Capítulo 2

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––Así que la chica nueva...eh-dice mi amigo mientras esperamos en la fila con nuestras bandejas.

––Cállate Hiccup

Recordatorio: ya no contarle nada, absolutamente nada al castaño.
Desde que entramos a la cafetería le he contado el breve e insignificante suceso con la platinada, claramente lo he hecho para compartir la pésima experiencia mientras que él solo se fija en el mísero detalle de chocar miradas...ah y el que se lo haya contado provocó que pensara que la platinada me interesaba, algo completamente erróneo.

––Vamos Jack, admítelo, ese "insignificante" momento te ha importado-lo miro con mala cara- aunque sea un poco.

Ruedo los ojos caminando hacia alguna mesa.

—Además no puedes negar que...—es interrumpido cuando un cuerpo choca con el suyo, nada más y nada menos que la dichosa platinada.

—Oh lo siento mucho—dice ella, su voz es suave y muy linda, además de cerca se ve mucho mas hermosa y...

"Wowowow, alto ahí vaquero ¿qué diablos estoy pensando?"

—No te preocupes—Hiccup me ve con una sonrisa traviesa, antes de que pueda entender el porqué, el abre la maldita boca. —Mi amigo está interesado en saber tu nombre.—la chica voltea a verme

Idiota.
Idiota.
Idiota.

—Ah no yo...

—Elsa...Elsa Arendelle, un gusto - extiende su mano en mi dirección, estaba dispuesto a no corresponderle, pero al parecer mi amigo no estaba de acuerdo ganándome un codazo de su parte, con una sonrisa forzada estrecho su mano.

—Jackson Frost.

—Para ti, Jack— habla nuevamente mi ahora ex mejor amigo.

—Un gusto Jack, y tú eres?

—Hiccup Haddock.

—Es igual un gusto Hiccup.—estrecha la mano con Hiccup. Y lo único en que puedo pensar es... ¿Qué hace ella aquí? Dirigiéndonos la palabra, qué no se vería mal para su posición?

—Y ¿qué hace la  amiga de Corona hablando con nosotros?

—Ehm...¿cómo?— responde confundida, quizá por el tono que usé o la misma pregunta en sí.

—Nada... —dice Hiccup, pero esta vez lo interrumpo yo.

—Quiero decir....¿Que qué haces aquí? No te ha comentado tu grupito que alguien como tú no puede hablar o relacionarse con personas como yo?

—Ah si—sonríe , haciendo que frunza el ceño— me dijeron algo similar....aunque no veo la necesidad, es totalmente ridículo. 

Su respuesta me descoloca, esperaba que no respondiera o que dejara a un lado su falsa amabilidad.

Hiccup hace una exclamación  de aprobación, pero yo no me lo trago.

—¿Por qué no dejas ya a un lado tu teatrito?

—¿Mi qué? Disculpa pero yo no...—la interrumpo.

—Esto no es lo tuyo Arendelle, deja la farsa...mejor dime ¿quién te mandó? la abeja reina o el descerebrado de Aster. 

Me ve confundida. Para estar actuando  voy a admitir que lo hace muy bien.

—¿Por qué estás aquí? Quiero saber...¿eres distracción o parte importante del plan?

— No sé quien te creas tú—muy bien, al menos ya no sigue fingiendo—pero no te encuentras en una película juvenil donde todo el que se te acerque quiera hacerte daño—o no— Mira Jackson, no sé de que mierdas me estés hablando pero no es razón para que me trates así. No me conoces y—

—Tienes razón, a ti no, pero conozco bien a alguien de tu grupo y créeme en lo que a mi respecta todos ahí son iguales.

—¿Y eso te da derecho a juzgarme? 

—Yo...

—No. No te lo da. —pasa por mi lado empujando mi hombro.

 Estando ella a unos cuantos centímetros lejos de nosotros me llama, volteo a su dirección.

--Por cierto, te espero en la salida, empezaremos hoy en mi casa--abro la boca para quejarme pero ella sigue hablando-- no sé en que mundo estabas en la clase de ciencias, pero debemos trabajar juntos--una sonrisa aparece en su rostro--que bueno que ya nos caigamos bien, esto será divertidísimo...¿no crees?

Sin permitirme contestar y con una sonrisa bailando en sus labios, gira y se va.

—Bueno, no sé tú pero a mi me agrada.

De mala gana me dirijo a una mesa vacía y me siento.

—Como te decía, no puedes negarte a que es sexy —lo miro mal

—Lleva tu existencia hormonal a otra parte.

—Jajaja—ríe sarcásticamente.—Y tú puedes meterte tu mal humor por ya sabes donde.

--¿Enserio?

--Estoy comiendo, no diré una palabra así de desagradable mientras lo hago.

Me encojo de hombros.

Con la vista busco a la platinada en la cafetería, pero no la encuentro.

--Pero no te importa ah

--Cállate

--Si es otra razón por la cual molestarte, esa chica me cae mejor cada minuto que pasa.

Sigue burlándose, pero mi mente solo está en la horripilante idea de pasar una tarde con la platinada.

No soy solo una cara bonita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora