Capítulo 2

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—¿Estás segura de que quieres ir a Francia a llevar a los niños a conocer a su padre?—me pregunta mi madre.

Les conté que llevaré a los niños a ver a su padre en vacaciones. Lo cual como era de esperarse los tomó por sorpresa.

—Si, los niños y Adrien tiene derecho, derecho que yo les he negado por tres años y me siento culpable por eso—le digo arrepentida.

Fueron tres años perdidos para Adrien, se perdió una parte importante de sus hijos. Se perdió sus primeras palabras, sus primero pasos. Cosas que él tenía derecho de vivir con ellos. Y YO se las negué.

—Hermana, estabas dolida, en ese tiempo no querías saber de él—me dice mi hermana.
—Si, la verdad si—suspiro—en ese momento no quería saber de él, lo que hizo fue imperdonable.

Recuerdos de ese día viene a mi mente. Recuerdos de como golpeaba a su propio hermano por algo que no era verdad. Por algo que era una vil mentira, una trampa para alejarnos, de Salomé. Solo con recordar su nombre se me revuelve el estómago. Ella fue la culpable de que Adrien y yo no estuviéramos juntos.

Ella arruinó todos nuestros planes, nuestras ilusiones. Ella arruinó nuestro compromiso, nos íbamos a casar.

Me convertiría en la señora Fournier. Aunque la maestra de mis hijos me dice así. Que bueno que Lucas no la escucha si no le diría que no me diga así. Yo no le digo nada a la maestra, porque prácticamente me da igual. YO sé perfectamente que no soy la señora Fournier. Aunque tendré que explicarle que no me diga así por respeto a Lucas, mi esposo.

—Lo sabemos—me contestan.
—Pero bueno, ahora el problema es como se lo voy a decir a Lucas—las miro nerviosa.
—No tienes de otra hermanita, quieras o no tienes que hablar con Lucas—me mira mi hermana.
—Si, eso lo sé—contesto y suspiro.
—No te preocupes hija, estoy segura que Lucas lo entenderá—me dice mi madre para relajarme.
—Pues no lo creo, estamos hablando de que se va a reencontrar con su ex después de tres años sin verse, no creo que eso le guste—dice algo dudosa mi hermana.
—No estás ayudando Penélope—la reprende mi madre.
—Yo solo digo la verdad—se defiende.
—Lucas entenderá que tu hermana lo hace por sus hijos, además ella ya no lo ama, ¿Oh si?—me pregunta mirándome.
—¿Que?—le pregunto sorprendida—por supuesto que no, YO ya no amo a Adrien Fournier—le contesto muy segura.
—¿Segura?—me pregunta dudosa mi hermana—recuerda que donde hubo fuego cenizas quedan.
—Deja de decir tonterías Penélope—la mira seria mi madre—si tu hermana dice que ya no lo ama, le creemos.
—Ok, aunque yo aún tengo mis dudas—dice y yo pongo los ojos en blanco.
—No le hagas caso a tu hermana, ya sabes como es—me dice mi madre.
—Por cierto, ¿Y tu esposito donde está?—me pregunta Penélope. Lucas no es muy de su agrado, lo detesta y no entiendo por qué.
—Esta trabajando, salió de la ciudad—contesto.
—¿Y te ha llamado?.
—No, ha de estar ocupado—contesto.
—Ha de estar ocupado pero con la otra—me dice mi hermana.
—Penélope—la mira molesta mi madre—te prohíbo decir esas cosas y mucho menos a tu hermana.
—Déjala mamá—le contesto seria mirando a mi hermana—ya veo que eso es lo que me desea, me desea que Lucas me sea infiel.

No puedo creer que mi propia hermana me diga eso. Me duele saber que eso es lo que me desea. Desea que Lucas me sea infiel, en vez de desear que sea feliz a su lado.

—No puedo creer que seas tan tonta, estoy segura que ese hombre te está engañando—me dice muy segura mi hermana.
—No pienso seguir escuchándote—le contesto muy molesta y salgo al jardín. Necesito aire fresco.

No puedo creer que mi hermana no acepte mi matrimonio con Lucas. Ella debe de entender que mi historia con Adrien terminó. Ya no habrá más.

Sé que ella lo quiere mucho y está eternamente agradecida por la operación que la hizo volver a caminar. Pero él y yo no vamos a volver. Nuestra historia es cosa ya del pasado.

Suspiro y me fumo un cigarrillo. No soy fan de fumar, pero ahora necesito uno y sacar el estrés que traigo. Una parte por mi hermana y otra por Lucas. No sé realmente como vaya a tomar la noticia.

Reviso el celular y no tengo noticia de él. Intento llamarlo pero me manda al buzón, le dejo un mensaje donde le pido que me llame, que necesito saber de él.

Guardo mi teléfono y sigo fumando.

—Si mamá te ve, te mata—me dice Penélope llegando. Se sienta conmigo.
—¿Que quieres?, Ya me dijiste todo lo que me tenías que decir—le contesto dándole otra calada a mi cigarrillo.
—Vine a pedirte perdón, no debí hablarte así...
—Si no debiste—la interrumpo—debes entender que Adrien y yo NO vamos a volver, no entiendo, ¿Por qué no quieres a Lucas?—la miro—Lucas ha demostrado ser un buen esposo y  un buen padre.
—Sabes que Lucas no es el padre de tus hijos, ellos ya tienen a su papá, Adrien es y será tu único y verdadero amor—me asegura—no puedes olvidarlo tan rápido.
—No fue rápido, ya son tres años—le contesto.
—Y en esos tres años, ¿Crees que lo olvidaste?—me mira y se responde—porque yo creo que no y más porque tienes dos hijos que a cada minuto te lo recuerdan, no se diga Adrián, es idéntico a su padre.

Tiene razón...

Adrián es el vivo retrato de su padre. No puedo negar el parecido que tiene.

—Si, tienes razón, pero eso no significa que yo aún lo siga amando, le guardo cariño, que es muy diferente, es el padre de mis hijos, yo ya estoy cansada y te puedo asegurar que ya me olvidó—le contesto.
—Yo que tú no estaba tan segura—me contesta.
—Pues yo sí estoy segura, por eso te pido que dejes eso ya en el pasado, ahora soy feliz con Lucas, él es un maravilloso hombre, me ama y adora a los niños—tiro mi cigarrillo y lo piso.
—No me da mucha confianza Lucas, creo que te está ocultando algo—me asegura.
—No creo, él jamás me ocultaría algo—le aseguro.

Lucas sería incapaz de ocultarme algo. Siempre nos emos tenido confianza, nos hemos contado todo. Él sabe desde un principio la existencia de Adrien. Conoce toda mi historia con él. Él me ayudó a olvidarlo.

Él fue quien me hizo volver a darme una oportunidad de nuevo en el amor. Por eso acepté ser su esposa y no me arrepiento de haberlo hecho. Lucas es un maravilloso hombre y aunque Penélope no lo quiera. Sé perfectamente que él me ama y yo a él, yo lo amo.

—Solo contéstame está pregunta, ¿Amas realmente a Lucas?—me pregunta.
—Por supuesto que sí, amo a Lucas Villalba, él es el amor de mi vida —le contesto sin titubeos. Yo estoy segura de que Lucas es el amor de mi vida. Dios lo envío cuando más lo necesitaba.

Ella solo asiente y ya no me dice nada. Creo que con lo que le he contestado ya le he dejado en claro todo.

Dulce Tentación De Vuelta a Mi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora