Ella, es su guardaespaldas.
Él, es un tonto al que le deben salvar el trasero.
Ambos, se meten en problemas por diversión.
Pero ella tiene otra razón para seguirlo a todos lados y meterse en problemas con él.
Descubre cual es esa razón...
SU PRIMER día luego se una semana suspendido por dañar propiedad de la secundaria. Entro a su nuevo salón y varios hacían círculos definiendo diferentes grupos.
–Ya era hora que volvieras.
–¡Shikadai!. Mí bueno amigo, ¿que ha pasado por aquí?.
–No mucho.
–Seguro pasaron cosas emocionantes– tomo asiento en el pupitre al lado de la ventana.
–Pues...
–Oye– Boruto giro la cabeza encontrando una chica de cabello azabache y ojos verdes –Estas en mí lugar. Muévete.
–Ah, lo siento. No lo sabía– se puso de pie cambiando de lugar un asiento atrás.
Sayuri tomo su lugar, se puso sus audífonos y subió el volumen al máximo.
–¿Quien es ella, Shikadai?– pregunto a su amigo.
–Sayuri Uchiha. Ella es la emoción que te perdiste.
–¿Que quieres decir?.
–En su segundo día se peleó con un chico de último año, según dicen él intento tomarla como su asistente. Para burlarse y darle órdenes, ya sabes, se creen lo más. Entonces ella lo golpeó hasta romperle un brazo.
–¿También fue suspendida?.
–Sip. Solo unos días, por suerte las cámaras grabaron la pelea y se dieron cuenta de los intentos y burlas del chico. No la expulsaron de suerte.
–Mi hermana es así.
Ambos voltearon.
–Si no quieres problemas te recomiendo no meterte con ella– quitó la mirada de su libro –Soy Sarada, su hermana.
El uzumaki miro de nuevo a Sayuri, su cabello cubría el respaldar el asiento, era sacudido por el viento y la vio mirando por la ventana.
Sus mejillas se pusieron rojas.
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Subió a la azotea buscándola con la mirada.
⟨–¿Que quieres hacer que?.
–Ser su amigos. Vamos. Siempre camina sola, Sarada dice que no habla con nadie más que ella y desaparece. Estoy seguro que quieres un amigo.
–Estas cavando tu propia tumba, Boruto.
–Ahora debo ver dónde encontrarla.
–Algunos dicen que la ven subir al techo, posiblemente a comer su almuerzo. Fíjate allí.⟩
–¿Donde se metió?.
–¿Que haces aquí?.
Alzo la cabeza y encontró a la Uchiha sobre el techo que cubría las escaleras, vendaba sus manos y el almuerzo estaba a su lado.
