Zeno

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A ___ le encantaba su soledad.

El principal motivo era que hablar con desconocidos le daba ansiedad. A pesar de eso, hacia lo que podía por relacionarse cuando era estrictamente necesario.

Por lo general, la joven de diecisiete años vivía sola en una oculta casa en el bosque donde se dedicaba a cuidar animales y cultivar alimentos.

Se encontraba tranquilamente acariciando a una oveja recién nacida cuando un estruendo hizo que se sobresaltara.

Con rapidez se acercó al orígen del ruido y se sorprendió al ver a un joven rubio colgando de un árbol.

-Hola. -(la saludó alegremente) -Zeno tenía hambre. Zeno cayó en una trampa. Yo soy Zeno.

___ no tuvo tiempo de extrañarse ante esa presentación, ya que se enfocó en bajar al chico de ahí. Tomó su navaja y cortó la cuerda haciendo que el muchacho cayera.

La muchacha se apresuró a buscar vendas y medicina. Cuando regreso el rubio estaba jugando alegremente con el pequeño corderito.

___ se le acercó molesta y le revisó la cabeza.

-¿Te hiciste daño al caer? -(gruño mientras buscaba sangre) -Podrías tener una contusión.

-Estoy bien, el cuerpo de Zeno es resistente. -(contestó con una sonrisa) -No tiene que preocuparse por mi señorita.

-Debo hacerme responsable. -(replicó mientras suspiraba) -Puse esa trampa para los ladrones. Si te hiciste daño debo compensartelo.

-¿Cómo sabe que Zeno no es un ladrón? -(cuestionó confundido)

-Instinto. -(___ miro sus sucias ropas y negó con la cabeza) -Ven conmigo, te daré algo de comer y arreglare tu ropa. ¿Estas apurado por ir a algún lado?

-Esta bien, Zeno tiene mucho tiempo libre. -(murmuro mientras seguía a la muchacha a su casa)

La casa de ___ estaba hecha de madera y se veía muy antigua. Llevaba ahí generaciones.

-¿La señorita vive sola en el bosque? -(pregunto curioso)

-¿Viajas solo por el bosque? -(evadió con seriedad)

-Zeno viaja por todos lados. -(respondió con calma)

-Mis padres murieron y me dejaron esta casa.-(confesó ___ )

La chica no estaba muy segura del por qué. Solo sabía que ese chico le parecía muy confiable.

___ se estiró para alcanzar algo en un viejo estante. Cuando lo cerró este se agitó peligrosamente haciendo que la joven retrocediera asustada. Esa casa era muy antigua y poco segura.

Cerró los ojos con temor al ver como el mueble se caía encima suyo. Escuchó un fuerte ruido y espero un dolor que nunca llegó.

Cuando abrió los ojos Zeno se encontraba mirándola con una sonrisa. Él la había protegido con su cuerpo.

___ de inmediato se recompuso al verlo sangrar y se apresuró a ayudar al rubio. Él trató de tranquizarla, sin embargo, todos sus intentos eran inútiles.

-Zeno está bien. Zeno tiene un cuerpo muy resistente. -(dijo con dulzura) -La señorita no debe llorar por Zeno.

___ no sabía en que momento se puso a llorar. Tal vez fue al ver la gran herida en su cabeza. También pudo ser haber visto su brazo roto. O a lo mejor era esa amable mirada la que la hizo vulnerable.

La muchacha buscó medicina e instrumentos de primeros auxilios. Pero, estos no fueron necesarios, el joven estaba completamente curado cuando ella regresó.

-Zeno... ¿Tú... Alguna vez te has enfermado? -(pregunto cuidadosamente)

-No, Zeno tiene un cuerpo muy saludable. -

-¿Cuántos años tienes? -(interrogó con inquietud)

-17. -(contestó con simpleza)

-¿Por cuánto tiempo has tenido esa edad? -

Zeno se sorprendió ante esto y sonrió con melancolía.

-La señorita es muy astuta. -(acotó con calma) -Lo cierto es que no estoy seguro. Después de los primeros cien años dejé de contar.

___ se puso a llorar con más tristeza.

-¿Por qué llora, señorita? -

La chica negó un poco confundida. No estaba segura de la razón. Pero la idea de imaginar a ese amable chico merodeando solo por tanto tiempo le hacia tener una gran pena.

-No tiene que sufrir por Zeno. -(trató de consolar preocupado) -Zeno ha tenido una buena vida. Incluso ha estado casado.

-¿Casado...? ¿Eso significa que ella murió...? ¿Qué tan triste debe ser no poder morir? -

Zeno estaba extrañado. Esa muchacha  solitaria era muy perceptiva y empática para ser tan joven. Sin poder evitarlo acarició con ternura la cabeza de ___.

-Estoy feliz de que te preocupes por mi. Pero, si lloras tanto harás que me sienta mal. -

___ asintió en silencio mientras trataba de secar sus lágrimas.

-Es que... Eres tan amable. -(explicó apenada) -Debe ser muy duro tener que ver como todos a tú alrededor se mueren. Tus amigos, tú familia, toda la gente que amas...

-Aunque la gente se vaya, lo que hizo por mi y lo importante que fueron no cambiará. -(repuso con suavidad) -Yo soy una persona que ha recibido mucho amor.

-¿Por qué antes hablabas en tercera persona y ahora no? -(cuestionó interesada)

-No lo sé. No me había dado cuenta... -

Zeno no le dijo que solía hablar así porque lo hacía sentir menos solo. No era que no se atreviera a confesar eso, simplemente no quería admitir que dejó de hacerlo, ya que ___lograba que él se sintiera acompañado y hasta un poco querido.

-Señorita... -(llamó con timidez) -No me ha dicho su nombre.

-Soy ___.-(se presentó con una sonrisa ) -Eres mayor que yo, no tienes que ser tan formal.

-___... ¿Puedo quedarme aquí? -(pidió con una mirada intensa)

-Claro. -(accedió sin pensarlo) -Hace tiempo que estoy sola, creo que podremos acompañarnos mutuamente.

Zeno festejo interiormente. Ella lo había aceptado. Sabía que era inmortal y no le importaba.

El dragón amarillo se dedicó a cuidar de los animales junto con ___.Era amigo de las ovejas, los caballos y las gallinas. Estaba muy feliz ahí. Y ___ también se divertía mucho a su lado. Era gracioso ver como correteaba a las gallinas.

-Puedes quedarte aquí... -(murmuro ___ un día mientras lo observaba dormir sobre la mesa del comedor) -No necesitas irte... Sé que puede que sea doloroso para ti encariñarte con alguien... Pero,no quiero que te vayas.

-No me iré. -

___ entró en pánico cuando escuchó la voz de Zeno. El chico tomó su mano y la besó con suavidad.

-Permíteme quedarme a tu lado y prometo hacerte feliz y protegerte con mi vida. -(dijo con seriedad)

La muchacha se recuperó de la sorpresa ante aquella petición y acarició con cariño la mejilla del chico.

-Yo también te protegere, con mi vida. No dejaré que sufras mientras viva y te dejaré lindos recuerdos para que se te haga menos tediosa tu inmortalidad. -(pronunció con calma)

Zeno no pudo contenerse ante sus palabras y se acercó para besarla.

-Es una promesa. -(concluyó antes de acortar la distancia entre los dos)

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