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⟨LLEVABA SOLO solo unas semanas lejos de la aldea, por ahora todo normal.
Nadie la reconocía, significa que no estaba en el libro bingo con personas peligrosas y traicioneras.
Algo a su favor para buscar un lugar donde esconderse unos días.
Se escondió en una cueva para descansar y suspiro, rozo sus dedos en su frente sintiendo el rombo.
No podía descansar mucho tiempo, tenía que seguir alejándose lo más posible de la aldea y de Boruto.
Debía evitar a toda costa lo que iba a suceder si estaban juntos.
Podría ser peligroso.
Alzo su mirada al escuchar varios pasos venir del exterior, se escondió tras una roca y asomó su cabeza.
–Aquí estará bien.
–Ya era hora. Necesitaba un descanso, los pies me están matando.
Eran dos hombres, pero ella había distinguido tres pares de pisadas.
¿Donde estaba el otro?.
Alzo ambas manos al sentir el filo de un arma en su nuca, sujetaron su hombro poniéndola de pie y la hicieron caminar.
–Les dije que debían revisar el lugar, idiotas.
–Para eso te tenemos a ti.
Golpearon sus piernas tirándola de rodillas y sujetaron su cabello.
–Eres una niña muy bonita.
–Muerete.
–¿De dónde eres?.
Ella no respondió.
–Para ser una niña tienes ropa reveladora, ¿es a propósito?.
–Menos ropa más velocidad– contesto.
–Nada mal. Pero...
Acercó su mano a ella, la chica fruncio el ceño y sujeto su mano.
–Me gustan cuando se resisten.
–Esto no te gustará...
Hizo uso de su fuerza rompiendo su muñeca, giro sobre su eje golpeando con su codo las costillas del otro.
–¡Eres una-
Esquivo con facilidad el golpe que iba directo a su rostro, se puso de pie y libero la mano del primer sujeto.
Saco un Kunai de su porta armas y camino hacia el último de pie, este empezó a retroceder hasta caer afuera de la cueva.
–El comentario de tu amigo me dejó saber que atacaron a más mujeres...
–No, espera-
–Acabar con sus vidas será un problema menos a este mundo. Adiós...
Intento atacarlo pero una roca golpeó su cabeza tumbando la en el suelo, sujetaron sus brazos tras su espalda, ella frunció el ceño.
–Eres un estorbo, niña.
–Sabia que te subestime al no verte muerto. Soportaste un golpe directo, nada mal...
–¿Quien eres?. ¿De dónde eres?.
–No tengo un lugar fijo... Digamos que soy un espíritu libre.
–Pues ya no.
Cuando clavó el Kunai en su cuerpo fue sustituido por un tronco.

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La Uchiha Y El Uzumaki
RastgeleElla, es su guardaespaldas. Él, es un tonto al que le deben salvar el trasero. Ambos, se meten en problemas por diversión. Pero ella tiene otra razón para seguirlo a todos lados y meterse en problemas con él. Descubre cual es esa razón...