No soy solo una cara bonita

Capítulo 53

—Hola—saludo a la platinada cuando me la encuentro en los pasillos.

—Hola —ella se apoya en el casillero continuo al mío. Abro mi casillero metiendo dentro mis libros y ya no sacar más al ser esta la hora del descanso.

De reojo veo a Elsa levantar su mano y abanicarse al sentir calor ya que su última clase fue educación física.

Cierro el casillero y me aproximo a Elsa, tomándola de la mano y caminar hacia nuestro salón.

—¿No vamos a la cafetería? —me pregunta al ver el camino.

—No, Hiccup logró que le trajeran comida de afuera otra vez. Solo que como él está muy ocupado persiguiendo a Anna a todos lados seremos solo nosotros en el salón.

Elsa asiente. Volteo a verla y me acerco a ella para darle un beso. Ella corresponde pero  cuando muevo mi cabeza para besar su mejilla ella se hace hacia atrás en un rápido movimiento. Me enderezo, frunciendo el ceño, confundido ante aquel rechazo de su parte.

—¿Els?—cuestiono y de inmediato me recorre el miedo al pensar que ella estaba enojada conmigo por no haberle revelado la identidad de mi ex novia el día de ayer.

—¿Qué trajo Hiccup?—pregunta.

—Eh...no...no estoy seguro—le digo, aún descolocado por el beso rechazado.

Elsa voltea a verme y ladea la cabeza al ver mi expresión confusa, adoptando ella una igual después de mirarme.

—¿Qué pasa?

—Eso me gustaría saber.

—¿Eh?

Elsa es quién se encarga de cerrar la puerta cuando llegamos al salón, lo encontramos vacío como de costumbre.

—¿De qué hablas, Jack? —pregunta mientras avanzamos hasta la mesa dónde encontramos una pizza mediana en el centro junto a dos sodas.

—Es que...nada —giro mi cuerpo para verla, ella se cruza de brazos al escucharme y alza una de sus cejas—comamos.

—No, hasta que me digas qué sucede. Quedamos en decirnos las cosas, Jack. Anda, dime ¿qué pasa?—recarga su cuerpo en la mesa de enfrente esperándo a que hable.

Suspiro y me acerco a ella en dos pasos. Al parecer me resultaba muy difícil decirle que me había puesto mal que me rechazara uno de los besos, y me parecía más fácil intentar besarla de nuevo.

Mala Idea.

Elsa me sonríe apenada, haciendo su cabeza hacia atrás cuando intento besarla.

—Esto sucede —digo, tratando de no hacer una mueca—¿Qué sucede? —pregunto. La idea de que algo estuviera mal entre nosotros me disgustaba. Necesitaba arreglar lo que sea que estuviera pasando, la simple idea de que algo malo pasara y debido a eso nos alejaramos me ponía mal. No la quería lejos nunca más.

Ella ríe un poco lo cual me confunde, se estira, dejando un corto y rápido beso en mi boca confundiéndome más.

—No pasa nada —niega aún con esa sonrisa en su rostro—es que estoy sudada, mucho. Y cuando tú empiezas besando mi mejilla casi siempre te desvías a mi cuello u hombro.

Me siento aliviado al instante

—No me importa que estés sudada—digo, acercándome un poco más a ella.

—Jack —exclama cuando tomo su cintura y la subo a la mesa de escritorio—solo la —empieza diciendo pero la interrumpo al besar sus labios —solo la boca —me advierte. Río y beso su mejilla —te estoy diciendo que estoy sudada, seguro apesto y—