Los vecinos de enfrente (parte 3)

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Un par de semanas antes de navidad, Juanes es testigo de las extrañas actitudes de Diego, quién tomaría ama de ser alguien algo extravagante, por decirlo menos. Él, siendo uno de los cirujanos más experimentados, fue llamado un sábado casi a media noche para que asistiera de urgencias a atender a un paciente que no podía esperar mucho tiempo, así que, a toda carrera, se alistó como pudo y salió corriendo de casa. Al pasar frente a la casa de Diego, jura haberle visto junto a su familia mirando hacia el cielo estrellado y sumamente despejado. Era la primera vez que los veía juntos a los tres, y, aunque pasó rápido con el auto, asegura que tenían una sonrisa en la cara denotando una felicidad enorme, cómo sí se trataran de niños esperando a la llegada de Papa Noel a sus casas. Sería la última vez que vería algo así, pero el suceso, cada que lo recordaba, le hacía tener escalofríos por la espalda.

Pocos días antes de las festividades, todo transcurrió de una manera relativamente normal. Tus vecinos reciben visitas, otros se van de viaje, incluyéndote. Diego y su familia, un día antes de irte donde tus padres hasta el 7 de enero, se van de su casa sin previo aviso. Empacaron maletas, se subieron al auto y decidieron irse hacía un lugar totalmente desconocido para todos sin mencionarle nada a nadie. Diego había vuelto a sus viejos hábitos de no relacionarse con los demás, así que realmente no dio señales de que se iría. Sin embargo, no es algo que preocupe demasiado, ellos tienen su vida, realmente no fue nada alarmante.

Javier decide tomar unas cortas vacaciones hasta el 2 de enero, igual que Juanes, cuya familia vive a unas horas de la ciudad. Los días pasan sin ningún contratiempo. Tienes una de las mejores navidades tanto con familia paterna, como materna. Todos son unidos, y eso te gusta. Él abuelo materno tiene una finca gigante en la que se solían celebrar grandes eventos familiares como cumpleaños, bodas, graduaciones o festividades decembrinas y durante gran parte de todas tus vacaciones la pasas allí, sin preocupaciones, estrés ni nada por el estilo.

Pero, por otro lado, quienes decidieron quedarse en el barrio, viven una historia totalmente diferente. Te enteras por el chat de vecinos qué en la casa de Diego, sin importar lo sola que estaba, se escuchaban cosas bastante extrañas por decirlo menos. Algunos que pasaban cerca de allí escuchaban a la pequeña Daniela llorar, lamentos demasiado bajos que desaparecían cuando se acercaban lo suficiente para escuchar mejor. Algunos tocaban la puerta varias veces, pero nadie contestaba. Inclusive pensaron el llamar al guardia de seguridad, pero al no haber pruebas contundentes de que algo sucedía, el caso no trascendía. Tus vecinos hablaban acerca de llamar a la policía, pero eso lo tenían en duda aún. Diego podría volver en cualquier momento, uno nunca sabía. Además, eran pocos quienes escuchaban los llantos, podría tratarse de una simple alucinación, o inclusive el viento.

Otros pocos, sin quedarse atrás, aseguraban escucharmúsica clásica provenir de la casa, y unos cuantos creían haber oído carcajadasde una mujer. Nada transcendía realmente, todo se podría tratar de cosas quetenían alguna explicación lógica, aunque las coincidencias habidas en cada unade las historias eran para ser tomadas en cuenta sí te ponías a pensar. ¿Porqué justo cuando la casa queda vacía es cuando empieza a escucharse cosas allídentro, pero cuando estaban los 3, el silencio era absoluto? 

la oscuridad detrás de la puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora