Ella, es su guardaespaldas.
Él, es un tonto al que le deben salvar el trasero.
Ambos, se meten en problemas por diversión.
Pero ella tiene otra razón para seguirlo a todos lados y meterse en problemas con él.
Descubre cual es esa razón...
EL ARPÓN que fue lanzado por un Funato había sido desviado antes que tocará a Sarada.
–Tu.
–¿Donde esta?– su voz era profunda.
–¡H-Hermana!– Sayuri giro hacia Sarada, ella extendió su mano mostrando la banda de su cabello.
Solo significaba una cosa.
Si él no estaba, los Funato los rodeaban a ambos y estaban indefensos.
–Boruto... Él...
–Acaba de morir– interrumpió Ikada –Solo por creer que la guerra terminaría dando su vida.
Su vista estaba puesta en la corta tela rojiza, camino hacia Sarada y la tomo en sus manos, estaba seca, como si él hubiera evitado que se mojara o dañará.
–Estas enojada, ¿verdad?. Sientes.. la ira de vengar su muerte correr por tus venas.
Cerro sus puños, frunció el ceño.
–Boruto– susurro ella, lágrimas se acumularon en sus ojos.
–Tienes a la persona que lo asesino frente a ti– Ikada extendió sus brazos –¿No nos odian?. ¿No quieren matarnos?.
–Los odio a todos– contesto –Boruto.. era mí mejor amigo. Hacíamos todo juntos, nos ayudabamos el uno al otro. Era como otro hermano para mí.
Ikada recordó de pronto a Seiren.
–Pues atácame. No me defenderé. Vengate hasta que estés satisfecha.
–¡Señor Ikada!.
–Se mejor que nadie lo que duele que maten a un ser querido. Y se que esa emoción no puede controlarse.
Ella lo vio de frente y camino hacia él hasta quedar parada cara a cara frente suyo.
–¿Tan poco te afecta la muerte de Boruto?. ¡¿No sientes tristeza?!.
–¡Claro que la siento!– alzo su cabeza revelando sus lágrimas –¡Tanta que siento que el corazón me explota!.
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Su Byakugan se había activado por si solo, la presión en su pecho no se iba aunque lo ignorara.
–Pues ataca.
Ella reacciono.
–Me odias, ¿no?. ¡Ataca!.
Respiro profundo, miro de nuevo a Ikada y alzo mano cerrada en un puño, acumulando todo su Chackra en el.
