Capítulo 24

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—¿Qué... qué haces aquí?—pregunto en shock.
—Sorpresa—me dice y se levanta del sillón.
—Lucas, alé...aléjate—digo tartamudeando. Retrocedo. No puedo creer que esté aquí.
—Así que pronto me dejaste y corriste a los brazos de ese idiota—me dice hecho una furia.
—Tú me engañaste, si sentí a llegar cariño por ti, TÚ terminaste por matar ese cariño, me mentiste, te casaste comigo estando ya estabas casado—lo enfrento.

Es hora que lo enfrente.

—Ella me dejó, te pedí una oportunidad—camina hacia a mí. Yo sigo retrocediendo.
—Y yo te dije que no te la daría, no entien...
—¡Cállate!—grita furioso y me da una bofetada haciéndome caerme al suelo—eres una maldita zorra.

Yo lo miro con lágrimas en los ojos y sobando mi mejilla.

Tengo mucho miedo.

Desconozco a este Lucas. Jamás creí que me levantaría la mano.

—Eres un idiota—lo miro furiosa y me armo de valor—eres un maldito mentiroso, volví con Adrien porque él es el hombre que realmente AMO—se lo digo en la cara—Adrien es el hombre que amo y amaré siempre, grabátelo bien.
—Eres una hija de...

Me levanta la mano. Está apunto de golpearme.

Yo cierro los ojos esperando el golpe.

—No te atrevas a ponerle de nuevo  una mano encima a MI mujer—le dice Adrien y le da un golpe.

Lucas se lo regresa e inician una pelea.

—¡Adrien!—grito. Los niños corren hacía mí asustados. Adrien sigue golpeando a Lucas—¡Adrien, basta!—vuelvo a gritar.

Adrien deja a Lucas.

—Vuelve a tocar a mi mujer y para la próxima te mato—lo amenaza. Lucas ríe.
—Eso esta por verse, no voy a dejar que sean felices eso te lo juro—le advierte.
—Maldito—dice Adrien dispuesto nuevamente a golpearlo.
—Amor no—lo detengo—no vale la pena, por favor no, piensa en los niños y en mí—le suplico. No quiero que Adrien cometa una locura.
—Tienes razón, no vale la pena—dice Adrien aún molesto. Llama a la policía y esta se lleva a Lucas detenido.

Gracias a Dios pude detener a Adrien antes de que hiciera una locura. Espero que con esto Lucas entienda que no pienso volver con él y que lo quiero alejado de mis hijos. No quiero que intente hacerles daño para vengarse de mí.

—Mami, Alejandro se volvió malo—dicen tristes mis pequeños. Ellos lo adoraban y me duele que lo hayan visto así.
—Por eso no quiero que se acerquen a él, niños, ni ustedes ni su madre—les contesta. Adrien.
—Está bien papi—le contestan.

Ellos son muy pequeños para entender que Lucas es peligroso. Pero igual manera no dejaré que los niños por nada del mundo se acerquen a él.

La familia de Adrien se entera del altercado y viene inmediatamente a vernos.

Yo agradezco a Dios que no haya terminado en una tragedia. Con esto me doy cuenta de lo que es capaz Lucas.

Definitivamente tengo que tener cuidado u evitar que Adrien se vuelva a enfrentar a él.

[***]

—Pero como es eso que Lucas se atrevió a golpearte hija—me dice molesto mi padre.

Le platique lo que pasó con Lucas.

—Pues si papá, Lucas está mal, pero gracias a Dios no pasó a mayores, estamos bien, los niños y yo estamos bien, Lucas está detenido y además Adrien contrato seguridad para nosotros—le digo para que esté más tranquilo.
—No estoy muy tranquilo sabiendo que Lucas está allá, no quiero que les hagas algo a ti o a los niños.
—Adrien nos está cuidando papá, no te preocupes.
—Hija, porque mejor no se vienen, regresa con los niños, Lucas puede ser peligroso.
—Papá, tranquilo, estamos bien, no puedo irme, aquí estoy bien con Adrien, él es el hombre que amo y tú lo sabes.
—Lo sé—suspira—lo único que quiero es que estén bien los niños y tú.
—No te preocupes, Adrien nos cuida bien y de Lucas no te preocupes él está en la cárcel, además puse una orden de restricción, no puede acercarse a nosotros—le aseguro.
—No me confío mucho en una orden de restricción, es solo un papel, pero confío en ti, cualquier cosa no dudes en llamarnos, dile a Adrien que en sus manos te dejo a ti y a mis nietos, que si les pasa algo no se lo perdonaré, igual hablaré después con él.
—Está bien papá, cuídense y salúdame a mamá y a Penélope.
—Si, chao—cuelga.

Suspiro.

Papá puede ser algo extremo. Pero sé que lo hace porque se preocupa por nosotros. No quiere que Lucas nos haga algo a los niños o a mí. Yo jamás permitiré que Lucas toque a mis hijos.

Antes muerta que lo haga.

Yo por mis hijos soy capaz de dar hasta mi propia vida. Lo son todo para mí y lo único que quiero es que estén a salvo.
Adrien también se preocupa por nosotros, ya nos contrato seguridad por si Lucas intenta hacernos algo. Yo le dije que no era necesario. Pero como siempre Adrien no me hizo caso.

Así que tenemos seguridad las veinticuatro horas del día. Empecé a trabajar en la empresa de Adrien, como su secretaria. Renuncié a mi antiguo trabajo. Mi jefe lo aceptó aunque me dijo que me extrañaría, ya que hacía bien mi trabajo para él. Yo le estoy eternamente agradecida por darme la oportunidad de trabajar con él. Ya que con ese trabajo pude sacar adelante a mis niños. También me dijo que cuando quisiera regresar las puertas de su empresa estaban abiertas para mí.

Los niños ya pronto entrarán a clases. Mi madre me ayudó con los papeles para cambiarlos de colegio.

Me pongo a revisar mi agenda, anoto citas pendientes que tiene Adrien para está semana. Reviso correos.

Me levanto de mi escritorio y voy a buscar unos papales en la bodega.

Entro y me pongo a buscar.

Estoy tan entretenida que de repente siento que alguien me toma de la cintura.

—Hola—susurra Adrien en mi oído.
—Hola mi amor—sonrío.
—¿Que haces?—me pregunta.
—Buscando unos papeles—le contesto sonriendo.

Adrien me quita los papeles y los deja donde estaban.

—Amor necesito esos papeles—lo miro.
—Y yo te necesito a ti—me voltea y me besa.

Le sigo el beso. Sabe bien que con besarme ya me tiene a sus pies. No puedo evitarlo soy adicta a sus besos y a sus labios. Son una droga para mí. Una droga que jamás me cansaría de probar.

Nos separamos por falta de aire.

Sonrío enamorada. Este hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida.

—Te amo—le robo un beso.
—Y yo te amo más de lo que te imaginas—sonríe.
—Lo sé, amor me habló mi padre—lo miro.
—¿Que te dijo?—me pregunta.
—Le dije lo que pasó con Lucas e inmediatamente me dijo que volviera para México, ya sabes cómo es—suspiro—no está tranquilo sabiendo que Lucas está aquí.
—De ninguna manera ustedes se van, tú y mis hijos se quedan conmigo, no tiene porque preocuparse yo sé cuidar a mi familia, no voy a dejar que ese imbécil se atreva hacerles daño, por eso contraté seguridad—me roba un beso.
—Lo sé mi amor, eso le dije a papá, le dije que no se preocupara, que los niños y yo estamos bien.
—Exacto, conmigo nada ni nadie les hará daño, se los juro—me besa.

Le sigo el beso.

Me siento segura con él.

Sé que Lucas no se atreverá hacernos daño. Sabe muy bien lo que le pasará si lo intenta. Podría ir de por vida a la cárcel. Que pensándolo bien. Es el mejor lugar donde puede estar. Porque sé que no se cansará de molestarme.
Pero una cosa si quiero que le quede claro no pienso volver con él. Ahora soy feliz con Adrien. Con el hombre que amo. Así que lo mejor es que Lucas se olvide de mí y dejé de molestarnos. Porque no va a conseguir que Adrien y yo nos volvamos a separar. Esta vez vamos a luchar por nuestro amor contra quién sea.

Aunque una parte de mí me dice que no solo contra Lucas, también están Salomé y Ericka. Ellas también intentarán separarnos. Pero eso sí, no lo van a lograr.

Nuestro amor es más fuerte...

Dulce Tentación De Vuelta a Mi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora