Al día siguiente me despierto e intento levantarme pero no puedo, ya que unos brazos me lo impiden.
Volteo a ver y veo a Adrien dormido.
Una sonrisa se forma en mi rostro, recuerdos de anoche vienen a mi mente. Recuerdos de él y yo haciendo el amor viene a mi mente. No puedo olvidar la manera en como besaba y recorría mi cuerpo. .
Eso fue algo lindo y especial.
Me levanto lentamente, sin despertarlo, me visto y voy a ver a los niños.
Adrián y Adriana están dormidos. Voy al cuarto del bebé y este está despierto. Sonrío y lo cargo.
—Hola hermoso—sonrío y le doy un beso en su frente.
El bebé sonríe y acaricia mi mejilla.
Lo llevo conmigo a la cocina y dejo al bebé en la sillita. Me pongo a preparar el desayuno.
Tarareo una canción mientras cocino.
—Buenos días—dice Adrien entrando a la cocina.
—Buenos días—le contesto sonriendo—¿Cómo amaneciste?—le pregunto.
—Feliz, anoche fue la mejor noche de mi vida—sonríe.
—¿Enserio?, ¿Por qué?—le pregunto.
—Porque hice el amor, con el amor de mi vida—me abraza de la cintura.Sonrió sonrojada.
—El desayuno ya está listo, los niños están dormidos, el único que está despierto es el bebé—le contesto.
—Ok—me voltea y me da un beso.Sonrío.
Adrien carga al bebé.
Se ve tan tierno cargando a nuestro bebé.
—Buenos días—dicen los niños entrando.
—Buenos días—les contestamos.
—El desayuno ya está listo—les digo y nos sentamos a desayunar.Desayunamos entre platicas y risas.
Me entra la curiosidad y le pregunto cómo fue que nos conocimos. Él me contesta que nos conocimos en un convento, en ese convento su tío llegó y fue ahí cuando nos conocimos. Yo me quedo sorprendida, iba hacer monja.
—¿Iba hacer monja?—le pregunto sorprendida.
—Si, así es, ibas hacer monja, pero nos conocimos y nos enamoramos, así que eso cambió—me contesta.
—Wow—digo aún si creerlo.
—Pero gracias a qué fui a ese convento, te conocí y ahora estamos juntos, a lado de nuestros hermosos hijos—me da un beso.
—Si—sonrío.[***]
ADRIEN
Hoy voy a llevar a Leticia al convento, estoy seguro que eso le ayudará a regresar, ahí tenemos tantos recuerdos. Fue ahí la primera vez que nos vimos.
Cómo olvidar ese día, fue el mejor día de mi vida, conocí al amor de mi vida, a la madre de mis hijos, conocí a la mujer que sanaría todo mi dolor. Ella fue la mujer que sano mis heridas y la cual me hizo perdonar y acercarme a mi madre.
Fue la mujer que me hizo abrir los ojos y darme cuenta que estaba mal. Yo estaba perdido y ella me ayudó a encontrar el camino.
Fue tan tierna la manera en como me vió, estaba nerviosa, en ese instante me propuse a enamorarla. Pero el miedo a salir lastimado me hizo cometer la peor estupidez de mi vida, pues yo hice una estúpida apuesta con un amigo de que la enamoraría solo por diversión, cuando yo más que nadie, sabía que me estaba enamorando.
Esa estupidez me costó casi perderla, pero luché por ella, luché por nuestro amor. Pero después hice algo que me costaría mucho más, mis celos me hicieron cometer la peor estupidez del mundo, le creí a Salomé que Leticia me estaba engañando con mi propio hermano. Fui un estúpido que se dejó llevar por los impulsos y no por la razón, creí esa mentira y me constó muy caro.
No solo la perdí por un tiempo, también mandé a mi hermano al hospital. Mis celosos me llevaron hacerlo, no soportaba la idea de que Leticia y mi hermano me estuvieran viendo la cara, en ese momento no pensé en qué eso no podría ser verdad, él es mi hermano y ella el amor de mi vida, pero sobretodo no pensé que ella jamás me lastimaría de esa manera.
Ella me amaba y me ama aún, tal vez no me reconozca ahora, pero yo sé que su corazón si.
Su corazón si me reconoce.
—¿A dónde vamos?—me pregunta curiosa.
Vamos en el auto.
—Vamos a ir al lugar donde nos conocimos—le contesto sonriendo.
Estoy seguro que le gustará.
Llegamos al convento.
—Llegamos—le digo y le ayudo a bajar.
Los niños los dejamos con sus padres.
—Gracias—dice ella bajando y mirando el lugar—yo...yo este lugar lo he visto una vez—dice curiosa.
—Aquí fue donde nos conocimos amor—le contesto.
—¿Aquí?—pregunta sorprendida.
—Sip, fue, ven vamos—le doy la mano.Ella la toma y caminamos.
Tocamos a la puerta y la madre superiora nos recibe.
—Leticia, Adrien—nos saluda.
—Hola—contestamos.Leticia contesta tímida.
—Pasen—nos deja pasar y entramos—me alegro que estén aquí, sobretodo que Leticia este bien, después del accidente, las monjas y yo oramos por su salud.
—Muchas gracias—contesta.
—Adrien, Leticia—dice mi tío y volteamos.
—Tio—contesto sonriendo, Leticia solo lo mira.
—Sobrino.
—Amor, él es el padre Aurelio, mi tío—le digo a Leticia.
—Mucho gusto padre—le contesta.
—Ya nos conocemos Leti, tú estuviste aquí en el convento ayudándonos, ¿No lo recuerdas?—le pregunta.
—No—contesta.Puedo notar tristeza en sus ojos.
Sé que le duele no recordar, pero yo la voy hacer que recuerde, pronto recordará a todos los que la amamos.
—No te preocupes, ya pronto recordarás, Adrien—me dice—presentale el convento, tal vez eso le ayude a recordar.
Yo asiento y la llevo conmigo. Le presento el convento. Espero que esté tour le ayude a recordar un poco.
Lo único que me importa es que ella recupere la memoria para poder casarnos en cuanto antes, no la pienso perder de nuevo. Una vez la perdí, está vez no, yo haré que recuerde y si no me recuerda, yo la voy a enamorar de nuevo.
Pero no la pienso dejar, ella es la mujer de.mo vida, la mujer que amo y amaré siempre.
No dudo en que ella es la indicada, ella es la mujer que Dios me dió para mí.
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Dulce Tentación De Vuelta a Mi ✔️
RomansaHace tres años que Leticia dejo a Adrien Fournier. Hace tres años que dejó París y todo su pasado atrás. Ahora está decidida a comenzar de cero, decidida a comenzar un nueva vida. Dejando en el pasado a ese hombre que no solo marcó su cuerpo, si n...