Capítulo 5

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—No tienes ni mínima idea—me lanza un peluche de oso.

—Tú tampoco.—contraataco

—Tú la conoces más ¡yo no!

—¿Y si le compramos unas cajas de chocolate?

—Con eso yo sería feliz, supongo que ella también — da media vuelta y vamos a la sección de dulces.

—¿Cuántas?

—2

—Tacaño

—Entonces 4 ¿eso está bien para la niña rica?

—Ugh, no me llames así.

—¿Qué tiene?

—No me gusta. Además no tenemos tanto dinero.

—¿Y qué te hace pensar que estoy hablando de dinero?

Ella me voltea a ver confundida, tarda unos segundos en captarlo y cuando lo hace se sonroja como un tomate.

Se ve tierna.

Espera... ¿Yo pensé eso?

—¿Quién eres? Y ¿que hiciste con el Jack que conozco?

Me encojo de hombros y me río.

—Talvez me drogué

—Quizás sí.

—Elsa—un chico rubio se acerca a nosotros. Y al parecer no repara en mi presencia.

—Adrien, hola—se acerca y lo abraza. Al soltarlo él deja su mano en al cintura de Elsa. ¿Es su novio? Pero apenas hoy íbamos a casi besarnos ¿no?

Desvío la vista  con el ceño fruncido.

—¿Qué haces aquí? Ah hola....

—Jackson.

Él asiente en mi dirección.

—Venimos a comprar un regalo para una amiga.

—Me hubieras dicho, yo te acompañaba.

Elsa solo suelta una pequeña risa y yo ruedo los ojos.

—Tengo cosas qué hacer, pero ¿salimos mañana? —lanza una sonrisa seductora a la platinada. A la vez que ésta se aparta.

—No puedo.

—Ah... Está bien — me hubiera reído de lo descolocado que se veía por la respuesta. Pero el idiota se acercó más a ella y la besó.

Genial.

No han pasado ni tres segundo cuando me doy la vuelta y me voy.

Elsa

Elsa—volteo  y me encuentro a Adrien viniendo.

—Adrien, hola —me acerco para saludarlo son un beso en la mejilla pero él me abraza, al separarnos, deja su mano en mi cintura, doy un paso adelante  pero él hace caso omiso y no me suelta.

—¿Qué haces aquí? Ah hola....

—Jackson.

—Venimos a comprar un regalo para una amiga.—hablo

—Me hubieras dicho, yo te acompañaba.

No gracias.

Solo río.

—Tengo cosas qué hacer, pero ¿salimos mañana? —sonríe “seductoramente“ pero solo hizo que quisiera rodar los ojos. Me suelto de su agarre.

No soy solo una cara bonita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora