La Uchiha Y El Uzumaki

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Miro los tres caminos que llevaban al lugar donde se dirigían, tres cruces, dos puentes y un camino cerrado entre los árboles.

–Se ve fácil.

–Sayuri-chan. ¿Estás bien?.

–Si– miro a Boruto –¿Por qué?.

–Tu brazo sangra.

–¿Que?– alzo una ceja confundida. Miro su brazo y tenía razón, por alguna razón no parada de sangran cada tanto, era la herida que le provocó el metal del dirigible –Oh. No debí.. curarla por completo.

–Cuando lleguemos por favor curate. No quiero saber que estás herida antes de una batalla.

–Si. No te preocupes, Boruto. Gracias.

–C-Claro. Cuando quieras.

Ella sonrió al presenciar su sonrojo, cada vez él era más atento con ella, podría ser la situación en la que estaban o siempre fue así.

Pero no le molestaba.

(...)

–¿Ese es el pueblo?.

–Si.

Tres personas se acercaron a ellos por el camino, dos chicos y una niña junto a ellos, hasta que notaron la presencia de los demás.

–No puede ser...

–¡Eres Kagura!.

Los tres se acercaron.

–¡Regresaste!.

–Bueno...

–¿Cómo estás?.

Una niña se acercó a Kawaki, este se confundió, cuando le pregunto que pasaba ella solo río provocando que Sayuri se ría de él.

–Cuanto tiempo sin verlos..

–Si.

–¿Que pasa?– pregunto Kawaki.

–Pase un tiempo en este pueblo cuando era niño.

–Cuanto has crecido.

–¿Todavía te quedan las marcas en el trasero de las cachetadas que te daban?.

–¡Ja!– río Sayuri.

–¡Claro que no!– negó de inmediato Kagura.

–No sabía que Kagura fuera travieso.

–No me lo esperaba.

–¿Cómo es que viniste?.

–Hablemos de eso...

La situación se torno sería.

Cuando todos los del pueblo estaban reunidos en el enorme árbol fue cuando Kagura explico toda la situación de la guerra.

–¿Nos atacaron los Funato?.

–Si. Si avanzan tendrán que pasar por aquí. Y no la dejarán intacta.