Capítulo 45

249 44 4
                                    

—¿Quieres bajar a comer? —pregunta Jack y niego, estando más sumida en mis recuerdos que en mi presente —¿comemos aquí?

Él sigue preguntando al no recibir respuesta

—¿Estás cansada? ¿Quieres dormir o...? No lo sé ¿Qué necesitas? —vuelvo a negar con un movimiento de cabeza y escucho a Jack suspirar a mi lado.

Parpadeo un par de veces para dejar atrás los recuerdos y concentrarme en el chico a mi lado que hace su esfuerzo para hacerme sentir cómoda.

—Lo siento, yo...no sé—me disculpo y me encojo de hombros, acorto los pocos centímetros que nos distancian y rodeo su cuerpo con mis brazos, él corresponde mi abrazo y escondo el rostro en su pecho, sintiéndome avergonzada ante el recuerdo de la pequeña escena hace algunos minutos atrás.

Siento a Jack dejar un beso en mi cabello mientras hablo.

—Y también lo siento por...por lo que pasó allá afuera, no sé qué me sucedió —admito.

Jack pasa una mano por mi cabello para después dejarla sobre mi mejilla y apartar mi rostro de su pecho. Deja un casto beso en mis labios antes de brindarme una sonrisa.

—No te disculpes por eso, no te avergüences por eso. Estoy aquí para ti en todo lo que necesites, Els—asiento, correspondiendo su su sonrisa con otra.

—Creo que sería buena idea almorzar. Pero no quiero mol—él me corta.

—No estás molestándo ¿de acuerdo? —asiento —¿quieres bajar? ¿O prefieres estar aquí?

—Aquí —Jack asiente antes de levantarse e ir por nuestra comida.

Suspiro, sintiéndome mal por hacerlo quedarse aquí en su habitación, cuando podría estar conviviendo con su familia en el piso de abajo. Muerdo mi labio inferior, dudando aún de mi decisión y salgo rápido de su habitación encontrándolo apunto de empezar a bajar las gradas.

—¡Jack! Espera ¿estaría bien...ir allá abajo? —Jack asiente —bien, entonces vamos.

—Por mí está bien, pero ¿Cómo te sientes tú? ¿Estás segura? —asiento esbozando una sonrisa—entonces vamos.

—Pensé que no bajarían—nos dice su madre en cuento entramos al comedor — papá ya se fue con Emma—le informa a Jack —¿van a comer? —ambos asentimos —perfecto, siéntense, ahora les traigo sus platos.

—Gracias—le decimos ambos y nos sentamos. La mamá de Jack se va un momento a la cocina y aprovecho para hablar con Jack.

—Disculpa, Jack —él alza una ceja sin entender el motivo de mis palabras—quería que pasaras tiempo con tu familia, pero por mi culpa tú no—me interrumpe y lo veo rodar los ojos.

—Deja de decir tonterías, deja de pensar eso, no eres una molestia ni es tu culpa—se acerca para dejar un beso en mi mejilla—enserio, si vuelves a decir algo similar me pasaré todo el día pegado a ti hasta que te des cuenta lo mucho que disfruto estar a tu lado.

—No suena como un castigo —sonrío—pero enserio no quiero quitarte el  tiempo con tu familia, Jack. No quiero interrumpir nada.

—Listo, te voy a encerrar conmigo en mi habitación hasta que pienses lo contrario—amenaza y río —no es broma, Elsa.

Estoy a punto de responder cuando su mamá aparece con dos platos y dos vasos, dejándolos frente a nosotros. Nos indica que la comida está en los recipientes en la mesa y que podemos tomar cuanto querramos de ahí. Mientras comemos, ella se queda en la mesa con nosotros. Ambas  aprovechamos para charlar y conocernos más.

Doy el último sorbo a mi caso antes de dejarlo sobre el plato, también vacío.

—¿No quieres más, Elsa? Ya todos comimos, puedes tomar más si quieres.

—No muchas gracias, todo ha estado delicioso pero ya me he llenado—le digo y sonrío amablemente mientras juego nerviosa con mis manos sobre mi regazo, por una parte sentía que había comido más de lo que tenía planeado para el día de hoy, y eso había sido solo el almuerzo.  Otra parte de mí me decía que era la cantidad correcta, la normal. 

Sin embargo, sabía que parte predominaba últimamente y eso me molestaba.Pero no podía pararla, menos en estos días. Si el atuendo que  escogimos días atrás con mamá y la abuela no me quedaba a la perfección el día de mi cumpleaños, sería simplemente un desastre al que no quería enfrentarme.

Saltarse la cena de hoy y el desayuno del día siguiente quizás sería suficiente. 

¿Qué era un poco de hambre por unos días más?

Sabía que estaba mal, pero al menos me reconfortaba el hecho de no volver a vomitar la comida cada vez que sentía que me había pasado de la cantidad "adecuada".

Dejamos nuestros trastes junto a los otros en el lavaplatos antes de despedirnos de la mamá de Jack y subir hasta su habitación.

Jack se sienta frente a su escritorio para hacer sus tareas mientras que yo me dedico a observarlo desde su cama a pesar de también tener un par de cosas por hacer.

—¿Jack? —él voltea a verme por encima de su hombro —¿tú...tú a qué hora crees que sea buena idea volver a casa? He estado pensando, pero no sé si sea mejor regresar temprano para no hacerlas enojar más o un poco más tarde para no toparme con ellas o al menos que todo esté más tranquilo.

—Quédate aquí hoy, quédate todos los días que quieras —suelta y vuelve la atención a sus tareas como si nada.

—Jack, es enserio, no estoy segura de qué hacer.

—Yo también hablo enserio—él gira en su propio eje sobre la silla giratoria hasta estar completamente frente a mí—tu mamá no tenía porque hacerte eso y si te soy sincero me molesta que lo haya hecho por si no te habías dado cuenta. Quédate aquí, ya lo he platicado con mamá y no hay problema —abro la boca para hablar pero él sigue —y deja de decir que no quieres molestar, porque no lo haces. Si lo dices, yo mismo te voy a obligar a quedarte—se cruza de brazos —quédate al menos por hoy.

En mi rostro se forma una sonrisa y me levanto negando con la cabeza por lo que ha dicho. Me acerco a él tomando sus brazos y descruzándolos, antes de sentarme sobre él.

—¿No aceptas un no por respuesta? —él niega —no traigo pijama.

—Lo resolveremos.

—Tampoco ropa para mañana—él se encoge de hombros.

—También lo resolveremos —rio y me inclino para besarlo. Él sonríe cuando nos separamos por falta de aire —entonces te quedas —afirma.

—No he dicho que sí.

—Y yo he dicho que no acepto un no por respuesta. Te quedas—vuelve a decir y asiento—perfecto.

—Te quiero.

—Yo también te quiero














No soy solo una cara bonita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora