Kirishima Eijirou

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Un villano.

Su vida estaba pasando frente a sus ojos y no podía hacer nada para remediarlo. Y tampoco estaba segura de querer hacerlo.

¿Para qué luchar?

Sus padres ya estaban muertos, no tenía amigos y lo único que le quedaba era el hombre en frente de ella.

Y ese mismo patán era el que la mataría.

Sus manos estaban alrededor de su cuello dificultando su respiración. ____ trataba de librarse, pero en verdad no le ponía mucho esfuerzo al asunto.

Tal vez era mejor así.

A lo mejor merecía morir.

-Eres una puta. Estoy seguro de que te acostaste con otro hombre mientras yo estaba de gira.-(gruño su compañero lleno de tatuajes y piercings)-Te odio, eres una mierda. Me das asco.

Ella negó con la cabeza energéticamente. Nunca sería capaz de serle infiel a su novio, aunque fuera solo porque no tenía las agallas para hacerlo.

Su cabeza se comenzó a nublar por la presión en su cuello, y comenzó a entrar en pánico.

Era cierto que a veces deseaba desaparecer, pero no creía que esa fuera la forma de acabar con todo. Un imbécil violento iba a arrebatarle su futuro.

Se escuchó un estruendo y el agarre se soltó de sorpresa. Ella tomó una gran bocanada de aire a la vez que las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

Se giró para observar que había ocurrido con su atacante y se topó con una cabellera roja que la miraba preocupado. Sus ojos tenían un aire amable y sincero.

-¿Estás bien?-(preguntó con una sonrisa ligera)

Ella asintió confundida por la situación hasta que vió que su, ahora definitivamente exnovio, agarraba un cuchillo y lo apuntaba al cuerpo musculoso del joven frente a ella.

-¡Cuidado!-

Pero ya era muy tarde, el arma blanca ya estaba incrustada en su espalda.

El pelirrojo siguió como si nada hubiera pasado, se volteó y agarró al hombre para inmovilizarlo. Unas bonitas esposas de metal adornaron su muñecas y tobillos.

____ miró como el cuchillo continuaba en su espalda que ahora estaba endurecida.

-Woah.....eso sí que es útil.-(comentó con una sonrisa forzada)

No iba a llorar.

No iba a ser una molestia.

Las lloronas no servían para esa sociedad.

-Soy Red Riot. Vine a salvarte.-(declaró como amabilidad)-No tienes que contenerte ya estás a salvo.

¿Por qué alguien como él era amable con ella?

Necesitaba que le gritaran, que la tratarán mal. Si alguien no le decía algún insulto pronto estaba segura de que se pondría a llorar.

-¡Hija de puta! ¡Ya verás cuando me libre de esto!-(gruñó el hombre con el que antes compartía su cama)

Ahí estaba. Una buena ofensa para mantener su coraza.

-No sé volverán a ver. Estarás como mínimo siete años en prisión por intento de asesinato.-(interrumpió Kirishima con un bufido)-No es de hombres insultar a otra persona, mucho menos a una mujer.

Y eso fue suficiente para que se derrumbara.

Comenzó a sollozar con fuerza.

Hace años que las lágrimas no recorrían su rostro, así que fue una sensación muy extraño. Se sintió increíblemente triste y aliviante. Era como quitarse una mochila cargada después de años de caminata.

-Gracias.-(fue todo lo que consiguió decir)-De verdad gracias.

Él le sonrió con suavidad y acarició su cabeza.

-No hay de que. Vivo para esto.-(contestó alegre)-Y tú lo hiciste muy bien. Resististe hasta que llegue, gracias por no rendirte y permitirme salvarte.

La joven asintió aún llorando.

Así que existía gente así.....personas amable por naturaleza.....que preferían hacer el bien y tratar al resto como humanos.

Esa noche ____ se prometió que no volvería a salir con una patán. Si volvía a tener pareja iba a ser alguien como Red Riot. Alguien amable y confiable.....alguien que no la tratara como basura.

Aunque lo cierto que era más fácil decirlo que hacerlo.

Tratar de reconstruir su vida después del incidente fue más complejo de lo que pensó. Ya habían transcurrido casi seis meses y aún tenía pesadillas. A pesar de que varios hombres le coqueteaban estaba aterrada. No quería que estuvieran cerca de ella, el estrés y la ansiedad evitaban cualquier interés de su parte.

Un día, en su trabajo de medio tiempo un grupo de su edad apareció. Estaba compuesto por dos rubios, un castaño, una chica con audífonos, una joven rosada.....y un pelirrojo.

____ sonrió levemente al verlo. Se parecía mucho a su salvador.

Preguntó su orden y cuando fue a dejarles su pedido se sorprendió por el repentino inicio de conversación.

-El pelipincho piensa que estás buena, pero es una nenasa y no se atreve a decirlo.-(declaró el rubio cenizo de ojos rojos)

El muchacho en cuestión se puso rojo como su cabello.

-No fue así. Kirishima dijo que le sonabas conocida.-(aclaró el que tenía cierto parecido a Pikachu)-Aunque no negamos que eres muy bonita.

-La misma mierda.-(replicó Bakugou)-La miraba con anhelo.

____ sonrió incómoda antes de analizar a profundidad al pelirrojo de unos veinte años de edad.

Él era muy parecido a su salvador.

-¿Red Riot?-(cuestionó con timidez)

Eijirou se levantó sobresaltado.

-¡Ya me acuerdo! ¡Tú eres la chica valiente de la otra vez!-(exclamó alegre)-¡Estoy feliz de haberte visto! ¿Estás bien? ¿Cómo te ha ido últimamente?

Valiente.....ella no se definiría así, pero se sentía honrada por ese aprecio a su personalidad.

Ella creía que era estúpidamente terca por seguir viviendo, aunque no hubiera nada bueno de recompensa.

-Estoy bien.-(respondió sorprendida por no haber mentido)-No todo es perfecto, pero estoy mil veces mejor desde que me ayudaste. Estaré eternamente agradecida.

Kaminari sonrió malicioso.

-Pues el estaría gustoso de aceptar una cita como agradecimiento.-(propuso divertido)

Los dos se miraron confundidos antes de que ____ sonriera y Kirishima se sonrojara.

-Si fueras tan amable, me gustaría invitarte a salir.-(declaró la chica con confianza)-Para compensarte por salvarme.

Esa confianza que había perdido tiempo atrás retornó como si nunca se hubiera marchado. Necesitaba ese impulso para dar ese paso.

-Por supuesto, no es de hombres rechazar una muestra de gratitud.-(respondió nervioso)

Ella soltó una carcajada y el joven se sonrojó.

____ dijo que conseguiría un novio como Red Riot, pero nunca se prohibió salir con el superhéroe. De hecho, él era el candidato perfecto, ya que le inspiraba confianza, amabilidad y era muy atractivo.

Si logró salir del agujero en el que se estaba hundido antes de conocerlo, estaba segura de que todo era posible.

Incluso ser feliz.


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