Capítulo 1

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Hace tres años que empecé de nuevo...
Hace tres años que decidí seguir con mi vida y olvidar mi pasado en Francia. Lugar donde conocí lo que fue el amor. Lugar donde fui feliz, pero...también sufrí.

Hace tres años que ya no sé de él...
El hombre que cambió por completo mi vida y me enseñó lo que es el amor.

Ahora soy feliz con mi esposo y mis dos pequeños. Fruto del amor entre Adrien y yo. Son el único recuerdo hermoso que me queda de él. No se diga mi hijo Adrián es parecido a su padre, mi pequeña Adriana es idéntica a mí. Son mi tesoro, lo más preciado que tengo.

Él no sabe de la existencia de nuestros hijos, pero ellos si saben de su padre. Jamás se los oculté, les hablé sobre él y como fue que lo conocí -claro, evitando algunos detalles-ellos quedaron encantados al saber la historia de amor de su padre y yo.

Cosa que no le gusta mucho a Luca, mi marido. Pero le digo que es solo una historia y que mis hijos deben saber cómo fue que conocí a su padre. Lucas quiere darles el apellido, pero eso es algo que no se lo pierde permitir, ellos son hijos de Adrien y por ende deben llevar su apellido. Si tal vez él no sepa sobre su existencia, pero mis hijos la saben. Saben quién es su padre y eso es lo importante y algo que Lucas no podrá quitarles.

—Niños ya llegué—digo llegando.
—Leti—me saluda Rosa. Ella es la mujer que cuida a mis niños. Estoy eternamente agradecida con ella.
—Rosa-sonrío—¿Y mis niños?—le pregunto. Ya que es muy raro que no salgan a recibirme. Siempre que llego del trabajo me reciben.
—Están en sus cuartos, los pobrecitos están tristes—me contesta Rosa.
—¿Que les pasó?—le pregunto preocupada—unos niños del colegio, empezaron a burlarse de ellos por no tener a su papá-me contesta y a mí se me parte el corazón escuchar eso. No me puedo imaginar por el dolor que pasaron mis angelitos al escuchar eso.
—Tengo que hablar con ellos—le digo e inmediatamente voy a la habitación de mis angelitos. Entro y ahí están dibujando-hola mis amores.

Voltean.

—Mami—me dicen tristes. Me duele ver sus caritas así.
—Rosa me dijo que en el colegio se burlaron de ustedes porque no tienen papá, ¿Es verdad?—les pregunto. Quiero que ellos me digan.
—Si mami—me contesta con carita triste mi princesa—se burlaron de nosotros.
—Pues mañana hablaré con la maestra y la directora, esto no puede volver a pasar y claro que tienen a su papá, él está en Francia—los miro.
—Entonces, ¿Por qué no viene a vernos?—me preguntan.
—Él está trabajando y no puede venir mis amores—les contesto.
—Entonces, llévanos a verlo, queremos conocerlo mami—me dice mi pequeño.
—Si, por fa mami—dice mi pequeña juntando sus manitas.

No sé si sea lo correcto. Hace tres años que no se nada de él, no sé cómo vaya a tomar la noticia de que tiene dos hijos.

<<Anda Leticia, acepta, házlo por tus niños, ellos merecen conocer a su padre>>me dice mi subconsciente.

Tiene razón...

Mis pequeños merecen conocer a su padre. Ahora el problema es Lucas. No creo que le agrade la idea que vaya a ver al padre demis hijos. No se miraría bien, ya que estoy casada.

<<Pero el que los va a ver son tus hijos, no tú, tú solo vas acompañarlos>>me vuelve a decir mi subconsciente.

En eso también tiene razón. Mis hijos los van a ver, yo solo voy acompañarlos.

—Está bien—sonrió—iremos de vacaciones a Francia a conocer a su papá.
—¿Enserio?—me preguntan ilusionados y con un brillo en los ojos.
—Si mis amores—sonrío feliz. Feliz porque mis angelitos conocerán por fin a su padre.
—¡Yupi!—dicen felices y me abrazan.

Los abrazo. Me gusta verlos felices y sonriendo. Quiero que mis angelitos sean felices.

—Ahora, cambien esas caras, no estén tristes mis amores, iremos estás vacaciones a conocer a su padre—les digo muy segura.
—Ok mami—sonríen.
—Leti, niños, la cena ya está lista—nos dice Rosa.
—¡Yupi!, Vamos a cenar—salen corriendo mis angelitos.
—Rosa, no te hubieras molestado, ya sabes que yo hago la cena—le digo a Rosa. Ella es muy linda, no sé que haría sin ella.
—No es nada, ya sabes que yo encantada, además tú llegas cansada, quiero ayudarte.
—¿Más?, Con cuidar a mis hijos es más que suficiente—sonrío.
—Nuevamente muchas gracias.

Salimos y vamos con los niños. Los cuales ya están cenando.

—Vaya si que tiene hambre—les dice riendo Rosa.
—Si—rio—cena con nosotros y después vas a ver a Pablito, no acepto un no por respuesta—le advierto.
—Ok patrona—ríe y se sienta con nosotros a cenar.

Cenamos entre risas y pláticas.

—Rosa, mami nos va a llevar a ver a papi a Francia—le dicen felices a Rosa.
—Que bien niños—les contesta sonriendo.
—Ya quiero conocerlo en persona y mostrarle los dibujos que le hice—dice mi princesa. Ella le ha estado haciendo dibujos a Adrien, dice que cuando lo conozca se los mostrará. Y ya se va a cumplir ese sueño.
—Yo le voy a decir que voy hacer el mejor jugador de fútbol—dice mi príncipe.
—Si mis amores, verán que su papá se pondrá feliz de verlos—les digo sonriendo.

<<Eso espero>>digo en mi mente.

—Su mamá tiene razón niños, su papá se pondrá muy feliz al verlos—les dice Rosa.
—Igual mañana hablaré con la directora y la maestra, no quiero que se vuelva a repetir esto—miro a los niños.

No voy a permitir este tipo de actos.

—Esta bien mami—me dicen mis pequeños.

Terminamos de cenar. Rosa se despide de nosotros. Lucas hoy no vendrá a dormir. Esta lejos de la ciudad. Así que para la próxima semana tengo que hablar sobre el tema con él.

Cosa que yo sé que no le gustará. Pero debe entender que lo hago por mis hijos.

[***]

—Niños vamos que se nos hace tarde—les digo a mis pequeños saliendo de nuestra casa.

Veo si tengo mensaje se Lucas, pero al parecer nada. Que raro, siempre me manda mensaje. Bueno tal vez esté ocupado.

Subimos al auto y vamos al colegio.

Mis niños van cantando una canción. Sonrío al verlos felices. Los amo demasiado, son el mejor regalo que Dios me ha dado.

—Llegamos mis amores—les digo a mis niños.

Bajamos del auto.

La maestra está recibiendo a los niños en la puerta.

—Hola maestra—le saludan mis angelitos.
—Hola niños, señora Fournier—me dice la maestra.
—Hola, dígame Leti—le contesto. Tengo que hablar con ella sobre lo de ayer.
—Está bien—me dice sonriendo.
—Maestra tengo que hablar con usted-la miro.
—Dígame.
—Mis pequeños me contaron que unos compañeritos suyos se burlaron de ellos por no tener papá-le digo. Quiero que ponga un alto a esto y hable con esos niños.
—¿Eso es cierto niños?—les pregunta.
—Si maestra—contestan asintiendo mis niños.
—Muchas gracias por decirme, esto es algo que no toleraremos en este colegio, quiero los nombres de los niños e inmediatamente hablaré con ellos-les dice a mis niños. Mis niños asienten y les dan los nombres de los niños—una disculpa señora Fournier, no volverá a repetirse—me asegura.
—Muchas gracias madre, estoy más tranquila sabiendo que harán algo al respecto—le contesto aliviada. Y eso espero, porque si vuelve a pasar entonces tomaré cartas en el asunto.
—No se preocupe, todo se resolverá, téngalo por seguro—me asegura la maestra.
—Ok, muchas gracias—le contesto—adiós mis amores y portense bien—les digo a mis pequeños. Estos asienten y entran.

Me despido de la maestra y me voy a trabajar. Trabajo como secretaria. Me va muy bien, no me quejo. Lucas de primero no quería dejarme trabajar, pero le dejé bien claro que YO no soy ninguna mantenida. Que eso no iba conmigo, que o me dejaba trabajar o daba por terminado nuestro matrimonio.

Terminó aceptando y ahora estoy trabajando. Me siento independiente y útil para algo. Eso sí sin olvidar mi responsabilidad de madre.
Estoy al pendiente de mis pequeños, de como van en la escuela y ahora estaré más al pendiente debido a lo que pasó.

Dulce Tentación De Vuelta a Mi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora