Capítulo 49

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Abro mis ojos viendo la pared de mi habitación y sintiendo el cuerpo de Jack a mi lado, mi cabeza sobre su pecho, uno de mis brazos rodeando su cintura y mis piernas enredadas con las suyas.

Sonrío al levantar mi cabeza y encontrarlo aún durmiendo. Vuelvo a dejar mi cabeza en su pecho, aprovechando la tranquilidad que aún reinaba en la casa al todos estar durmiendo. Aún me sentía extraña de la rara actitud de mi madre al aceptar sin rechistar todo lo que le había pedido estas dos últimas semanas. Recordando perfectamente que empezó el día siguiente de haberme quedado en casa de Jack, ella me llamó después del colegio pidiéndome que fuera a casa. Pensaba que recibiría un regaño de su parte, sin embargo me tomó por sorpresa que me recibiera con un abrazo. Nadie volvió a tocar el tema. Y respecto a su rara actitud de aceptar cualquier cosa que le pidiera, únicamente aproveché para pedir que Jack se quedará a dormir conmigo el día de ayer.

Suspiro al saber que hoy era mi cumpleaños, pero no me sentía tan mal como en años anteriores. Quizás se debía al peliblanco que empezaba a despertar junto a mí.

Con una pequeña sonrisa me acerco a él, dejando un suave y corto beso en sus labios.

—Buenos días —susurro

Él suelta un bostezo mientras abre los ojos, me ve y sonríe adormilado.

—Se supone que yo debía despertar antes y decirte feliz cumpleaños—acerca su mano a mi cabeza, tomando  un mechón de mi cabello y dejarlo atrás de mi oreja —y ponerte la canción de cumpleaños.

—No te preocupes, es suficiente con que durmieras conmigo.

Él se acerca a mi rostro, juntando nuestras bocas en un beso más profundo que el anterior. Cuando nos separamos me abrazo más a él y él rodea mi cuerpo con sus brazos también. Segundos después tocan la puerta de mi habitación y hundo mi rostro en el pecho de Jack.

—Elsa,¡es hora de despertar! —escucho la voz de mi madre al otro lado de la puerta y después sus pasos alejarse.

Emito sonidos de queja, siendo amortiguados por el pecho del peliblanco. Él ríe y yo bufo.

—Es sábado y me están levantando a las —me levanto de mala gana, tomando mi celular de la mesita de noche, abro mis ojos y boca  sintiendome indignada—¡son las 6! ¡las 6! Ni para ir a estudiar me levanto a las 6,Jack—él ríe—adelante, ríete, como a ti te encanta levantarte temprano.

—Te quejas mucho—Jack se incorpora setándose en el borde de la cama

—Como habrás notado no soy una persona que ame levantarse temprano como otros locos —le saco la lengua, dejando el teléfono sobre la mesita de noche —borra esa sonrisa, es mucha alegría para ser tan temprano.

—Tonta—Jack rueda los ojos sin borrar esa sonrisa de su rostro, me toma por sorpresa sentir sus manos en mi cintura, atrayéndome con fuerza hasta él. Me gira y me tumba boca arriba sobre mi cama, dejándome algo mareada ese repentino movimiento—feliz cumpleaños—sonríe, inclina su cuerpo hacia mí pero no se cirne encima mío por completo. Deja un beso en mi frente, borrando de inmediato mi ceño fruncido, luego besa la punta de mi nariz y finalmente deja un beso sobre mi boca—deja de ser tan gruñona.

Arrugo mi nariz ante sus palabras para después sonreír

—Así me quieres, Frost.

—Y no tengo remedio—dice sonriendo, provocando que mi corazón salte de alegría. Jack se incorpora, extendiéndome su mano para ayudar a levantarme —anda, ve a arreglarte.

Asiento dirigiéndome al baño. Minutos después cuando salgo de bañarme envuelta en una toalla me encuentro a Jack cerrando la puerta de mi habitación.

No soy solo una cara bonita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora