No soy solo una cara bonita

Capítulo 13

—Bueno eh...no sé por dónde empezar—suspira y juega nerviosa con sus manos.

Pongo mi mano en su rodilla, incitándola a hablar. Sé que parte de su nerviosísmo se debe a cómo he reaccionado en otras ocasiones, y realmente no estoy orgulloso de eso.

—Bien...Primero que —es interrumpida cuando tocan el timbre de la casa,ella frunce el ceño —Se supone que Aby vendrá hasta mañana. Perdóname, iré a ver —niego y me decido por seguirla.

—Hola, pensé que—se silencia cuando ve a la persona en la puerta. Yo aprieto los labios en una línea recta—Hey, ¿cómo estás? ¿Qué haces aquí? —la rubia ve a la platinada, luego a mí y de nuevo a Elsa, para después esbozar una sonrisa

—Bueno, venía a ver cómo estabas... Pero creo que ya están mejor las cosas ¿no? — me mira por unos segundos —¿Interrumpo algo?—

—No, nada —dice Elsa

—¿Segura? —dice ya con un tono, qué me  afirma a lo que se refiere.

Genial, mi madre y ahora ella.

—Nada de eso —Elsa niega, tan pronto como Rapunzel lo insinúa

—Si tú lo dices—Rapunzel se encoge de hombros aún con una sonrisa.

Elsa asiente también sonriendo

—Bueno, venía aquí para ciertas cosas pero ya que veo que la situación mejoró ¿o no es así? —pregunta hacia Elsa.

Elsa me ve unos segundos y le sonrío— Si, creo que la situación ya está bien

—Perfecto—muerde su labio inferior—Elsi, ¿puedo preguntarte algo?—dice la rubia

—Sí claro—Elsa se hace a un lado, dejando espacio e invitando a la rubia a pasar, la imito.

Ellas comparten algunas palabras, luego van hacia la cocina y yo me quedo en la sala de estar.

Veo a mi alrededor y mi atención es  atraída por los cuadros que están cerca del televisor. Me acerco más al lugar para poder observarlos mejor.
En total son 3 cuadros. En la primera fotografía hay una bebé acostada, está riendo, dejando ver sus únicos dos dientes  y sus ojos color cielo con pequeñas arrugas a los extremos por estar riendo, sus manos están abiertas, tratando de alcanzar la cámara encima de ella. Sonrío.

En la siguiente fotografía hay una mujer castaña, su cabello está atado en una coleta alta, sus ojos son similares a los de Elsa, sin embargo los de la mujer son de un azul más oscuros y sonríe a la cámara.

En la  tercera fotografía hay tres personas. Un hombre alto,de ojos verdes, el color de su cabello es rubio claro. La mujer de la fotografía anterior también aparece aquí. El  fondo es nevado, ambos adultos están abrazados mientras ven a la cámara sonrientes,a diferencia de la niña platinada que aparece de puntillas poniéndole una zanahoria al muñeco de nieve.

Me quedo unos segundos más apreciando aquellas fotografías, suponiendo que ambos adultos son padres de Elsa. Dos personas de las que nunca habla y nunca he visto en ésta casa.

—Bien, ya estamos aquí—anuncia Elsa y me acerco a ellas.

Rapunzel me ve fijamente por unos segundos para luego desviar la mirada. Frunzo el ceño.

—Bien...—digo

Elsa asiente y por unos segundos se torna un silencio incómodo entre los tres hasta que Rapunzel lo rompe.

—Sin rodeos, odio eso —dice la rubia a la vez que va al sillón personal y se sienta. Nos hace señas de imitarla. Elsa es la segunda en sentarse y yo lo hago a su lado, veo confundido a la platinada pero esta no me dice nada.