Capítulo 55

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Mamá entra a la casa sin mediar palabra. Adrien y yo nos miramos hasta que decidimos salir del auto.

—Crees...¿Crees que pueda irme a casa? —pregunta.

Lo pienso un momento y asiento.

—Claro, ya hablaremos después. Entraré a ver a mamá. ¿Puedes tratar de no decir nada sobre todo esto hasta que los tres lo hablemos?

Adrien asiente antes de aproximarse a mí y dejar un beso en mi mejilla.

Se despide y va a su auto. Cuando ha salido de mi jardín y su auto se pierde de vista entro la casa.

Saludo a Aby cuando entro y la veo acomodando los cojines del sofá. Subo las escaleras hasta llegar a la puerta entre abierta del cuarto de  mamá.

—Hola —murmuro al entrar.

Ella levanta la vista de su teléfono y me sonríe.

No voy a mentir. Que me sonría sigue pareciendome extraño.

—¿Cómo te encuentras?

—Bien

—¿Segura? ¿Qué fue todo eso?¿Por qué no me dijiste que harías eso?

—No estaba muy segura de hacerlo en un principio...

—Pero lo habías considerado ¿por qué no me dijiste? —pregunto sentándome a su lado.

—Quería hacerlo por ti. Te dije que me dieras una oportunidad de ser la mamá que mereces, para eso debo corregir mis errores. No te lo dije porque si me acobardaba no quería decepcionarte.

—No me hubieras decepcionado—digo, aunque no estoy muy segura de mis propias palabras.

—Y cuando empezaron a decir ese tipo de cosas sobre ti....no podía permitir eso. No más—dice, me mira antes de bajar la mirada —tengo la sensación de que, a pesar de tener a la abuela, luchas contra el mundo tú sola desde hace tanto tiempo...

Nos quedamos en silencio unos segundos, hasta que decido contestar.

—He tenido y tengo a Rapunzel, Eugene,  Aby...y ahora también tengo a Jack. No estoy tan sola —digo, formando una sonrisa en mi rostro para que ella la vea y con eso poder borrar un poco esa expresión de culpa de su rostro.

—Pero no me has tenido a mí...y no es mas que solo  mi culpa.

—Mamá...

—Mamá—repite y sus ojos se cristalizan y me entra el pánico. Si ella llora no sabría cómo consolarla ¿la abrazo? ¿Mantengo la distancia hasta que se calme? ¿Le digo palabras tranquilizadoras? ¿Traerle un té quizás? Ha tenido bastante trabajo últimamente, por ende se ha de encontrar muy estresada y cansada. Pero...¿Le gusta el té?...quizás debería dejarla sola...
Me  entra aún más pánico al darme cuenta que no conozco a mi propia madre más allá de lo superficial—no puedo creer que te haya dicho que dejaras de decirme "mamá", Elsa...en ningún momento fue tu culpa. Era yo, siempre eh sido yo.

Desvío la mirada al recordar ese día y tras un largo silencio, me atrevo a preguntar.

—¿Por qué hiciste eso?

—¿Lo de decirte que dejaras de llamarme...?—la interrumpo.

—Todo, absolutamente todo ¿por qué has sido así conmigo? Si me dices que nada ha sido mi culpa, entonces ¿por qué tratarme así?

Mamá también se toma su tiempo para contestar.

—Ciertas situaciones llevan a otras Elsa. Desde que tu padre se fue no eh echo más que arruinarlo contigo. Y me duele pensar que te lastimé más yo quedándome, que él lléndose. Que soy yo la villana a pesar de que fue él quién nos dejó. Pero todo villano tiene una historia detrás ¿sabes?...yo tengo una historia detrás de todo esto. Aunque eso no vaya a justificar mis errores quiero que sepas mi historia. Mis sentimientos. Pero, hoy no estoy lista para hablar. Dame tiempo, y te diré lo que quieras saber.

No soy solo una cara bonita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora