Capítulo 63

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Sonrío al ver a Hiccup y Anna caminar hacia nosotros. Anna me saluda primero a mí mientras el castaño saluda con un abrazo a Elsa. Me siento ligeramente confundido al ver que Anna también abraza a Elsa, Hiccup se encoge de hombros al no poder darme una explicación y me saluda.

—Vengan, vamos—dice Anna, caminando frente a nosotros tres para llevarnos hasta la recepción—pidan sus cosas y vienen con nosotros—nos indica, llevándose a Hiccup con ella. Sonrío al ver esa nueva cercanía entre ellos.

—¿Alusiné o Anna me abrazó? —me susurra Elsa.

—Sí pasó —le digo antes de entablar un pequeña conversación con el encargado de  recibir el pago y darnos nuestras bolas. Él señor me ofrece ambas y me voy a sentar junto a Elsa quién está terminando de atar las cintas de sus tenis al estar desamarrarse a medio camino. Cuando termina nos dirigimos a nuestros amigos para decidir al final jugar un mujeres contra hombres.

Minutos después Elsa y Anna nos ven con una expresión de superioridad al habernos ganado por dos rondas seguidas.

Ruedo los ojos cuando Elsa se ríe de mi derrota, le doy la espalda para hablar con Hiccup pero soy detenido al sentir los brazos de la platinada rodear mi cintura.

—Te gané —murmura cerca de mi oído para luego volver reír.

—Que linda—digo con sarcasmo.

—Sí, lo sé—me giro para verla y dejar un beso en sus labios.

—Ahora sí les vamos a ganar y ustedes pagarán la cena.

Elsa me saca la lengua antes de darse la vuelta e irse corriendo con Anna. Sonrío sin poder dejar de verla, exaltándome al sentir la mano de Hiccup sobre mi hombro.

—Estás enamorado —dice.

—¿Y hasta ahora te das cuenta?—digo, llendo en busca de la bola.

—¡Y lo admites! —exclama sorprendido—¿quién eres y qué haz hecho con mi mejor amigo?

Rio ante su reacción.

—Oye Hiccup—digo, dejando de reír. Él me ve atento—yo...creo que siento algo por ella.

—¿Y hasta ahora te das cuenta? —imita lo que yo le respondí hace unos segundos.

—Es que es diferente—digo, fingiendo que observo a detalle cada una de las bolas de boliche de diferente color y diseño—se siente más fuerte.

—Te hicieron un amarre amigo—bromea y golpeo su brazo—ya, ya. ¿Cómo así? No entiendo.

Suspiro, volteando a ver a la platinada que se miraba algo tímida al hablar con Anna.

No puedo evitar que las comisuras de mis labios se estiren en una sonrisa al verla reír. Suspiro, regresando mi atención a Hiccup.

—No sé —miento. Antes de que Hiccup insista, tomo una de las bolas y anuncio a él y a las chicas que empezaremos la tercera ronda.

Una hora después, Hiccup y yo cargamos con las bandejas de comida después de haberlas ido a pagar ya que nosotros perdimos.

—Aquí está —dejamos frente a ellas sus hamburguesas, papas y bebidas. Elsa jala de mi mano para que me siente a su lado, cedo y empezamos a comer.

Mientras Hiccup cuenta algo que le sucedió la semana antes y ambas chicas lo escuchan atentas. Yo me fijo en Elsa, observando su perfil no puedo evitar recordar nuestra conversación de la tarde. Bajo unos segundos la mirada al sentirme aún culpable por haberle ocultado la verdad a Elsa y que por eso haya dudado de mis sentimientos hacia ella y la rubia. Siendo para mí muy claro que por Rapunzel ya no sentía nada, y que a Elsa la quería  más de lo que alguna vez pude llegar a sentir   por Rapunzel. Pero entendía que ahora ella tuviera esa inseguridad que nunca quise provocar. Siendo ahora mi intención arreglarlo, lo cuál por mi parte  sería fácil demostrar mis sentimientos a Elsa por el inmenso cariño que le tengo y sentirme contento al ver sus sonrojos, sonrisas y a sus ojos brillar cada que decía o hacía algo que le gustase.

No soy solo una cara bonita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora