quien lo diría. Si no te conociera diría que estás enamorado de Kae– pico su hombro aguantando la risa.
–¡No digas tonterías!.
–¡Ah!– empujo a Kawaki cuando él tocó su pierna –¡No puedes lastimar a un paciente!. ¡Haré que te echen de aquí!.
–¡Quiero ver qué lo intentes!.
Ambos empezaron a forcejear con el otro, se detuvieron cuando la puerta fue abierta de nuevo.
Ah.
Himawari.
–Lamento molestar...– cerro lentamente la puerta.
Ambos se miraron confundidos, Kawaki estaba casi sobre ella sujetando sus manos sobre su cabeza.
