Capítulo 71

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Nuestros días en la playa habían acabado y era hora de volver a casa. Salgo de la ducha con una toalla envolviendo mi cuerpo y otra, mi cabello. Me encuentro a Jack cerrando su maleta antes de voltear a verme, le sonrío tratando de disimular la molesta sensación en mis rodillas.

—Ven —baja la maleta de la cama y ocupa ese lugar tomando la bolsa plástica con cosas dentro. Extiende su mano en mi dirección, insitándome a acercarme.

—Puedo hacerlo yo sola—digo sentándome a su lado. Trato de arrebatarle la bolsa, pero me lo impide y en su lugar toma mi pierna derecha con cuidado y la deja sobre su regazo sin importarle que ésta aún se encuentre mojada por el baño y ensucie su ropa.

De la bolsa saca un par de gasas y las frota con delicadeza sobre aquel raspón que empezaba a a sanar: estando en su mayoría saliendo una costra. Después aplica un ungüento y finalmente venda la rodilla antes de pedirme que suba la otra pierna a su regazo y hacer lo mismo que con la derecha.

Cuando termina extiendo mi brazo hasta que mi mano alcanza su nuca y lo atraigo hacia mí para darle un tierno beso en los labios en forma de agradecimiento.

—Así que el doctor Frost...—insinuo con una sonrisa—que sexy—el peliblanco ríe mientras un lindo rubor se apodera de sus mejillas. Vuelvo a pegar mis labios con los suyos, pero en un beso más duradero que se limita a caricias entre nuestros labios. Siento sus manos en mi cintura antes de alzarme y atraerme a su regazo. Mis pies cuelgan de la cama mientras el resto de mi cuerpo se encuentra sobre el suyo, su mano izquierda se apoya en mi espalda baja mientras la derecha acaricia mis piernas—sí te queda claro que solo yo puedo agradecerte así por tus servicios ¿verdad?—murmuro sin romper el beso, siento su sonrisa sobre mis labios antes de que me responda.

—No lo pongas en duda.

—Bien—sonrío y dejo un ruidoso último beso.

Jack baja la cabeza para ver mis piernas con gotas de agua deslizándose por ellas, sus dedos suben y se escabullen por debajo de la toalla hasta que siento el calor de su mano en mi muslo. El nudo de la toalla se deshace debido a los movimientos que ha presenciado hasta el momento y siento como empieza a resbalarse.

Con una sonrisa nerviosa me pego al pecho de Jack cuando el mío queda al descubierto. La tolla cae sobre mi regazo apenas cubriendo mi vientre, mi entrepierna, mi trasero y una pequeña parte de mis muslos.

Suelto la nuca de Jack para llevar la palma de mi mano a sus ojos cubriéndolos cuando baja la mirada.
Jack ríe y aunque insiste en ver, deja que siga cubriendo sus ojos.

—Ya tengo muchos chupones que ocultar con maquillaje como para que añadas más—observo la sonrisa pícara que Jack esboza—si mamá llega a notarlos dudo que eso ayude a que me deje irme contigo—lo regaño cuando se inclina hacia delante tratando de besarme.

—Bien, no veré —lleva su mano a su rostro, sustituyendo la mía cuando la retiro.

Me levanto de su regazo y él deja caerse de espaldas en la cama sin dejar de cubrir sus ojos.

Río mientras voy en busca de mi ropa.

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Paso dejando a Jack en su casa antes de ir a la mía. Me bajo con él para ir a saludar a su familia. Hablamos un par de minutos y aunque su madre y Emma insisten en que me quede más tiempo, Jack las convence de que me dejen ir.

—¿Cuándo les diremos? —le pregunto a mi novio mientras caminamos hacia mi auto.

—No sé—responde—¿juntos o por separado?

Lo pienso un momento.

—Sacar el tema por separado—termino diciendo. Jack asiente y se inclina para dejar un beso, primero en mi mejilla y después en mi boca a forma de despedida.

No soy solo una cara bonita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora